Publicado: Vie Abr 04, 2014 8:48 am
por Wyrm
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Fuego ‘amigo’ sobre Biarritz
04.04.14

Hace 70 años tuvo lugar el bombardeo aliado sobre la localidad labortana, ocupada por los nazis, que dejó decenas de muertos


Hace 70 años, el 27 de marzo de 1944, la localidad vascofrancesa de Biarritz sufrió un trágico bombardeo por parte de aviones aliados, que dejó decenas de muertos y heridos. Los historiadores creen que los americanos pretendían engañar a las tropas alemanas que ocupaban Francia –faltaban setenta días para el desembarco de Normandía–, pero las víctimas se contabilizaron entre la población civil. Nunca se supo cuantos alemanes murieron. El primer proyectil cayó a 200 metros ‘Villa Beltza’, una mansión de la ribera del mar. Eran las 14.30 horas. Luego le siguieron más de 40 toneladas de bombas de fragmentación durante nueve interminables minutos que dejaron a la ciudad sumida en el caos y el pánico.

«Fue una hecatombe. Se puso de noche y desapareció el sol. La temperatura bajó por lo menos diez grados, hacía frío. Y se hizo un silencio de muerte», rememoraba ayer en Radio Euskadi Marcelo de Zarobe, que entonces tenía 18 años, y fue testigo del dramático raid de los aviones norteamericanos. «Sonaron las sirenas y la gente salió a la calle. Nadie pensaba que nos iban a bombardear», prosigue. Luego se ha interesado por conocer detalles sobre aquel episodio, la huella más trágica de la Segunda Guerra Mundial en Iparralde. Zarobe habló con algunos de los pilotos que participaron en el ataque. «La primera escuadrilla voló a 23.000 pies, pero la segunda lo hizo más bajo, a 18.000, y algunos aviones dejaron caer sus bombas en barrios de Biarritz. Hubo errores de señales y algunos pilotos eran inexpertos. Tenían prisa porque tenían miedo de quedarse sin combustible», cuenta.

Sí parece claro que el objetivo era el aeropuerto de Parma, que fue inutilizado por las bombas. El aeródromo se había construido a iniciativa del Consejo General de Bajos Pirineos, que compró 29 hectáreas de terreno en esa llanura. En plena contienda se convirtió en un objetivo militar. Pero en una segunda oleada, la lluvia de fuego que caía del cielo alcanzó a los ciudadanos.

Testigos presenciales recuerdan que era un día soleado con algo de brisa, incluso había bañistas en la playa de la ciudad balneario. El zumbido de los motores llegaba del mar. Dos escuadrillas con medio centenar de aviones de guerra de Estados Unidos se hicieron presentes. Eran los modernos aparatos ‘Liberator’, cuatrimotores rápidos y con gran carga ofensiva. Un primer avión lanzó una bomba de humo sobre el aeródromo, pegado a la localidad, pero el viento desplazó la columna. Los pilotos siguieron lanzando bombas fuera del perímetro del aeropuerto, incluso en localidades como Anglet. Estos testimonios han sido recogidos por el periodista de la radio pública vasca Franck Dolosor en su libro ‘Senperetik Senpererat’ .

Tras el ataque comenzaron las labores de rescate. Se contabilizaron 150 muertos –los historiadores no se ponen de acuerdo en la cifra– y más de 250 heridos. Cerca de 400 casas resultaron destruidas o dañadas. Pero no se pudo reconstruir la ciudad hasta el mes de agosto, pues la ofensiva aliada estaba por llegar. Faltaban dos meses para el desembarco de Normandía, que pondría fin a la ocupación nazi. Jean Claude Larronde, delegado de Eusko Ikaskuntza en Iparralde, asegura que el ataque a Biarritz formó parte de una gran ofensiva que perseguía destruir objetivos militares. Las escuadrillas partieron del sur de Inglaterra y dejaron caer sus bombas sobre otros enclaves estratégicos, como La Rochelle.


«Un raid terrorista»
Biarritz estaba lejos del frente y los nazis la utilizaban como escenario de descanso y de reorganización de sus unidades, según relata Juan Carlos Jiménez de Aberasturi, estudioso de Eusko Ikastuntza. Muchos vascos colaboraban en la Resistencia y en el maquis, hostigando a las tropas de Hitler, al igual que quienes se escapaban de los trabajos del Muro Atlántico, que se levantaba en toda la línea de la costa para prevenir una invasión. El bombardeo sorprendió y confundió a los habitantes de Biarritz. Al día siguiente, ‘La Gazette’ –un periódico colaboracionista, controlado y favorable a los nazis, según Larronde– informaba que la ciudad había sido «víctima de un raid terrorista angloamericano».

Los nazis abandonaron Iparralde de forma precipitada en la segunda mitad de agosto, según Jiménez de Aberasturi. El día 24, la víspera de que el general Leclerc desfile por París, entraron en Bayona camiones de la Resistencia desde Mauleón y Cambo. Los vecinos de Biarritz pudieron acometer ya la reconstrucción de su ciudad que entró, muy a su pesar, en la historia de la Segunda Guerra Mundial por un bombardeo de fuego ‘amigo’, del Ejército aliado, que en el calor de agosto casi liberaba Francia del yugo nazi.

Fuente: http://www.diariovasco.com/20140404/mas ... 40734.html

Saludos.