Publicado: Lun Oct 24, 2011 10:16 pm
por grognard
Diario muestra que alemanes sabían de horrores nazis
domingo 23 de octubre de 2011 09:41 GYT


BERLIN (Reuters) - El recientemente publicado diario de un indignado funcionario de una pequeña ciudad en la Alemania nazi removió el sensible debate sobre cuánto sabían los habitantes sobre las atrocidades del régimen de Adolf Hitler, y despertó una ola de interés dentro y fuera del país.

El diario de Friedrich Kellner "Diarios de Todas las mentes turbias y oscuras 1939-1945" saltó a la fama gracias a la intervención del ex presidente de Estados Unidos George Bush padre.

Repleto de mordaces comentarios sobre acontecimientos, recortes de diarios y registros de conversaciones privadas, las crónicas de Kellner permiten ver a lo largo de 940 páginas qué información estaba disponible para los alemanes comunes.

Kellner, un funcionario judicial con poco más de 50 años cuando empezó a escribir, descarga su enojo con Hitler, espera que su país sea derrotado en la guerra y se lamenta por los informes de muertes misteriosas en clínicas psiquiátricas y fusilamientos en masa de judíos.

"Estos diarios (...) representan una impresionante refutación del muy trillado dicho de tantos alemanes después de la guerra: 'No sabíamos nada de los horrores nazis'", dijo Elan Steinberg del Encuentro Estadounidense de Sobrevivientes y Descendientes del Holocausto.

Kellner era un socialdemócrata quien se negó a unirse al partido nazi y su perspectiva ofrece un punto de visa único, dicen los historiadores.

Nacido en 1885, Kellner era hijo de un panadero. Luchó en la Primera Guerra Mundial y se convirtió en funcionario público en la corte distrital en Laubach, una localidad del oeste mayormente adepta a los nazis.

"El elemento decisivo es que él no es un intelectual, es un empleado común radicado en las provincias que lee los periódicos. Está lleno de rabia por lo que está sucediendo", dijo Sascha Feuchert, director de la Unidad de Investigaciones sobre Literatura del Holocausto de la Universidad Giessen, y editor de los diarios.

"BESTIAS NAZIS"

Una de las anotaciones más escalofriantes tuvo lugar el 28 de octubre de 1941:

"Un soldado de vacaciones aquí dijo haber sido testigo de una terrible atrocidad en las partes ocupadas de Polonia. Vio cómo hombres y mujeres judíos desnudos fueron ubicados frente a una larga y profunda fosa y a la orden de un SS fueron acribillados por ucranianos en la cabeza y cayeron en la fosa", escribió Kellner.

"Luego la fosa fue tapada con tierra mientras todavía podían escucharse los gritos provenientes de las personas aún con vida en la fosa. No hay castigo que sea lo suficientemente severo para ser aplicado a estas bestias nazis", continuó.

Que un hecho como este fuera objeto de conversación en la ciudad en octubre de 1941 muestra que la información estaba disponible.

"Kellner se dio cuenta de que estaban pasando más cosas que lo que se mostraba. Eso prueba de algún modo que no era imposible, tal vez ni siquiera tan difícil, ver la verdad", dijo Feuchert.

Conversaciones personales, reportes de noticias y observaciones convencieron a Kellner de que los nazis estaban cometiendo crímenes terribles.

El 16 de septiembre de 1942, escribió: "En los últimos días, fueron desalojados los judíos de nuestro distrito. De aquí eran las familias Strauss y Heinemann. Escuché de una fuente confiable que todos los judíos fueron llevados a Polonia y que serían asesinados por brigadas de las SS".

"Esta crueldad es terrible. Tales atrocidades nunca serán borradas de la historia de la humanidad. Nuestro Gobierno asesino ha mancillado el nombre 'Alemania' para siempre", agregó.

Kellner también escribió mucho sobre la ambición de Hitler que conduciría a una derrota. Notando una falta de informes sobre pérdidas alemanas, realizó sus propios cálculos en base a las necrológicas y llegó a la cifra de 30.000 fallecidos al mes.

"Puede que esa no sea la cifra correcta, pero el punto es que él se da cuenta de que las pérdidas son extremas y concluye que la guerra no puede ganarse. Esto es muy llamativo", dijo Feuchert.

DESGRACIA

Kellner, dándose cuenta de que Alemania se encaminaba a tiempos turbulentos, se propuso dejar constancia de ellos. Leía periódicos desde el Voelkischer Beobachter, portavoz del partido nazi, y Das Schwarze Korps, el diario de las SS, a publicaciones locales de todo el país.

"El propósito de mi registro es captar el clima actual a mi alrededor para que la generación futura no se tiente con interpretar un 'gran acontecimiento' en base a él (una época heroica o algo similar)", escribió el 26 de septiembre de 1938.

"Temo que queden muy pocas personas decentes después de que los acontecimientos hayan seguido su curso y que los culpables no tengan interés en ver su desgracia documentada por escrito", agregó.

Kellner, quien nunca pretendió compartr las opiniones nazis, era vigilado y fue interrogado por funcionarios varias veces.

"Mi abuelo estaba decidido, poniendo en riesgo su vida, a proporcionar a las generaciones futuras de un arma de la verdad contra cualquier resurgencia de impulsos nazis y totalitarios", dijo Robert Martin Scott Kellner, nieto de Friedrich y editor conjunto del diario, en un intercambio de correos electrónicos con Reuters.

Documentos muestran que Kellner estuvo cerca de ser enviado a un campo de concentración pero fue lo suficientemente cuidadoso para que los nazis no tuvieran pruebas en su contra. "Si se hubiesen encontrado sus diarios, habría muerto", dijo Feuchert.

En 1940, un funcionario nazi escribió: "Si queremos detener a personas como Kellner tendremos que atraerlos para que salgan de sus rincones y permitir que se auto incriminen. No es el momento adecuado para un enfoque como el usado con los judíos. Esto solo puede ocurrir después de la guerra".

BATALLA POR LA PUBLICACION

Después de la guerra, Kellner ayudó a decidir qué miembros del partido nazi debían ser proscriptos de cargos privados y públicos. A fines de la década de 1960 le entregó los diarios a su nieto en Estados Unidos quien se enfrentó a una dura lucha para publicarlos.

"No tenía idea que me tomaría más de cuatro décadas cumplir mi promesa. Editores de todo Estados Unidos y Alemania no querían arriesgarse", dijo su nieto.

Con el tiempo, las crónicas llamaron la atención de Bush, quien las puso en exhibición en su biblioteca presidencial en Texas en el 2005.

Eso suscitó interés en Alemania y Feuchert empezó junto a un equipo de colegas una investigación de cinco años, verificando las fuentes e interlocutores de Kellner previo a la publicación.

El semanario Der Spiegel comparó los diarios con los del académico judío Victor Klemperer, cuyo relato del clima de hostilidad y temor en los años nazis es usado ampliamente en Alemania como un texto escolar sobre el Tercer Reich.

"Estos volúmenes magníficamente editados (...) deben estar en cada biblioteca alemana y si es posible en cada casa, junto a los diarios de Klemperer", escribió Der Spiegel.

(Reporte de Madeline Chambers; Editado en español por Patricia Avila)

Fuente: http://lta.reuters.com/article/worldNew ... 23?sp=true

Original en inglés: http://www.reuters.com/article/2011/10/ ... PN20111012