Publicado: Lun Jul 09, 2018 12:33 pm
por Domper
Los planes británicos para Canarias implicaban el envío de un importante convoy de refuerzos, y así obligar a la flota del Pacto a presentar batalla so pena de perder el control de las islas. Era preciso reunir una fuerza superior y para proteger al convoy fueron transferidos temporalmente a la Fuerza H los acorazados destinados a la protección de convoyes. El más viejo, el Queen Elizabeth, debía proteger las comunicaciones entre la metrópoli y las Azores, mientras que los buques de carga enviados a Gran Canaria serían escoltados por el Nelson y el Rodney. Como en las últimas millas existía el riesgo de la aviación del Pacto en Canarias, también se asignó a su escolta el portaaviones ligero Unicorn. Hay que tener en cuenta que el Unicorn había sido diseñado como «portaaviones de mantenimiento» antes de ser terminado como portaaviones ligero, y era más lento que los de la clase Illustrious. También se había pensado incorporar los portaaviones de escolta Avenger y Biter, recién entregados por Estados Unidos, pero sus dotaciones aun se estaban entrenando.

Un único portaaviones sería insuficiente para protegerse de ataques aéreos, por lo que se consideraba un requisito imprescindible suprimir las bases aéreas de Canarias, sobre todo las tinerfeñas. Con tal objetivo se amplió la base aérea de Porto Santo (junto a Madeira) para que pudiese acoger bombarderos de gran alcance. Unos días antes de la operación se había planeado que una escuadra de cruceros bombardease durante la noche los aeródromos de Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura. Finalmente, cuando el convoy se acercase a las islas los dos acorazados terminarían de destruir las bases. Muestra de lo improvisado de la operación y de la escasa información que se tenía era que no se sabía que en las Canarias se habían construido varias pistas auxiliares que probablemente hubiesen hecho poco efectivo el bombardeo.

Simultáneamente el grueso de la Fuerza H se mantendría en una posición intermedia entre las Azores y el convoy, intentando quedar fuera del alcance de los aviones de reconocimiento del Pacto que operaban desde Andalucía, esperando la salida de la «flota combinada». Dado que el objetivo de la operación no era tanto el refuerzo de Gran Canaria como la destrucción de la flota del Pacto, estaba previsto que si se detectaba su salida el convoy se retiraría y los buques que lo escoltaban (sobre todo los dos acorazados y el portaaviones) se unirían a la Fuerza H.

A principios de febrero se empezó a reunir en Escocia el convoy, que en cuanto se organizase debía partir hacia las Azores con una potente escolta de superficie y antisubmarina.