Publicado: Mar Dic 26, 2017 4:27 pm
por Domper
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Patrulleros antisubmarinos clase Urgull

La clase de patrulleros Urgull fue construida para la Armada Española durante la primera fase de la Guerra de Supremacía para para la vigilancia costera y la lucha antisubmarina. Llevaron nombre de colinas y sierras próximas al mar.

Historia

El pobre papel que durante la Guerra de Supremacía estaban teniendo los bous, que eran pesqueros civiles militarizados, llevó al diseño de los cañoneros antisubmarinos (llamados posteriormente corbetas) de la clase Noya. Sin embargo, eran demasiado caros y no se podían construir al ritmo preciso para cumplir todas las necesidades, además que las misiones de vigilancia no requerían barcos de tanto porte. La Armada deseaba patrulleros rápidos, similares a los Guardacostas «Tipo 20» que se habían construido poco antes de la Guerra Civil para México en la factoría Euskalduna de Bilbao. Los «Tipo 20» eran naves de pequeñas dimensiones (apenas 180 toneladas) pero veloces y con pesado armamento. La Armada consideraba que precisaba unidades similares para protegerlas costas y solicitó cuarenta. Pero consideraciones tanto militares como económicas hicieron que el proyecto fuese abandonado. Por una parte, los barcos mexicanos eran guardacostas con armamento artillero y sin medios de lucha antisubmarina, que era dudoso que se pudiesen instalar en buques pequeños que ya estaban sobrecargados; más adelante supimos que México, siempre a remolque de Estados Unidos, acabó haciéndolo y logró un buen quebradero de cabeza al quedar afectada la estabilidad. Por otra, el Ministerio de Industria, Comercio y Armamentos, que cada vez tomaba mayor papel en las decisiones referentes al equipamiento militar, señaló que esas unidades precisaban astilleros especializados que ya estaban ocupados con los Noya, y recomendó que se escogiese un diseño menos ambicioso.

La solución más sencilla y rápida era que se construyesen patrulleros basados en los pesqueros de altura, pues al ser un tipo de barco muy conocido las demoras serían mínimas y no se correrían riesgos tecnológicos. Aunque serían barcos parecidos a los bous, al formar una serie homogénea su mantenimiento sería más sencillo; las desventuras padecidas por los bous se debían a su empleo en mar abierto, misión que no se pensaba encomendar a las nuevas construcciones. Tras estudiar varios proyectos, se escogió uno propuesto por los astilleros Santodomingo de Gijón. Se trataba de un pequeño barco de solo 219 toneladas de desplazamiento, con casco de madera y propulsado por un motor diésel. Hubo ciertas diferencias entre las diferentes unidades, debidas a los astilleros de procedencia —que empleaban plantillas con pequeños cambios— y sobre todo por la motorización, pues en lugar del diésel y según la disponibilidad acabaron llevaron todo tipo de máquinas. El armamento, inicialmente, procedía de los almacenes o era el desembarcado de los bous, y solía consistir en un varadero para cargas de profundidad, un cañón de 10,2 cm y varias ametralladoras. Con todo, el cañón, además de ser excesivamente pesado, se acabó considerando innecesario, siendo sustituido por un cañón automático ligero y ametralladoras antiaéreas adicionales. A partir de 1943 el varadero fue sustituido en muchas unidades por un lanzacohetes antisubmarino. Los Urgull disponían de hidrófono y de sonotelémetro de casco pero no llevaban radiotelémetro.

Su sencillez hizo que fuesen producidos en gran número, no solo en astilleros costeros, sino también en algunos interiores. Mayores dificultades se encontraron con los motores, y por ello algunas unidades los llevaron de gasolina o de automoción (cuatro motores de camión acoplados, como en el Volcán de Coronas) que no dieron buen resultado y tuvieron que ser sustituidos en cuanto fue posible. El principal problema fue la disponibilidad de madera curada. Para algunos se emplearon maderas de calidad deficiente que fueron atacadas por insectos y por la broma, obligando a darlos de baja en poco tiempo. Aunque se importó madera de Francia, las últimas unidades (la subclase Tibidabo) llevaron casco de acero.

Los patrulleros Urgull, que empleaban el casco de los pesqueros del tormentoso Cantábrico, eran bastante marineros, sobre todo cuando se disminuyó el armamento, aunque su velocidad y autonomía limitadas les impedía operar en mar abierto. Fueron tripulados por reservistas y rindieron un meritorio servicio complementando a los Noya en el Estrecho de Gibraltar y en la vigilancia de puertos y ensenadas. El Sierra de Aitana (perteneciente a la segunda serie, con casco de acero) se anotó un gran éxito al hundir al submarino norteamericano Finback en la bocana de la ría de Vigo. Mientras que las unidades con casco de acero resultaron más durables, las que lo tenían de madera se revelaron muy útiles en la lucha contra minas. A medida que entraban en servicio unidades de mayor porte, los Urgull y los Tibidabo fueron relegados a misiones secundarias, como la lucha contra minas, la vigilancia costera o la defensa de puertos.

Al finalizar la guerra la Armada solo conservó algunos barcos de la subclase Tibidabo, que operaron como patrulleros hasta los años sesenta. De los dados de baja, los que estaban en peor estado fueron desguazados, y se transformó en pesqueros al resto. El Monte del Toro, que fue utilizado como pesquero de arrastre con base en Málaga, fue restaurado a su estado original y se conserva como monumento en el Arsenal de Cartagena.

Características (Monte del Toro)

Longitud: 32 m (en la flotación).

Manga: 5,7 m.

Calado: 1,95 m.

Desplazamiento: 211 Tn (a plena carga).

Propulsión: 1 motor diésel MAN, 400 HP, una hélice.

Velocidad: 11,5 nudos.

Autonomía: 1.000 millas náuticas a 12 nudos.

Dotación: 29 hombres.

Armamento: 1 cañón de 10,2 cm, dos cañones de 2 cm. Un varadero de cargas de profundidad con 20 cargas (1941). Dos cañones de 2 cm, dos ametralladoras y un lanzacohetes antisubmarino (1944).