Publicado: Mié Abr 05, 2017 10:12 am
por Domper
Miles de trabajadores se afanaban en la ciudad. Las obras en la catedral ya estaban prácticamente acabadas, y ya se habían instalado las colgaduras que al mismo tiempo darían lustre al sobrio edificio y también proporcionarían algún aislamiento. Sabiendo que el tiempo puede ser inclemente en el noroeste de Francia, se instaló en el exterior una gran caldera con un radiador y un sistema de tiro forzado que introduciría aire caliente en la nave, pues no tendría buen efecto que en las filmaciones los delegados apareciesen con pellizas y mitones.

También se colocaron estufas en el palacio adyacente, en las que artesanos de media Europa trabajaban en la decoración. Las que habían sido austeras salas estaban preparadas para acoger a los distinguidos visitantes que se esperaban, y ya no recordaban una sede episcopal sino a las galerías de Versalles o de Postdam. Con más retraso iban los trabajos en el liceo y en los barracones de madera que acogerían a las delegaciones de menor importancia; aunque estuviesen hechos de madera se estaba procurando que ni el interior ni el exterior desmereciesen a un hotel de lujo.