Publicado: Lun Jun 27, 2016 10:38 am
por Domper
Tras planificar la vigilancia, Gerard volvió a la carta que estaba escribiendo.

Todo se precipita, Nicole. Jansen no está solo. No ha sido fácil vigilarlo: es un profesional que ha practicado muchas vigilancias y sabe cómo descubrir a los que le siguen. He tenido que ser aun más precavido que con Johan. El traidor nunca es seguido, sino que solo es observado desde lejos, y los agentes se turnan cada pocos minutos. Si Jansen entra en un local o en el metro se deja el seguimiento, pero se alerta a otros agentes apostados en otras estaciones que esperan la llegada del traidor. Esa ímproba labor solo ha sido posible gracias a muchas mujeres valientes como tú, que saben pasar inadvertidas mucho mejor que los bobalicones uniformados. Ni Jansen ha sospechado de ellas: es un agente muy inteligente, pero también uno de esos tontos que no sabe reconocer el valor y la inteligencia de las mujeres. Aun así, hemos perdido a Jansen tres de cada cuatro veces que sale; pero prefiero darle libertad a que sepa que lo seguimos. Porque sé que si detengo a Jansen no conseguiré romperlo como he hecho con otros traidores: he revisado su historial y he visto que no nos ha traicionado ni por dinero ni por esas debilidades que tan bien saben explotar los espías. Al contrario, Jansen se cree un patriota, aunque desviado, y lo supongo capaz de morir antes que doblegarse.

Con mucho esfuerzo he conseguido saber que Jansen a veces visita una nave de las afueras de la ciudad. No me he atrevido a revisar el local, que con seguridad está lleno de trampas que delaten a los investigadores. La nave estaba en desuso, y como no había consumo de electricidad ni recibía otras visitas, he supuesto que Jansen la empleaba para dar esquinazo a cualquier curioso que pudiese seguirle. Supuse que el traidor tenía que estar usando algún pasaje subterráneo, pues los espías rusos, por listos que sean, aun no tienen el don de la invisibilidad. Pero, por desgracia, los planos de las conducciones subterráneas berlinesas no son completos. Pude descartar las alcantarillas: envié unos poceros que no encontraron huellas de paseos nocturnos. Para asegurarme, hice que una de mis colaboradoras para que se cruzase con Jansen cuando volvía, sin que notase olor a cloaca. No temas, Nicole, porque utilice mujeres como agentes: la mayoría son viejas matronas que no atraen una segunda mirada, aunque igual daría que fuesen hijas de Afrodita porque solo puedo pensar en ti.

Si Jansen no utilizaba las cloacas tendrían que ser los conductos de la electricidad o del gas. Aprovechando la tapadera de la Agencia he tenido acceso a los archivos de las compañías, comprobando que había un antiguo pasadizo que comunicaba la nave con un taller situado a unos cientos de metros. Tampoco he entrado ahí, sino que he establecido una discreta vigilancia a distancia. Puse a otras de mis agentes en la estación del U-Bahn más cercana, y coloqué equipos de observación en un par de apartamentos un poco alejados, que no quitaban ojo de las calles. Nicole, no te imaginas lo útil que puede llegar a ser un buen anteojo. La gente tiene instintos animales y cree que solo pueden verle si ellos pueden hacerlo a su vez; pero con los telescopios se pueden fotografiar caras desde un kilómetro de distancia. Si la gente lo supiese, sería más cuidadosa con las cortinas. Luego ya solo fue cuestión de buscar en los archivos. Ha resultado que ese taller es un nido de ratas en el que se reúnen varios antiguos militantes del Partido Comunista. Tienen hasta una radio de la que he detectado sus emisiones, y también armas. Pues a un almacén cercano que ha alquilado un traidor al que llamaré Juho, al que tampoco he tocado por ser demasiado cercano a Jansen, han llegado muebles enviados por Jens.

Si los traidores se reúnen y ya tienen las armas, es que queda poco tiempo. Pensarás que tal vez sea una falsa alarma y que la célula de Jansen va a seguir durmiendo pero ¿Por qué han dado a Jutta la orden de activarla? ¿Por qué han corrido el riesgo de acercarse a Jens y sus envíos? Demasiado peligroso. Cuando un espía contacta con otros sale a la luz y resulta más fácil atraparlo. Si Johan, que no es tonto, ha ordenado a Jansen que se exponga y se acerque a alijos peligrosos, es porque pretende que entre en acción, y pronto. Algo grave se acerca.

Nicole, temo que nuestro mundo se acabe.