Publicado: Jue Abr 21, 2016 3:34 pm
por Domper
Introducción

La catástrofe que para Europa supuso la Primera Guerra Mundial no solo llevó al ascenso de ideologías totalitarias, sino que creó un sentimiento de resentimiento en los derrotados que desencadenó una nueva guerra en Europa apenas veinte años después. Pero la nueva guerra no fue igual que la anterior: los militares alemanes habían ideado una nueva estrategia que usaba los adelantos en la mecanización y en la aviación para vencer a los ejércitos enemigos, penetrar profundamente en su retaguardia y finalmente derrotarlos con rapidez y energía que hubiesen aplaudido Aníbal o Napoleón.

Con rapidez pasmosa Alemania conquistó Polonia, Dinamarca y Noruega, y en Mayo de 1940 se volvió contra el Oeste. En un mes derrotó los ejércitos franceses, ingleses y belgas. Aunque la mayor parte del ejército inglés pudo reembarcar en Dunkerque, tuvo que abandonar su armamento. Inglaterra quedó casi inerme ante el ejército alemán: solo su flota protegía sus costas del avance de los Panzer. Poco después el resto de los Países Bajos y de Francia cayeron bajo el yugo nazi.

La obra que precede la actual, “El Visitante”, comienza cuando el 27 de junio de 1940 un victorioso Adolf Hitler visita París. El dictador es un aficionado a la arquitectura y desea conocer los principales monumentos de la Ciudad de la Luz. Sin embargo un conspirador alemán ha entregado una bomba a un izquierdista francés. Hitler perece cuando la bomba estalla durante su visita a la Ópera, y la historia del mundo diverge.

Al llegar la noticia del asesinato de Hitler a Berlín el jefe de las SS, Heinrich Himmler, intenta hacerse con el poder ayudado por el jefe de seguridad del Reich, Reinhard Heydrich. Sin embargo uno de sus subordinados, el mayor Walter Schellenberg, decide cambiar de bando y alerta al Reichsmarschall Hermann Goering. Este consigue frustrar el golpe con la ayuda del general Beck, antiguo jefe del ejército caído en desgracia. Goering ordena la ejecución de Himmler y Heydrich, y además otros prominentes nazis mueren o son gravemente heridos durante la intentona. Goering aprovecha el asesinato de Hitler para acusar a las SS y disolverlas. Posteriormente organiza un plebiscito que le confirma en el poder, tomando el título de “Statthalter”, es decir, lugarteniente. Goering decide llamar al antiguo canciller Von Papen para dirigir la diplomacia alemana.

Tras la toma del poder Goering estudia junto con los altos cargos del ejército, la marina y la aviación como vencer a Inglaterra. Después de largas deliberaciones deciden que un asalto directo es imposible debido a la debilidad naval alemana, y prefieren atacar al Imperio Británico para hacer caer al Primer Ministro Británico Winston Churchill.

Von Papen consigue que Goering atenúe el antisemitismo nazi para hacer su régimen más digerible para otras naciones. Luego organiza en Aquisgrán una conferencia de la que surge una confederación de estados europeos, la Unión Paneuropea, y un organismo militar, el Pacto de Aquisgrán. La Unión Paneuropea incluye a Alemania y sus conquistas, Italia, la mayor parte de los Balcanes salvo Yugoslavia y Grecia, la renuente Francia y España.

El Reino Unido considera que la Unión Paneuropea es una amenaza e impone sanciones contra España. Las maquinaciones de Schellenberg, que ahora dirige los servicios de inteligencia alemanes, llevan a que Inglaterra declare la guerra a España. Los británicos desembarcan en Canarias, pero pocas semanas después Gibraltar es reconquistado por los españoles.

Goering presiona a Mussolini para que acepte la ayuda militar alemana, cuya llegada salva al ejército italiano de la contraofensiva inglesa en Egipto. El descubrimiento de petróleo en Libia da mayor importancia al escenario, por lo que ambas potencias llevan a África una gran fuerza militar, con gran componente acorazado, dirigida por los generales Von Manstein y Rommel. Los dos generales se complementan perfectamente y derrotan a los británicos primero en la frontera de Libia y luego en Egipto.

Simultáneamente el regente Pablo de Yugoslavia, con ayuda alemana, se proclama rey de Yugoslavia, que se une a la Unión Paneuropea. Grecia es atacada y derrotada por los alemanes, aunque los ingleses logran refugiarse en Creta.

Tras el golpe de estado antibritánico en Irak los ejércitos alemán e italiano, dirigidos por Von Manstein y Rommel, cruzan el Canal de Suez, derrotan al ejército inglés, e invaden Palestina, enlazando con los rebeldes iraquíes. Goering convoca una reunión de la Unión Paneuropea en Jerusalén.

Sin embargo Goering está siendo influido por miembros radicales del partido nazi, y retoma su nunca olvidado antisemitismo para proceder a la limpieza racial en Europa y Palestina. Asimismo decide invadir la URSS. Ofrece el mando de las operaciones a Von Manstein, ahora en Berlín, que diseña un complejo plan de operaciones para la invasión. Schellenberg, que es testigo de matanzas de judíos en Palestina, busca el apoyo de generales y políticos alemanes contra los planes del dictador. Al mismo tiempo Stalin, que engañado por Schellenberg ha desencadenado una nueva purga contra su ejército, planea invadir Europa Occidental adelantándose a la ofensiva alemana.

La posición de Churchill peligra, pero su habilidad como político le libra de una moción de censura. Pensando que los éxitos alemanes se deben a Goering envía un comando para atentar contra él. La operación fracasa pero el rumor llega a Berlín, donde un grupo de nazis, muchos de ellos relacionados con las antiguas SS, intentan tomar el poder, ayudados por el mariscal Beck y el almirante Canaris. Sin embargo Schellenberg, ayudado por Von Manstein, aborta el intento de golpe de estado.

En Jerusalén se prodigan las conspiraciones contra Goering, pero el antiguo SS y ahora comisario de policía Sepp Dietrich consigue desmantelarlas. Finalmente el mismo oficial alemán que había llevado la bomba a París consigue introducir otra bomba en la recepción que ofrece el dictador alemán a sus aliados. En el atentado mueren Goering y Mussolini, y la historia del mundo vuelve a cambiar.