Publicado: Sab Abr 26, 2014 4:12 pm
por Domper
Dora menos tres

14 de Mayo de 1941

Al cabo Neumann se le ocurrían mejores usos mejores para tanto condón. Sus compañeros le consideraban un palurdo pero incluso en su Golmbach natal había donde emplear un preservativo. El cabo se había extrañado al ver llegar tanta goma higiénica a una unidad de la Luftwaffe: los pilotos eran famosos por su vida licenciosa, pero ni todo el Fliegerkorps era capaz de acabar con ese alegre suministro.

Neumann no era tan tonto como sus compañeros pensaban. Desde pequeño se había dedicado a reparar la maquinaria agrícola de la finca de su familia y luego había sido aprendiz en el taller del pueblo, por lo que no se había extrañado al ser enviado a una unidad de mantenimiento de la Luftwaffe. En el taller había aprendido como distinguir si un motor estaba mal ajustado por su ruido, y a juzgar el equilibrio de una biela haciéndola tañer como una campana. Había manejado varillas, correas dentadas, válvulas, pero nunca condones. Tanta goma higiénica solo podía ser un error.

Entonces vio al teniente que ordenaba cubrir los escapes de los motores Jumo de los Junkers Ju 88 con los preservativos, y entendió el motivo. Los motores Jumo eran muy sensibles al polvo, hasta tal punto que tenían que cubrir radiadores y admisión de aire y solo descubrirlas cuando el avión iba a volar, pero ni así se conseguían evitar las continuas averías. El polvo entraba por todos los resquicios y acababa en los pistones, cuyas camisas se gastaban rápidamente. Habían tratado de cubrir las posibles entradas de aire con lonas, pero tuvieron que dejar de hacerlo cuando olvidaron retirarlas y el motor de un Ju 88 se incendió. Pero los preservativos eran la solución ideal, protegían tan bien de la gonorrea como del polvo, y las delicadas gomas explotaban cuando el motor se ponía en marcha. Solo se necesitaban suficientes condones para mantener la Luftwaffe de Egipto en el aire.