Publicado: Mié Mar 12, 2014 3:49 pm
por Domper
Lucero del Alba

16 de Febrero de 1941

Walter Schellenberg. “Diario de Guerra”. Data Becker GMBH. Berlín, 1977.

Nuestras operaciones en Libia, tras un mal inicio, están resultando muy satisfactorias. El día 10 los ingleses lanzaron inesperadamente una ofensiva contra los italianos en la costa. Nuestros aviones de reconocimiento descubrieron los movimientos ingleses pero la Luftwaffe, con su tendencia a operar por su cuenta, preparó un gran ataque aéreo pero olvidó alertar a nuestros mandos.

Los italianos por lo visto estaban tan confiados en nuestra planeada ofensiva que habían dejado de hacer reconocimientos, y sus posiciones en primera línea estaban desprevenidas. Cuando los ingleses atacaron cundió el pánico en la infantería y pocas posiciones resistieron lo suficiente para permitir la llegada de refuerzos alemanes. Mientras los tanques ingleses efectuaban un rodeo por el desierto para atrapar a esos valientes por la espalda.

Sin embargo los ingleses no contaban con el genio militar alemán. El general Rommel, al ser informado de los movimientos alemanes, concibió una maniobra para atraparles. Ordenó a la infantería alemana que reforzase el frente italiano y que preparase una defensa en erizo, pero también ordenó al general Nehring, al mando de nuestros Panzer, que abriese una brecha entre las posiciones de la costa y nuestro cuerpo de ejército Panzer del interior. Aunque no pudo ponerse en contacto con el general al mando debido a la actividad enemiga, von Manstein entendió la maniobra que preparaba Rommel y confirmó sus órdenes.

Durante las 48 horas siguientes los soldados hindúes y australianos se estrellaron contra nuestras posiciones. Sin embargo los tanques ingleses siguieron avanzando hasta situarse al Este de Bardía y avanzando hacia el Norte. Fue entonces cuando se encontraron con una cortina de cañones antitanques cuidadosamente dispuestos por Rommel. Según sus informes los ingleses perdieron más de cincuenta tanques en pocas horas.

Fue entonces cuando Rommel lideró un contraataque con las divisiones 113 y 164, apoyadas masivamente por la Luftwaffe. El avance inglés les había alejado de su propia artillería, y al verse ante nuestros Panzer se quedaron paralizados y finalmente se desmoronaron. En un sálvese quien pueda escaparon hacia el Este en todo lo que tenía ruedas. Mientras Nehring atacó a los tanques ingleses con la 15ª Panzer. Los Matilda ingleses aun seguían atacando hacia la costa, sin saber que estaban en una encerrona, cuando los Panzer surgieron a sus espaldas. En la batalla siguiente fueron destruidos casi todos sus tanques siendo nuestras pérdidas escasas.

El día 15, el previsto para nuestro ataque inicial, vio la orden de von Manstein de iniciar la persecución general. A las valientes divisiones 15º Panzer, 113 y 164 se les encomendó reducir las últimas bolsas inglesas, mientras la 7ª Panzer encabezó la persecución, sin dejar rehacerse a los ingleses.

En una primera estimación von Manstein refiere haber destruido ciento cincuenta tanques y doscientos cañones. Los prisioneros son más de diez mil.