Publicado: Jue Feb 27, 2014 12:12 pm
por Domper
Sol y moscas

22 de Julio de 1940

— Ministro, no entiendo como pueden vivir aquí. — El verano madrileño estaba siendo especialmente caluroso. Aunque los gruesos muros del Hotel Palace y los ventiladores atenuaban un poco el bochorno, seguía siendo sofocante para un hombre del Norte.

— Embajador Von Papen — el alemán de Ramón Serrano Súñer era excelente — solo es cuestión de habituarse.

Von Papen estudió a su interlocutor. Ramón Serrano Súñer se estaba convirtiendo en uno de los hombres fuertes del régimen. No solo era cuñado de Franco, sino que el asesinato de sus dos hermanos en la anterior guerra era el mejor aval de su lealtad. Además de Ministro de Gobernación estaba tomando protagonismo en la política exterior española ante el inesperado giro anglófilo del actual ministro, el coronel Beigbeder.

— Ministro, como le decía, he sido enviado por el Statthalter Goering para proponerle que España se una a la guerra contra Inglaterra.

— Ese es mi deseo. Pero el Generalísimo no está convencido. España está devastada tras la guerra. Necesita petróleo, carbón, alimentos, y solo puede conseguirlos por mar. Si España entra en guerra los ingleses nos bloquearán, y los españoles pasarán hambre ¿Cómo podría Alemania evitar que España pasase hambre?

— Es sencillo. Solo hay que derrotar a los ingleses.

— Como si fuese tan fácil. Además la victoria no será inmediata ¿Qué comerán los españoles este invierno?

Von Papen conocía las demandas españolas, pero también sabía que Serrano Suñer y gran parte del Ejército deseaban unirse a Alemania. Solo necesitarían un pequeño empujón.

— Ministro, el Statthalter me ha pedido que le asegure que Alemania hará el mayor esfuerzo posible para ayudar a España. Petróleo no tiene demasiado, pero sí carbón. Y sobre todo alimentos, pudimos capturar la cosecha polaca. Con ella podrá alimentar a España durante todo el invierno.

— Esa cosecha ¿a qué precio se venderá? — duda Serrano Súñer.

— ¿Quién ha hablado de precio? — dice Von Papen —. Alemania cederá los suministros como ayuda al nuevo aliado. No solo eso, le promete que una vez conquiste Gibraltar…

— Perdone, embajador, pero el honor español requiere que seamos nosotros quienes reconquistemos el Peñón.

— Lo entiendo, pero no menospreciarán la ayuda alemana ¿no? Como le decía, tras la conquista, el Peñón será suyo. Pero no solo eso. El Statthalter le ofrece unificar la Península: Portugal y Andorra.

Serrano Súñer casi se atraganta — ¿Portugal? Pero si nos ayudó durante la guerra civil.

— Si Portugal se une a Alemania, conservará su independencia. Pero si no lo hace, será de ustedes. También le ofrece el norte de Marruecos hasta Fez.

— ¿Y el Oranesado? —pregunta Serrano Súñer.

Von Papen piensa para sus adentros ¡te he pillado! O sea, Portugal es buen cebo. Ahora solo se trata de tirar del sedal.

— El Oranesado dependería de la participación española. Pero tengo que hacerle una confidencia: Pétain también está pensando declarar la guerra. Cuando ganemos la guerra, si España ha permanecido neutral, tendremos que compensar a Francia de alguna forma ¿no le parece? Y los italianos también están muy interesados en las Baleares.

— El problema será Canarias, los ingleses se lanzarán a por ellas.

— El Statthalter no desea que las Canarias pasen a ser una nueva rapiña inglesa. Por eso Alemania va a ceder a España el material necesario para defenderlas aunque ustedes no entren en guerra. Durante la semana próxima llegarán a la frontera francesa dos docenas de cañones de costa pesados, cincuenta cañones antiaéreos, 50 cazas Messerschmitt y 25 bombarderos Junkers. Son un regalo del Statthalter. El único compromiso español será destinar esos equipos para la defensa de Canarias, y enviarlos cuanto antes.