Publicado: Mié Feb 26, 2014 5:47 pm
por Domper
Una sobremesa informal.

11 de Julio de 1940

Tras la frugal comida los cinco comensales pasaron a un reservado. — Ordenanza, le ruego que nadie nos moleste. Vigile la puerta, por favor.

— A sus órdenes, mi general — salió y cerró la puerta.

— Felicidades por su ascenso, Oberst Schellenberg — dice Von Manstein — Por lo que se dice usted tuvo un papel crucial en el golpe de Himmler ¿No es así?

Aunque solo era un coronel en presencia de generales, Schellenberg no estaba nada cohibido. Goering le había autorizado a proporcionar información secreta. También tenía otra misión, pero esa no la revelaría: los vigilaría de cerca. Los designados para el comité eran hombres muy prometedores, pero estaban a prueba.

— General, el Statthalter me ha ordenado informarles de lo ocurrido. Por lo que sabemos, el atentado de París fue cometido por un “lobo solitario”, un francés resentido que actuaba por su cuenta. No sabemos como consiguió los explosivos, pero eso se lo debemos a las SS: al conocer donde vivía el asesino, una compañía de las Waffen SS detuvo a los vecinos de la calle y empezó a fusilarlos. En ello estaba cuando llegó el ejército. Las SS se negaron a desarmarse, y el ejército no tuvo más opciones que aniquilarlas. Cuando acabó el combate no quedan testigos vivos de las últimas horas del asesino.

— Lástima. Pero eso quiere decir que no fue obra de Heydrich — responde Von Manstein.

— No, lo que ocurrió es que al llegar las noticias a Berlín Heydrich propuso a Himmler detener a los otros jerarcas del partido y hacerse con el poder. Cuando supe lo que iban a hacer informé personalmente a Goering, y alerté a la guarnición de Berlín, que pudieron detener el intento. Himmler y Heydrich fueron capturados e inmediatamente, ejecutados.

— ¿Sin juicio? No me gusta — comenta Von Papen.

— Señor, un juicio hubiese sido muy peligroso. Heydrich se dedicaba a espiar a todo el mundo y había confeccionado un archivo. Incluso tenía una carpeta con datos sobre las operaciones mercantiles de la familia Von Papen — Von Papen enrojeció — y sobre los antecedentes familiares de los Manstein — fue el turno de acalorarse de Von Manstein —. Hasta había espiado a Hitler. Sus últimas intrigas iban dirigidas contra Goering, pensaba utilizar la afición al lujo del Statthalter y la dudosa procedencia racial de sus subordinados.

— Entiendo lo de Heydrich ¿y Himmler?

— Himmler fue el primero en empezar a matar a todo el que pilló. Además el Statthalter estaba disgustado por el giro racial de la política del partido. Su antisemitismo nunca fue acérrimo, y temía verse compelido a actos repugnantes. Liquidando a Himmler y a Heydrich no solo castigaba su intentona, sino que permitía cambiar la política del Estado.

— Y ese archivo — pregunta Von Papen — estará a buen recaudo.

— Era demasiado peligroso hasta para mí. Envié una patrulla a recogerlo, y tras mostrárselo a Goering, este ordenó que se quemase. No hay copias. Yo no me atrevería a conservar una. Supongo que el Statthalter me vigila.

Interrumpe Von Manstein — Caballeros, tenemos poco tiempo y sería conveniente que nos pusiésemos a trabajar. El Statthalter me ha ordenado estudiar las opciones estratégicas de Alemania. El otro día hubo una reunión del OKW, pero degeneró en una discusión que no llevó a nada. Goering cree que un grupo más reducido permitirá llegar a alguna conclusión. En primer lugar, Coronel Schellenberg, usted que parece saberlo todo ¿qué pasó con el avión de Hess?

— No estamos muy seguros – contestó Schellenberg. — Hess últimamente no estaba muy centrado, y la muerte de Hitler le enloqueció. Creía que tenía que cumplir su designio, unir a Inglaterra y a Alemania en una cruzada antijudía y antibolchevique. El caso es que usando su autoridad se hizo con el avión que se estaba preparando en Tempelhof para la oferta de paz. Despegó por su cuenta, se dirigió hacia Londres y desapareció en el Canal. Creemos que fue confundido con un avión de reconocimiento y lo derribaron.

— Eso quiere decir que fue accidental ¿Existe posibilidad de una negociación con los ingleses?

— General, estuve hablando con el Almirante Canaris. La Abwehr dispone de muy poca información directa de Londres. Lo único que sabemos es que se están preparando para repeler una invasión.

Kesselring dice — Nuestros reconocimientos aéreos lo confirman.

Von Papen interviene — Sin embargo, creo que la resolución inglesa no es monolítica. Durante los días de la invasión de Francia hubo miembros del gobierno que intentaron entrar en contacto con nosotros mediante la embajada italiana, pero la declaración de guerra de Mussolini cortó dichos contactos. Pero parece que Churchill tiene oposición en su gabinete, probablemente liderada por Lord Halifax.

— Si la posición de Churchill no es firme, una derrota sonada podría acabar con él ¿no es así? —dice Von Manstein.

— Pero lo contrario también — responde Von Papen —. Cualquier victoria que consigan, por pequeña que sea, le afirmaría en el poder.

— Por tanto será primordial evitar fracasos ¿dónde podremos derrotarles?

Es el turno de Marschall — General, sé que usted es partidario de una invasión, pero las posibilidades de una operación de ese tipo son mínimas. Hasta Otoño no se habrán reparado los buques dañados en Noruega, y los barcos perdidos tardarán años en ser sustituidos. La Royal Navy es demasiado potente. Solo si la Luftwaffe consiguiese hundirla…

— Seré franco, almirante — responde Kesselring —. Es poco probable. Durante esta semana hemos atacado varios convoyes en el Canal. Aunque estaban compuestos de buques viejos y lentos, y aunque apenas llevaban escolta, hemos sufrido pérdidas importantes y hemos hundido muy pocos barcos. Estamos entrenando un grupo aéreo para el ataque naval, pero llevará tiempo.

Von Manstein no estaba satisfecho pues había sido el principal partidario de la invasión — ¿Tampoco sería posible una acción a menor escala? Parecido a las incursiones navales de 1914 y 1915.

— Por ahora serían peligrosas — responde Marschall —. Tal vez en Otoño cuando hayan acabado las reparaciones en los acorazados, o la primavera próxima, cuando entre en servicio el Bismarck. Eso solo si la Luftwaffe consigue la superioridad aérea.

— Siento oír eso — dice Von Manstein —. Quiere decir que este año no podremos invadir Inglaterra. Sin embargo, creo que debemos seguir con los preparativos, para presionar al enemigo y aprovechar cualquier oportunidad. Y si este año no es posible, la primavera próxima será el momento. Mientras, tendremos que buscar otro lugar donde conseguir esa victoria que haga caer a Churchill.