Publicado: Mar Feb 25, 2014 4:56 pm
por Domper
Proclama

Berlín, 1 de Julio de 1940

El centro de Berlín estaba tomado por el ejército. Centinelas armados cubren las calles, y carros blindados vigilan las intersecciones de las avenidas. Pero los soldados no llevan uniformes de campaña sino de gala con brazaletes negros. Las banderas ondean a media asta, y las bandas de música tocan marcas fúnebres. Una larga fila de berlineses desfila ante el ataúd de Hitler, expuesto en la cancillería. Los más observadores apreciaron que el rostro del Führer era una máscara de cera, porque los destrozos que la bomba había hecho en su famoso rostro no se habían podido recomponer.

En el Reichstag Goering se dirige a la nación. Su discurso es retransmitido por todas las emisoras y es seguido en todos los rincones del país, y también en Polonia, Noruega, Francia y en todos los rincones a los que había llegado Alemania. Es seguido con atención en las capitales europeas y especialmente, desde Londres. Winston Churchill, junto con Menzies, escucha una traducción del discurso.

“Ciudadanos alemanes, hace cuatro días la traición se llevó al líder de Alemania. Incluso a la sombra de su gigantesca figura el judaísmo internacional pudo encontrar esbirros. Pero el gran ejército Alemán, sus heroicas fuerzas aéreas y su gloriosa marina, luchando hombro con hombro, derrotaron los planes judíos y aniquilaron a sus sicarios…”

— Sir Winston, fíjese como ha cambiado el tono de los discursos. Se ha referido a los alemanes como ciudadanos y no como camaradas. No ha nombrado al Partido Nazi pero sí a las fuerzas armadas alemanas. Como le comenté ayer, parece que Goering se ha apoyado en los militares para conseguir el poder.

“Frente a los restos mortales del líder, declaro que solo habrá un Führer, y que ese título solo podrá ser el de nuestro perdido líder. En lo sucesivo ostentaré el título de Statthalter, el lugarteniente del guía que nos señaló el rumbo de la nueva Alemania”

Churchill refunfuña. — Morralla para la galería. Lugarteniente, virrey o como se quiera llamar, se traduce por dictador.

Menzies interrumpe a Churchill — Espere, excelencia, a ver que más sigue diciendo.

“Como sucesor designado del Guía, yo seré el primer Statthalter. Pero yo no tengo el derecho que la Fuerza de Alemania daba al Führer. Solo los ciudadanos de la Gran Alemania podrán otorgarme el derecho de sucederle. Por eso os pediré vuestra aprobación en un plebiscito que se celebrará el último domingo de este mes. Os ruego, hermanos alemanes, que ese día me otorguéis la misma confianza que distéis a nuestro querido Führer”

Menzies dice. — Como verá, ese tipo intentará que un refrendo amañado le dé la legitimidad que nunca conseguiría en unas elecciones. No es tonto, no, tras la votación ya no dependerá de las fuerzas armadas para seguir en el poder.

“Pero hoy no solo es día de dolor, es también día de venganza. Los asesinos del Führer han pagado con la vida su crimen, y no conseguirán destruir su sueño. Hitler murió luchando por una Europa unida que derrotase a la conspiración judía que quiere dominar el mundo. Desde esta tribuna pido a toda Europa que se una a Alemania en la lucha. Ofrezco mi mano a las naciones amigas, pero también a las que siguieron a líderes equivocados y conocieron la derrota ante el gran ejército alemán. Ofrezco la mano a nuestros aliados italianos, a nuestros amigos españoles, balcánicos, nórdicos, griegos, suizos. Ofrezco la mano a los valientes franceses, belgas, holandeses o noruegos. Ofrezco la mano también al pueblo inglés, que al otro lado del mar escucha y teme la voz de Alemania.”

— Dios mío ¿Qué está queriendo decir ese tipo? — dice Churchill — ¿Quiere negociar?

“Pero alemanes, los judíos y masones los que compraron la lealtad del asesino Heydrich se esconden en Londres. Desde esta tribuna, exijo al pueblo inglés que entregue a los asesinos y se una a Alemania. Unidos los pueblos inglés y alemán, la victoria será nuestra. Pero si rechazan mi mano, conocerán la venganza.”

“Siguiendo la voluntad de nuestro Líder, convoco a todos los pueblos libres de Europa a una gran asamblea de la que saldrá una Europa fuerte y unida. Alemanes, en estos momentos los embajadores de Alemania están entregando a los gobiernos europeos una solicitud para que acudan a Berlín a una gran conferencia que siente las bases del sueño de Hitler. También enviaré a Inglaterra un avión desarmado, pintado de blanco y con cruces verdes, para entregar al pueblo inglés la invitación a unirse a la Europa Unida. Pido al pueblo inglés que reciba mi embajada de paz…”

— Ese hijo de perra — exclama Churchill — nos exige que nos rindamos, y si no es así, unirá a toda Europa contra nosotros. Bien, aprenderá la fuerza del Imperio. Ordenaré que se reciba ese avión a cañonazos. Y que la operación Catapult siga adelante.