Publicado: Mar Feb 25, 2014 4:48 pm
por Domper
¿Qué está pasando allí?

Londres, 29 de Junio de 1940

— Respuestas, necesito respuestas ¿Alguien sabe qué demonios está pasando en Berlín? — El recientemente nombrado Premier, Sir Winston Churchill, interrogaba a sus asesores. No era para menos. Dos días antes había sido interceptada una transmisión de Radio Berlín informando de la muerte de Hitler y de incidentes en Berlín. Desde entonces, la radio alemana había sido parca en noticias. Tan solo loas a la figura del canciller, y mensajes a la nación del sucesor, el mariscal de la Luftwaffe Goering. Pero el embajador de Estados Unidos en Londres había llamado al Foreing Office informándole de un intento de golpe de Estado de Himmler, derrotado por el Ejército.

— Sir Winston, estamos recabando tanta información como podemos. Pero no tenemos informes directos de Berlín, solo los que las potencias neutrales quieran darnos — responde el Mariscal John Dill, jefe del Estado Mayor Imperial.

— Pero ¿qué ha pasado con Hitler? ¿Lo han matado o se ha atragantado con esas incomibles Kartoffen? ¿Qué está pasando en París? ¿Sabe usted algo, Menzies? —Sir Stewart Menzies, director del MI6, se estaba convirtiendo en uno de los colaboradores predilectos de Churchill.

— Tampoco sabemos mucho. El rumor es que lo han matado con una bomba, y sus SS se están vengando. Pero aun no tenemos informes directos.

— ¿Hemos sido nosotros?

— Que más quisiéramos — suspira Menzies. — Su Excelencia sabe que en París siempre hemos tenido una red de informadores…

— Bien hecho, hay que vigilar al enemigo, pero aun más a los amigos — interrumpe Churchill.
Sigue Menzies — Pero tras la invasión alemana y la evacuación de la Embajada hemos perdido contacto con la red. Hemos ordenado a nuestros agentes permanecer a la espera hasta que podamos enviar a alguien. Pero es demasiado pronto.

— ¿No sabemos nada más? ¿Movimientos de tropas, intenciones del enemigo?

Menzies suspira, parece no querer decir todo lo que sabe — Bueno, algo sabemos. Como le expliqué hará unos días, hemos conseguido una fuente en el OKW —Mira a Churchill, que entiende la indirecta — Según nos ha informado, se están efectuando importantes cambios en el ejército alemán. Las divisiones SS están siendo desmovilizadas, pero no sin incidentes. En algunos lugares ha sido precisa la intervención de la Luftwaffe para que se sometiesen.

— Mientras se peleen entre ellos, mejor.

— Sir Winston, esos cabeza cuadrada no han discutido mucho. Por lo que sabemos las aguas se han calmado y el ejército ha tomado el control.

— ¿Qué sabemos del fantoche de Goering?

—Sir Winston, no se equivoque. Aunque a ese gordo le gusten los uniformes pintorescos no es un incompetente. Ha convertido a la Luftwaffe en la fuerza aérea más potente del mundo, como hemos podido comprobar en carne propia. Por lo poco que sabemos, se ha hecho con el control de Alemania en un par de días.

— Bueno, a lo nuestro — dice Churchill — ¿Qué sabemos de la flota francesa?

La flota francesa se estaba convirtiendo en la gran preocupación del gabinete. Era una flota numerosa y moderna, y en manos alemanas significaría una gravísima amenaza para el Imperio. Sumada a la flota italiana haría imposible mantenerse en el Mediterráneo. Dos días antes el gabinete había ordenado la operación Catapult, para neutralizar la flota francesa.

— Ningún cambio. Los barcos franceses permanecen anclados — responde el almirante Sir Dudley Pound — Sir Winston ¿no sería mejor posponer la operación Catapult mientras vemos como evoluciona la situación?

— Señores, si proseguimos con la operación siempre podremos anularla. Pero si la flota francesa cae en manos alemanas, es la suerte del Imperio la que corre peligro. Almirante, le ruego que sigan adelante, siempre podremos dar contraorden.