Publicado: Mié Dic 28, 2011 11:26 am
por Domper
12 de Diciembre de 1939

La Segunda Guerra Mundial en el Atlántico. Luis de la Sierra. Ed. Juventud 1978. (1)

Las semanas de navegación estaban pasando factura, y el Graf Spee necesitaba un recorrido general de su maquinaria, que solo podría efectuarse en Alemania. Langsdorff onsideró que, ya que tenía que volver a puerto, podía correr el riesgo de encontrarse con alguno de los cruceros auxiliares que los aliados usaban para patrullar las aguas distantes. Suponiendo que el mensaje del Doric Star había sido interceptado, decidió abandonar el Atlántico Central y dirigirse hacia el Río de la Plata, para atacar la nutrida navegación aliada.

Para su desgracia, no sabía que la trampa se estaba cerrando. Porque La llamada de socorro del Doric Star había sido recibida no solo en Freetown, sino a bordo del flamante portaaviones Glory, mandado por el Comodoro Vian, un mando inteligente y diligente que no había alcanzado su puesto simplemente por antigüedad. Vian sospechaba que la reciente incursión en el Índico solo había sido una distracción. Estudiando los puntos en los que se habían producido ataques, y la posición de las llamadas de radio interceptadas, dedujo que en una zona del Atlántico Sur, a unas 500 millas al Sur de Ascensión, se citaba con buques de aprovisionamiento. Tras comunicar sus intenciones a Harwood y a Gensoul, se dirigió a la zona a su mejor velocidad (2).

Temporalmente la suerte sonrió a los alemanes. La tarde del 12 de Diciembre un avión del Glory localizó un buque desconocido a unas 300 millas al Oeste de la posición donde el Doric Star había sido atacado. Sin embargo, la torre y la chimenea de atrezzo (3) que habían sido montadas días antes hicieron su papel, y el piloto identificó al alemán como un crucero francés. Solo cuando volvió al Glory e informó del avistamiento se comprobó que no había barcos franceses en la zona. Era demasiado tarde para lanzar un ataque, y Vian no quiso acercarse a un barco que superaba en poder artillero a su formación durante la oscuridad.

Desde el corsario alemán no había sido avistado el avión inglés. Un afortunado cambio de rumbo al SO hizo que la exploración lanzada a la mañana siguiente por el portaaviones inglés fracasase. Pero ahora los ingleses sabían la zona en la que estaba operando el corsario alemán. Y en rumbo casi inverso se acercaba la agrupación del capitán Harwood.

El capitán Harwood tenía encomendada la protección del tráfico mercante entre el Río de la Plata y el Cabo de Hornos. Mandaba cuatro cruceros, tres modernos, el Kent en el que izaba su bandera, el Cumberland y el Ulster, y el modernizado crucero portahidros Vindictive. El Vindictive, tras su reforma, solo montaba cañones antiaéreos por lo que no podrían intervenir en un duelo artillero, pero sus otros tres cruceros eran barcos grandes, marineros, y bien armados. Aunque tenía órdenes de no exponerse y, si detectaba al acorazado, seguirlo hasta que se reuniesen fuerzas superiores, Harwood deseaba usar sus 24 cañones de 152 mm. Para ello había entrenado a sus cruceros para operar por separado, de tal forma que cada uno pudiese corregir el tiro de los otros. Los diseñadores ingleses del periodo de entreguerras habían preferido construir barcos sencillos y baratos, suponiendo que la cadencia de tiro de los cañones de seis pulgadas compensarían la falta de alcance. Los potentes cañones alemanes mostrarían cuan errados estaban (4).

Durante un tiempo temió que Graf Spee intentase bombardear Port Stanley el aniversario de la batalla de las Falkland, pero tras el avistamiento del Glory comprobó que no era posible. Decidió dirigirse hacia el Río de la Plata, pero pensó que era poco probable que se topase con el acorazado alemán, por lo que dejó a uno de sus cruceros en Port Stanley, el Cumberland, para una limpieza de sus calderas.

La mañana del 12 de Diciembre, a unas 400 millas al Este de Buenos Aires, un hidroavión Swordfish del Vindictive detectó un crucero a unas 40 millas a proa, en rumbo encontrado. Pensando que la velocidad de sus cruceros le permitiría ponerse a tiro rápidamente, dio órdenes al Vindictive de mantenerse a distancia, y se dirigió a toda máquina hacia el alemán. Solo rompió el silencio radial cuando se avistaron los palos del Graf Spee.

A bordo del Graf Spee se divisaron tres buques a gran distancia, que fueron confundidos con destructores. Langsdorff consideró que quedaban muchas horas de luz como para evitar el contacto, y ya que había decidido combatir antes de volver a Alemania, resolvió cerrar contra el enemigo, cometiendo el primero de sus errores aquel día funesto. Porque podría haber usado el mayor alcance de sus cañones para ahuyentar a sus seguidores durante el día, y luego evadirse de noche. El Graf Spee se preparó para interferir los mensajes enemigos (5) y, cuando los telémetros marcaban 22.000 yardas el acorazado alemán viró a babor, cruzó la T a sus enemigos, y abrió fuego con sus seis cañones de 280 mm.

A bordo del Kent todavía se estaba cifrando el mensaje de avistamiento cuando fue silueteado por los piques del los proyectiles enemigos. En esta primera fase el fuego alemán fue excelente, centrando al crucero inglés en la tercera salva. El Kent intentó evitar la lluvia de proyectiles, pero incluso antes de poder abrir fuego fue alcanzado por tres proyectiles de 280 mm. Uno estalló sobre la torre B, destruyéndola y dejando fuera de servicio la torre A, y ametralló el puente. Un segundo cayó en el combés, causando un incendio de cordita de la munición antiaérea allí preparada. Un tercero atravesó el palo de proa. Aunque no estalló, las esquirlas desprendidas dejaron al buque sin radio.

Mientras el Ulster pudo acercarse a 16.000 yardas y disparar. Los proyectiles de 152 mm tocaron varias veces al blindado alemán, cuya coraza resistió magníficamente. Uno de los proyectiles estalló contra el escudo de la torre Antón, y uno de sus fragmentos hirió en el brazo a Langsdorff, que estaba en el puente descubierto y no quiso ser relevado, en su segundo error del día.

En los siguientes minutos el Graf Spee siguió disparando contra el Kent, tocándolo con cuatro nuevos proyectiles, que dejaron fuera de servicio toda su artillería principal, destruyeron la sala de calderas de proa (6), y perforaron el casco en varios puntos. El Kent tuvo que retirarse tras una cortina de humo, con una escora de 15º y a unos renqueantes 7 nudos. Afortunadamente para el Kent, el fuego del Ulster estaba resultando muy molesto, por lo que Langsdorff decidió finalizar la persecución y caer contra su segundo enemigo. En rápida sucesión el Ulster recibió dos proyectiles de 280 mm y tres de 150 mm. Aunque atravesaron al crucero sin detonar, uno perforó una conducción de vapor, lo que obligó a evacuar la sala de turbinas de popa, limitando la velocidad a 20 nudos.

Todo estaba dispuesto para una repetición de la batalla de Coronel, 25 años antes. Los dos cruceros ingleses habían sufrido importantes daños que les impedían huir. El acorazado alemán, que les superaba enormemente en poder artillero, los tenía a su merced. Incluso el viejo Vindictive, cuyas gastadas máquinas no daban ma´s de 28 nudos, estaba en peligro. Pero los aviones del Comodoro Vian iban a poner la diferencia.



Notas:

(1) El libro es real, y muy recomendable. El capítulo, completamente modificado. He intentado imitar su estilo (sin fortuna), especialmente cuando revisa las decisiones de los mandos.

(2) Mejor velocidad no es toda máquina, ni económica, sino la máxima que se pueda mantener con un consumo de combustible razonable, sobre todo teniendo en cuenta que en la formación había dos destructores.

(3) Temporalmente el Graf Spee montó con madera y lona una segunda torre a proa y una chimenea, para parecerse a los cruceros franceses de la clase La Galissoniere. Esas estructuras habían sido desmontadas antes de su combate final de la realidad.

(4) Luis de la Sierra era un admirador de la ingeniería naval alemana, y algunas de sus tesis son bastante cuestionables. Una es la de la superioridad de la artillería pesada. Aparte que ya hemos revisado los motivos por los que en este escenario no se construyen cruceros pesados.

(5) Se hacía emitiendo una señal más potente en la misma longitud de onda que el enemigo.

(6) En este escenario los cruceros clase County tenían una diferencia respecto a los Leander de la realidad, al tener un casco mayor las salas de calderas y turbinas estaban separadas y era más difícil dejar al barco sin propulsión de un único proyectil. Por eso llevaban dos chiemeneas en lugar de una.

Saludos