Publicado: Jue Nov 03, 2011 8:58 pm
por Domper
¿Pican?

El Almirantazgo, 18 de Septiembre de 1921

- A sus órdenes, Lord Almirante ¿quería verme?

- Sí, almirante Madden. Teniente ¿Le importaría dejarnos solos? Vigile junto a la puerta, por favor.

- Como desee, almirante Beatty.



- Buenas tardes, Charles. Por los mensajes que estoy recibiendo de Washington, parece que usted ha salido de pesca. El agregado naval nos ha informado del interés norteamericano en prohibir la sustitución de la artillería.

- ¿Y no han dicho nada del desplazamiento?

- Nada.

- Creo que han picado.

- Explíquese, por favor.

- Tras su solicitud, estuve pensando en un buen cebo. Si las negociaciones transcurrían como deseaban nuestros amigos de Washington, sería la Royal Navy la única que contaría con un buen número de acorazados con cañones pesados. Por eso supuse que cualquier cosa que se refiriese a ellos causaría alguna respuesta.

- Siga.

- Entonces inventé un plan de modernización de los acorazados clase Revenge. Nuestros primos no saben lo insatisfactorios que han resultado (1). Pensé que enmarañar las negociaciones con esos barcos no nos causaría perjuicio, y podría descubrir su juego.

- Entiendo.

- Entonces confeccioné varios informes sobre una supuesta modernización. En unos se planeaba cederlos a las marinas de los Dominios para que no fuesen contabilizados en el Tratado. En otro, se consideraba aumentar su blindaje para convertirlos en una especie de super monitores (2). Otro hablaba de retirar una torre y cambiar toda la maquinaria. En otro más, se pretendía convertirlos en portaaviones. Finalmente en uno se proponía aumentar el calibre de sus cañones a 410 mm. Envié una versión diferente a cada lugar, y por diferentes medios. Tuve que hacerlo en su nombre, pero temía que la filtración estuviese aquí.

- ¿Y no había peligro de que se filtrasen los documentos al crearlos?

- No, los hice personalmente, con la ayuda de mi hijo, y lo transcribió una de mis hijas.

- Buena idea ¿qué ha pasado?

- A nuestra embajada en Washinton envié dos copias. En una se proponía el aumento del calibre, y en otra se anulaba el anterior y se proponía aumentar su desplazamiento. La primera iba por cable, la segunda por mensajero. Sospechaba que la filtración estaba en nuestro canal con Washington, y este medio serviría para localizar la fuga. Y en la última reunión un delegado norteamericano propuso prohibir el aumento de calibres artilleros en modernizaciones por encima de 15 pulgadas.

- Luego la filtración está en los mensajes por cable ¿algún espía?

- Peor. Creemos que han roto nuestros códigos. (3)

- Esos rufianes no han aprendido a respetar el código de los caballeros. Primero, Trenchard. Luego los americanos, conociendo a mi cuñado (4) lo tendría que haber supuesto, pero no es agradable. Bueno, sabemos que nos leen la correspondencia. Y ahora ¿qué?

- Pues que podríamos devolverles la jugada. Es decir, seguir cebándoles con mensajes que seguiríamos enviando por cable, pero enviando a la embajada los mensajes reales mediante mensajero. Visto como les preocupan los Revenge, sería un buen señuelo para tenerlos ocupados. Y mientras, intentar colarles ante sus narices lo que realmente queremos.

- ¿Y qué es lo que queremos? Me gustaría saberlo, ya sabe, estoy yo al cargo.

- Perdone, Lord David. Iba a entregarle un pequeño informe sobre futuras necesidades de la Royal Navy, a la luz de los estudios que usted me encargó, espero que le sirva de orientación.

- Bien, déjelo aquí que luego lo consultaré. Le felicito por el trabajo. Como supondrá, no podrá hacerse público, pero llegará a oídos de Su Majestad.



He introducido otro gran cambio. La Royal Navy no va a Washington como el inocente corderito al que le obligaba la mala situación económica británica, sino con ideas claras. Y para ello, el asunto de la “Black Chamber” sería como para soliviantar a cualquiera. Lo malo de romper la cifra enemiga es si el contrario lo advierte y no nos enteramos: ha conseguido un canal perfecto para engañarnos.

Notas:

(1) Los acorazados clase ‘R’ o Revenge fueron considerados defectuosos. Aunque mejor protegidos que los Queen Elizabeth, su velocidad era de poco más de 20 nudos, y no se consideraba que tuviesen mucho potencial. Por eso apenas fueron modificados en el periodo de entreguerras, apenas se sustituyeron los quemadores para usar petróleo y se les aumentó un poco el armamento antiaéreo. Estaba previsto retirarlos a medida que entrasen en servicio los King George V, pero el estallido de la guerra lo impidió. Durante la guerra cumplieron misiones secundarias: escolta a convoyes, bombardeos, etcétera. Pocas veces operaron con la flota, y fueron retirados en 1944. Uno, el Royal Sovereign, fue cedido a la URSS que lo llamó Arkangelsk, y lo devolvió en 1949.

Con todo, y sobre el papel, los Revenge eran impresionantes, equivalentes a los Baden alemanes de 1917, a los nonatos Caracciolo, o a los Colorado norteamericanos. En la realidad Inglaterra fue la única potencia que conservó una flota homogénea, toda con cañones de 381 mm (salvo los dos Nelson, con armas de 406 mm, ya saldrán más adelante).

(2) Un proyecto de ese tipo fue considerado durante la SGM, pero se abandonó por impráctico.

(3) Se usaba el cable comercial para los mensajes con embajadas, y los mensajes eran codificados, ya que en 1921 los sistemas mecánicos de cifrado aun estaban en pañales. El Departamento de Estado Norteamericano creó un gabinete de criptoanálisis (la “Black Chamber”) que consiguió romper los códigos con el que los negociadores se comunicaban con sus gobiernos. En realidad esta arma se usó sobre todo contra Japón, al conocer los límites hasta los que estaban dispuestos a ceder, se les presionó al máximo. En este caso las actividades inglesas resultan también muy sospechosas, y no quieren dejarse engañar (el tratado de Washington fue la peor derrota sufrida por la Royal Navy en toda su historia).

(4) La esposa de Beatty era hermana de Marshall Field, un millonario norteamericano que creó la Marshall Field and Company, una especie de “El Corte Inglés”.

Saludos

P.D.: si creéis que hay aspectos que se pudieran modificar, cambios que queráis proponer, etcétera, os agradeceré las sugerencias.