Publicado: Lun Ago 22, 2022 9:49 pm
por Kurt_Steiner
El equipo de ejecución de 20 personas, armado con pistolas Mauser semiautomáticas, estaba mandado por Dumitru Grozea, jefe del Cuerpo de Trabajadores Legionarios. Sus miembros tenían entre 18 y 25 años. Gheorghe Crețu, que mató a 14 reclusos, testificó en su juicio que Grozea dio la orden de disparar alrededor de las 23:45, tras lo cual cada verdugo fue enviado a una celda en particular, ordenó a los prisioneros que se pusieran de pie y les disparó. Los verdugos se reunieron entonces ante los guardias; juntos fueron y rindieron homenaje ante los restos de Codreanu.

En total, 64 personas fueron asesinadas en las 19 celdas de la prisión. Cada víctima recibió al menos dos disparos; en total, se dispararon unas 579 balas durante los 15 minutos que duró la masacre. Entre los asesinados se encontraban el ex primer ministro Gheorghe Argeşanu (que había presidido las represalias tras el asesinato de Armand Călinescu), el ex ministro de Justicia Victor Iamandi, el ex prefecto de policía de Bucarest y ministro del Interior Gabriel Marinescu, varios oficiales de alto rango de la Gendarmería, incluido su jefe el inspector general Ioan Bengliu, el coronel Zeciu (que había organizado el asesinato de Codreanu y otros trece legionarios), los comandantes Aristide Macoveanu e Iosif Dinulescu (que habían preparado y llevado a cabo el asesinato), el sargento primero Sârbu (que había tensado el alambre alrededor del cuello de Codreanu, estrangulándolo), así como Mihail Vârfureanu (un ex legionario que se convirtió en informante y fue responsable del asesinato de la guardia femenina Nicoleta Nicolescu).

También fueron asesinados el exjefe de la policía secreta Mihail Moruzov y su adjunto, Niki Ștefănescu, quien recibió 38 disparos. Estos dos no fueron responsables de los excesos contra la Guardia de Hierro, pero en el pasado pagaron a muchos de sus miembros, incluido el sucesor de Codreanu como líder, Horia Sima, por los servicios prestados como informantes. Zăvoianu sabía que a la Legión le gustaría deshacerse de tales testigos inconvenientes antes de que pudiera llevarse a cabo cualquier juicio o investigación.