Publicado: Vie Sep 26, 2008 1:04 am
por Mikhailovna
Hola, pelotón,

Antes de nada debo reconocer que este subforo no sería el mismo sin Simon y sus intermitentes e interesantes cuestiones :wink:

No nos queda más remedio que reconocer que resulta difícil ser "profesional" cuando apenas hay estudios lo suficientemente fiables sobre el tema tan específico que plantea Simon. Me consta, eso sí, que desde la psiquiatría primero, y más recientemente desde la psicología militar, se han hecho numerosos estudios para encontrar la manera de vencer "el miedo" a la hora de entrar en combate; tal vez de ahí se pueda deducir que se siente: o uno se paraliza o sale corriendo…pero en la dirección contraria.

Hace no mucho leí por primera vez algo que nadie hasta entonces había reflejado en ningún sitio, ya fuera literatura o cine: a cerca de un 65% de combatientes se les aflojan los esfínteres (ambos) en una o más ocasiones durante la contienda. Y lo dice Laurence Rees, que por cierto me encanta. Así mismo este autor reconoce que nunca se comenta este dato porque es muy "vergonzoso" y pone de manifiesto el miedo, algo que jamás debe tener un soldado o denotaría una absoluta "falta de fibra moral" , ¿no?

La descripción que hace Joaquín (otro saludo para ti :D ) de su procedimiento no es ni más ni menos que una estrategia para controlar el miedo o al menos para que éste no obstaculice tu misión. El objetivo de los entrenamientos (tierra, mar o aire), y sus oportunos simulacros, es automatizar un protocolo de actuación hasta el punto de que el miedo no sea capaz de bloquear -tu obligación-. Por supuesto no basta con eso: la motivación, el abordaje conigtivo (psicológico) es necesario, imprescindible y complementario, ya sabéis: el equipo al que no puedes fallar, la patria, el honor, etc., etc., etc. hacen el resto. Y después de todo esto ya tenemos unas máquinas de pegar tiros considerablemente adiestradas que no se cuestionaran su miedo más allá de un par de minutos, y en ese caso "su deber" será más fuerte que el miedo. La capacidad para controlar el miedo será tanto más efectiva cuanto más prolongado e intenso haya sido el entrenamiento.

Pero claro, todo tiene un límite. Llega un momento en el que la mayoría de combatientes sucumben al miedo y del miedo a la supervivencia. Como sigue diciendo Rees tras recopilar multitud de testimonios de veteranos: llega un momento que tu nacionalidad no tiene lugar, ni tus ideales, ni tus motivos políticos…llega un momento donde sólo matas para que a ti no te maten. Lo demás carece de sentido.

Eso debe ser el miedo…y supervivencia. Por supuesto ya sabemos que siempre habrá excepciones, y muchas posiblemente: también habría, hay y habrá soldados (no entro en la graduación) que se encuentren como pez en el agua en mitad de las batallas más sanguinarias. No me gustaría tener como vecino a un individuo así… :?

Sobre la peli que planteas, Joaquín, debo felicitarte: es una de las pelis, curiosamente rodada en una época muy difícil de abordar este tema, que refleja de un modo magistral la lucha psicológica de un piloto con neurosis de guerra, en la IIGM, hasta que acaba convertido en una ruina humana. Os copio el enlace a uno de los mejores análisis psicológicos sobre la guerra (desde la perspectiva aérea) que he leído:

http://www.psiquiatria24x7.com/bgpopup. ... omo_alas_1


...y si todo ha ido bien, por muy peligrosa que haya sido la misión, incluso aunque nuestro aparato esté acribillado, siempre solemos comentar las incidencias entre risas, festivamente distendidos en la cantina.


Te aseguro que hay pocos mecanismos para aliviar la tensión mejores que unas buenas risas...Bueno, alguno más hay, pero me callo que Simon se nos escandaliza :P

Un abrazote pelonero.