Publicado: Jue Sep 25, 2008 10:50 am
por Joaquin Garcia Morato
Bueno, bueno, piratovich, seguro que este tema daría para que cada uno de nosotros escribiera un libro. Pero, mientras esperamos la opinión profesional de nuestra querida francotiradora Mikhailovna ( a la que mando un afectuoso saludo ), te puedo hablar de mi propia experiencia ( intentaré adaptar mi profesión en la vida real a mi querido personaje en el Foro ):

Cuando de repente en el aeródromo suena la sirena de alerta, lleves los años que lleves en el oficio es inevitable que un nudo se te forme en el estómago y una sensación instantánea de máxima tensión y aprensión ante lo desconocido atenace tu mente:
¿ Qué será ? ¿ Una formación de bombarderos con su respectiva escolta de cazas ?¿ Un avión de reconocimiento solitario ? A lo mejor es una falsa alarma... y mientras corres hacia tu avión llevado de estos pensamientos, instintivamente vas comprobando que tu uniforme de vuelo está correctamente puesto: palpas tus correajes, tu arma, revisas tus bolsillos...

Las cosas empiezan a cambiar una vez que estás subido a tu caza y oyes el rugido del motor. Miras a los lados y ves a tus compañeros, igualmente en sus aviones...todo está preparado y estamos listos para salir. Y es a partir de ese instante cuando ( aún no sé por qué mecanismo de nuestra mente ) todo lo que antes era tensión e incluso ( ¿ por qué no decirlo ?) temor desaparece para dar paso a la situación de combate, y ahí no hay lugar a la duda: revisas los instrumentos de vuelo, compruebas que tus ametralladoras funcionan correctamente, preparas la formación de vuelo mientras recibes instrucciones concretas por la radio del tipo de amenaza a la que te enfrentas. Das las instrucciones a tu vez al resto de la escuadrilla: a partir de aquí, y toda vez que ya todos estamos en situación y sabemos lo que hay que hacer, solo caben tres cosas: " Vista, suerte y al toro ". No hay ni tiempo ni opción para nada más, mi querido pirata: un simple descuido, un leve instante de distracción y todo puede terminar para tí. Es así de simple.

Evidentemente, muy distinta debe ser la percepción de los hechos en un soldado no profesional, como el ejemplo que nos citabas del Desembarco de Normandía; pero el tema me ha gustado mucho y por eso he querido contaros mi " batallita " cotidiana. La verdad es que estoy deseando leer las opiniones de los compañeros.

Y un apunte más, que me parece bastante curioso también: una vez que hemos regresado a la Base ( si regresamos ), y si todo ha ido bien, por muy peligrosa que haya sido la misión, incluso aunque nuestro aparato esté acribillado, siempre solemos comentar las incidencias entre risas, festivamente distendidos en la cantina.

Y si la cosa ha ido mal...cada uno se va a su barracón. Mañana será otro día.


:D Un saludo cordial.
Joaquin Garcia Morato.