Publicado: Dom Jul 27, 2008 3:10 pm
por Kurt_Steiner
No se puede probar ninguna influencia del ariosofismo en el nazismo. El supuesto encuentro entre Lanz von Liebenfels y Hitler cuando éste contaba 8 años de edad es absolutamente falso. Hitler, sin embargo, pudo adoptar algunos elementos de las teorías de von Liebenfels referentes a la raza aria, pero, desde luego, cabe descartar cualquier interés del führer en el lado ocultista de las teorías de von Liebefens. De hecho, tras el Anschluss, Hitler prohibe a von Liebenfels que siga publicando su parafernalia esotérica.

Hitler conocía estas teorías, pues en su juventud había leído y coleccionado la revista Ostara (originalmente llamada Ostara, Briefbücherei der Blonden und Mannesrechtler u Ostara, dirigida a los rubios y los artistas), creado por von Liebenfels en 1905.

¿Pudo, sin embargo, ser el partido nazi una marioneta de un oculto poder?

Se dice que la Sociedad Thule guiada por Rudolf von Sebottendorff quiso ampliar su influencia y, para ello, se contactó con un cerrajero ferroviario, Antón Drexler, fundándose un círculo político de trabajadores. Corno este apenas reunía siete seguidores Drexler impulsó el Partido de los Trabajadores Alemanes (DAP), constituido en enero de 1919. A este partido llega Hitler, como "espía" del ejército, y se acaba convirtiéndo en su líder, por su facilidad de palabra y capacidades retóricas.

Hitler basó su ideario en fundamentos creados por la Sociedad Thule. Este colectivo se hallaba en el origen de su partido; de su entorno surgieron ideólogos y jerarcas del nazismo incluso el diario del movimiento nazi, el Völkischer Beobachter, originalmente llamada Münchner Beobachter, que fue adquirido por Sebottendorff, el fundador de Thule, en 1919. El NSDAP lo compra en diciembre 1920 a iniciativa de Dietrich Eckart, que se convirte en su primer editor.

Pese a su posible deuda ideológica y a su clara deuda política Hitler negó cualquier vínculo con medios ocultistas y en Mi lucha (1924) omitió toda referencia positiva a estos círculos. Afirmó que los miembros de las sociedades ariosóficas eran los mayores cobardes que se pueda imaginar y huían "delante de cualquier porra de goma en las manos de los comunistas" Así, los ariosofistas fueron perseguidos por el nazismo y Lanz,el editor de Ostara, la revista que Hitler habría coleccionado, fue acusado de "falsificar el pensamiento racial" por medio de una doctrina secreta y la Gestapo disolvió su Nueva Orden Templaria, mientras que al fundador de Thule, Sebottendorff, se le impidió reconstruir esta sociedad en 1933, cuando Hitler llegó al poder.