Publicado: Sab Dic 01, 2007 3:26 pm
por Capitan Miller
Y una reflexión final. Ahora que queremos tener memoria, tegámosla con la DA.


Absolutamente de acuerdo contigo, Steiner.

Pocas cosas son tan perversas para un pueblo como la negación de determinados hechos o pasajes de su historia, así como su manipulación en la dirección que sea. Nada, salvo casos flagrantes, es totalmente brillante ni rematadamente oscuro, porque la historia, y la nuestra también, no es más que el recuento de una serie de sucesos, sean cuales sean, que acaban construyendo un presente determinado.

Si los hechos, en todo o en parte, se magnifican o minimizan, o incluso si se borran de los libros, nunca seremos capaces de entender porque somos lo que somos y cómo somos, y esa ignorancia ha sido siempre la semilla de recelos que nos han llevado a la incomprensión mutua. Y en este periodo de la historia tenemos un ejemplo flagrante. Primero se elevó casi a la categoría de leyenda nuestra participación en la SGM con la historia de la División Azul, y se eliminó cualquier otro posible rastro de participación en el otro bando. Luego, siguiendo la física de la tortilla (todo se puede dar la vuelta) se giró 180ú, y se estigmatizó lo que antes era una gesta para poner todas las luces en la contribución de los exiliados españoles en la victoria aliada en Europa. Y alguien podría decir, "es que fueron muchos años de olvido y hay que poner las cosas en su sitio"; pero no creo que nada se pueda poner en ningún sitio si para ello se cogen ciertos enseres y se envían al desván, y se reemplazan por otros más acordes con la moda interiorista en boga en ese momento.

Se podrán compartir o no los motivos que llevaron a nuestros compatriotas a meterse en el lodazal sangriento de la SGM, cada uno en el lugar que decidió o le enviarón, pero lo que me resulta imperdonable es no hacer el esfuerzo por conocerlo y comprenderlo, mirar hacia otro lado e ignorarlo porque resulte "molesto". Podremos sentirnos más cercanos a unos que a otros, compartir más con estos que con aquellos, pero olvidar a los que no nos son afines es un flaco favor a nuestra memoria como país. Y, por supuesto, hablo de memoria con caracter general, la única realmente útil, y no una memoria selectiva en el sentido que sea.

Todo lo que hemos sido es lo que somos, División Azul o Regimiento de Marcha del Chad incluidos, y no me gusta que lo que hemos sido se nos silencie. Sólo desde ese conocimiento seremos capaces de entender y entendernos. Que ya va siendo hora.

Saludos.