Publicado: Vie Jun 01, 2007 3:20 pm
por Mikhailovna
"Queridos padres. Felicítenme. Me han ofrecido una espléndida oportunidad para morir. Este es mi último día. El destino de nuestra patria depende de la batalla decisiva en los mares del sur, donde caeré como lo hacen las flores de los cerezos lozanos. Seré un escudo para Su Majestad y moriré limpiamente con el jefe de mi escuadrón y otros amigos. Me gustaría poder nacer siete veces para poder castigar al enemigo en cada una de ellas. ¡Cuánto aprecio esta oportunidad que se me ofrece para morir como un hombre! (…) Seremos 16 guerreros cayendo sobre el objetivo. Nuestra muerte será rápida y limpia como el cristal que se hace añicos"

Teniente Isao Mazuo, en vísperas de despegar hacia la muerte.


Así se llamó un artículo que Umberto Eco escribió para La Nación:

...es decir, por qué las personas que estaban a punto de estrellarse sobre un portaaviones se protegían la cabeza?
¿De veras llevaban casco? ¿No se ponían una banda ritual alrededor de la cabeza? En cualquier caso, las respuestas que sugiere el buen juicio son que el casco también les servía para volar sin ensordecerse con el ruido del motor, para defenderse de posibles ataques antes de iniciar la caída en picada mortal y, sobre todo (creo yo), porque los kamikazes eran tipos que observaban los rituales y reglamentos, y si los manuales decían que había que volar con casco, ellos obedecían.
Además de la picardía, la pregunta nos planteaba la incomodidad que cada uno de nosotros experimenta ante alguien que fríamente renuncia a su propia vida para poder matar a otras personas.


Y el artículo sigue pero hace referencia a los nuevos kamikazes como un producto del mundo musulmán, asunto este que también tiene miga, pero no es el que ahora mismo me interesa, aunque el principio que subyace a ambos sea el mismo.

Siempre me he planteado por qué nos resulta tan descabellado, tan de "locos" el comportamiento de los kamikazes ; el fin último era dar su vida por su país, tal y como hicieron el resto de soldados de la IIGM independientemente de su nacionalidad...tal y como hacen todos los soldados. La única diferencia es que los japoneses sabían el momento exacto en el que dejarían de fumar para siempre y los otros no.

Entonces, si el fin último es, llegado el caso y sin dudar, morir por tu país...¿dónde está la diferencia? ¿ la diferencia está en el concepto de suicidio que ambas culturas tenían?¿acaso la resistencia alemana a ultranza en Stalingrado, por ejemplo, o el desembarco en la playa de Omaha no fue una especie de "suicidio" colectivo?

En muchos países occidentales, una persona que se suicida, que intente hacerlo o que piense seriamente en el suicidio, en principio, es considerada mentalmente enferma. Sin embargo, esto no siempre ha sido así en la historia, ni siquiera en toda cultura contemporánea. En su libro ¿Por qué el suicidio? el psicólogo Eustace Chesser señala: "Ni el hinduismo ni el budismo mantienen objeciones intrínsecas al suicidio, y en algunas formas de budismo se considera meritoria la autoincineración". También señala que "Los celtas se burlaban de esperar la vejez. Creían que los que se suicidaban antes de perder sus facultades se iban al cielo, y que los seniles que morían de enfermedad se iban al infierno -una interesante inversión de la doctrina cristiana" En su libro Luchando contra la depresión, el psicólogo Harvey M. Ross señala: "Algunas culturas esperan que la esposa se eche a la pira funeral de su esposo" (Larchmont Books, 1975, p. 20).

Probablemente el mejor ejemplo de una sociedad donde el suicidio es aceptado socialmente es el Japón. En lugar de considerar el hara-kiri como resultado de una enfermedad mental, en algunas circunstancias los japoneses lo consideran normal y aceptable, como cuando salvaguardan su honor o si un japonés es humillado por algún fracaso.
Otro ejemplo que muestra que para los japoneses el suicidio es considerado normal, y no algo "loco", fueron los pilotos kamikaze que en la segunda guerra mundial se usaron contra la marina norteamericana. Se les daba suficiente combustible para un viaje de ida, una misión suicida, donde localizaban a las fuerzas navales americanas y deliberadamente estrellaban sus aviones en los barcos enemigos.
Nunca ha habido un kamikaze americano, o cuando menos ninguno promovido oficialmente por el gobierno de Estados Unidos. La razón de esto radica en las diferentes actitudes hacia el suicidio en este país y el Japón. ¿Puede cometerse el suicidio sólo por personas con enfermedades psiquiátricas en Estados Unidos y por personas normales en Japón? ¿O es la aceptación del suicidio en Japón un fallo de ver anomalías psicológicas en una persona? ¿Estaban los pilotos kamikaze mentalmente enfermos o simplemente provenían de valores diferentes a los nuestros? Pero incluso en los Estados Unidos ¿no se realizan actos virtualmente suicidas para salvar a otros soldados o al propio país durante guerras, y no se les considera enfermedad sino valentía? ¿Por qué creemos que éstos son héroes y no lunáticos?.
¿Cuando se beneficiaba a otros con nuestra muerte era un acto heroico para la cultura occidental y una "locura" cuando lo hacían los japoneses?.
El punto en cuestión parece ser éste, el concepto de suicidio y no el acto de suicidio en sí.

Para motivar acciones de este tipo cada país aplicaba y adaptaba su particular lavado de cerebro: por el emperador y por tu país, por tu país y por Hitler, por tu país y por la libertad...El caso era tener carnaza disponible, debidamente adiestrada en sus respectivas creencias, capaz de no dudar en dar la vida por su país y sus ideales .
Construcciones ficticias destinadas a mantener sumisos a millones de hombres y mujeres. Hasta aquí no veo mucha diferencia entre culturas.

Se perseguía el mismo fin, y mediante el mismo procedimiento; solamente Japón, y como medida extrema ante la superioridad enemiga, recurrió a los kamikazes como acción desesperada.

Mako Sasaki escribió un Ensayo Extenso IB para el Sr. Glenn Scoggins de St. Maur International School en Yokohama, Japón, durante el año académico de 1994/1995:

La muerte del Emperador Taisho puede ser el punto cuando Japón comenzó a convertirse en el estado fascista que fue durante la Guerra del Pacífico 1941-1945. Aunque los militares estuvieron activos desde el período Jiji (1867-1912), en la Guerra Chino-Japonesa (1894-1895), y la Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905), se volvieron extremadamente activos cuando el Príncipe de la Corona Hiroito se convirtió en el Emperador Showa. Los Coup d'etats se hicieron frecuentes, y varias figuras políticas fueron asesinadas. En el reinado del Emperador Showa, los militares tuvieron la verdadera autoridad.
De acuerdo a los que vivieron a través del período temprano de Showa (1926-1945), la presencia del Emperador Showa era como la de un dios y fue más una figura religiosa que política. En muchos de los haiuku que los pilotos Kamikaze escribieron, el Emperador es mencionado en la primera línea.
Una educación sistematizada y organizada hicieron posible tal "lavado de cerebro". en las escuelas públicas, los estudiantes fueron enseñados a morir por el emperador. A finales de 1944, se enseñó el slogan Jusshi Reisho que significa "Sacrificar la Vida."

La mayoría de los pilotos que fueron voluntarios para los ataques suicidas, fueron aquellos que nacieron a finales del período Taisho (1912-1926) o en los dos o tres primeros años del Showa. Por tanto, ellos pasaron por el lavado de cerebro de la educación y fueron un producto del Japón militarista.
La censura llevó las restricciones al pueblo japonés. Las cartas, diarios y fotografías de los soldados fueron todas censuradas. No podía ser comunicado dónde se hallaban, o qué estaban haciendo en lo concerniente a lo militar.
Mayores restricciones eran impuestas sobre la prensa, la radio y otros medios. El público no podía ser informado sobre derrotas o daños en el lado japonés. Solamente podían divulgarse las victorias y los daños causados a los aliados.
Otro factor que creó la atmósfera extrema en Japón fue el Kempeitai, un apéndice del Ejército imperial que vigilaba a los civiles para ver si ellos estaban haciendo o diciendo algo en contra del Emperador o los militares.
Desde la época del feudalismo, especialmente en el período Tokugawa, un guerrero debía profesar el Bushido. Este Código de Honor, y la cultura que veía al suicidio y a la muerte de la gente joven como belleza fueron factores que contribuyeron a los suicidios en masa.

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Un grupo de jóvenes kamikazes en un momento de relajada ternura. Algo que evidencia que, a pesar de toda su aura de trágicos guerreros, estos pilotos eran, en último término, jóvenes desbordados por las desgraciadas circunstancias de la guerra.


En 1944, los ataques aéreos ocurrían en todo Japón, especialmente en las ciudades. La mayoría de los mejores pilotos del ejército y la marina se perdieron en anteriores batallas. El tiempo de entrenamiento fue reducido al mínimo, o menos de lo que era necesario para entrenar un piloto. Para el momento en que comenzaron los ataques suicidas, los pilotos sólo tenían la habilidad para volar, no para combatir y menos para aterrizar.
El primer ataque suicida organizado se llevó a cabo el 21 de Octubre de 1944, por el escuadrón llamado Shinpu Tokubetsu Kogekitai. El nombre Tokubetsu Kogekitai, fue usado generalmente en el Ejército Imperial y la Marina. Para el público fueron conocidos con la forma abreviada Tokkotai para referirse a todos los ataques suicidas organizados. Shinbu es lo que se conoce mejor como Kamikaze.
El comandante del primer ataque fue el Capitán Yukio Seki y el 25 de Octubre de 1944, durante la batalla de Samos, realizó uno de los primeros ataques sobre el portaaviones St. Lö. Se prepararon 26 aviones caza de los cuales la mitad eran escoltas y la otra mitad debían realizar la misión suicida. Esa mitad fue distribuida en el Shikishima, el Yamato, el Asahi y el Yamazakura.

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La explosión del portaviones "Saint-Lo", herido mortalmente por un ataque kamikaze.

El más joven de los pilotos Kamikaze del Ejército Imperial tuvo 17 años y el más viejo 35. La mayoría de ellos tenían entre 17 y 25 años. A medida que la Batalla de Okinawa (Abril a Junio de 1945) se ponía peor para los japoneses la edad de los pilotos disminuía. Algunos sólo habían completado el equivalente a la educación elemental y la media combinadas. Algunos tenían estudios superiores. Había una tendencia entre ellos de no ser los hijos mayores. Éstos hijos generalmente tomaban las riendas del negocio familiar. Por tanto la mayoría eran los hijos menores que no tenían que preocuparse por los negocios familiares.
La mayoría de aquellos que vinieron de escuelas superiores fueron de lo que se llamó Gakuto Shutsujin. Esto era cuando la dispensa de estudiantes al servicio militar fue levantada, y la graduación de los antiguos fue cambiada de Abril de 1944 a Septiembre de 1943.
Muchos de esos estudiantes fueron de prestigiosas Universidades como la de Tokio, Kyoto, Keio y Waseda. Estos estudiantes superiores tenían tendencia a tener ideas más liberales, al no haber sido educados en escuelas militares, y también estaban más al tanto del mundo fuera del Japón.

Hubo dos métodos para conseguir voluntarios, debido a que los ataques Kamikaze debían hacerse solamente si los pilotos lo solicitaban, y por tanto no podían ser "ordenados." Uno para todos los pilotos en general y otro solamente para los Cadetes Probatorios para Oficiales de Vuelos Especiales (graduados universitarios.)
El primero era una forma con una solicitud y el segundo era una forma con una encuesta. La encuesta preguntaba: "¿Desea usted solemnemente/desea/No desea involucrarse en los ataques Kamikaze? Debía encerrarse en un círculo una de las tres opciones o dejar el papel en blanco. El hecho importante es que los pilotos debía firmar la forma con su nombre. Cuando los militares tenían el poder absoluto, y la atmósfera en Japón era tal, que la gente esperaba que los hombres murieran por su país, existía una gran presión psicológica para marcar "desea usted solemnemente" o "desea" . El ejército seleccionaba a aquellos que marcaban "desea usted solemnemente." La razón de que el Oficial de Cadetes Probatorios para Oficiales de Vuelos Especiales debían responder ese cuestionario, en vez de enviar sus solicitudes personalmente debió ocurrir porque los cadetes con formación universitaria tenían una visión más amplia, y por tanto no solicitarían esas misiones fácilmente. Para la solicitud general, el ejército tenía la convicción de que habría muchos jóvenes pilotos que sí lo solicitarían. Estaban en lo cierto. Cada uno de los estudiantes de la promoción 15 de la escuela de Entrenamiento de Jóvenes Pilotos lo solicitaron. Debido al gran número de voluntarios, los militares decidieron que los que tenían mejor preparación fueran primero.

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Histórica fotografía que muestra el impacto de un avión kamikaze en la cubierta del portaviones USS Bunker Hill el 11 de mayor de 1945.

Hay varios factores que hicieron que los jóvenes pilotos se hicieran voluntarios para esas misiones. Con toda seguridad, el patriotismo extremo fue uno de ellos. A eso se añade que había una reverencia como un dios hacia el Emperador. Algunos dicen que generalmente se creía que si uno moría por el emperador y era merecedor del Yasukumi Shrine, serían felices para siempre.
El efecto del lavado de cerebro que los militares hicieron a los estudiantes es sorprendente. Los pilotos sentían que era "obvio" que ellos debían tomar parte en los ataques Kamikaze. La mayoría de los pilotos mencionan en sus cartas que ellos estaban felices y orgullosos por haberles sido proporcionado tan honorable misión. Es cierto también que ellos creían que si tomaban parte en la misión, la situación de la guerra mejoraría para el Japón.

De acuerdo con los supervivientes, todos dicen que se sintieron normales y en completa calma. No estaban asustados por la muerte pero se sintieron felices cuando finalmente llegaba el día. El Sr. Itatsu fue un piloto que partió para la misión pero sobrevivió porque su avión cayó al mar, debido a que el motor falló. Él recuerda haber estado feliz cuando fue escogido para la misión. El dice que los jóvenes de entones que fueron a las escuelas militares no tenían la habilidad para pensar lógicamente, y que por tanto enviaban las solicitudes sin pensarlo mucho. El también dijo que esos pilotos eran realmente inocentes y que pensaron puramente, que debían ser capaces de servir y proteger a la patria.

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El momento de ofrecimiento del "sake", la bebida tradicional japonesa, antes de su misión mortal.

Kiichi Matsuura, el autor del libro Showa wa Toku (Showa a lo lejos) escribió que él recuerda que la primera fecha planeada para la misión fue como cualquier otro día, y no hubo ningún tipo especial de conversación. Cuando sintió que el avión no funcionaba correctamente, súbitamente sintió la urgencia de vivir. El hecho de que el avión no funcionara implicaba que no debía morir. Dándose cuenta de ello, sólo pudo pensar en vivir. En su segunda "chance" el avión estuvo bien medio camino. Él estaba con otros dos pilotos y al ver que uno de ellos caía al mar, se dio cuenta que había problemas en todas sus máquinas. Los dos regresaron.
Él recuerda que hasta el momento que decidieron regresar, no sentía miedo, porque estaba viajando hacia la muerte. Sin embargo el regreso fue escalofriante. Debían proteger su vida de la muerte.

Al final - y un historiador occidental no puede menos que destacar este hecho con cierto alivio-, las autoridades japonesas empezaron a tener dificultades para imponer los métodos suicidas a sus jóvenes pilotos. Hubo que recurrir a un servicio destinado a vigilar el vuelo de los "kamikazes", ya que en más de una ocasión los "pilotos suicidas" cambiaban de idea a último momento, modificando el rumbo y virando en redondo, para dejar a sus compañeros de vuelo y aterrizar en alguna isla del Pacífico, abandonada por las fuerzas armadas niponas. Al parecer, muchos "ex-kamikazes" vivieron totalmente solos en estas islas, donde permanecieron incluso una vez acaba la guerra.

Los pilotos fueron el típico japonés de la época. Seguir una carrera sirviendo en el ejército, especialmente en la Fuerza Aérea, fue el sueño de los jóvenes de finales del período Taisho y del comienzo del Showa. No todos los pilotos que querían convertirse en Kamikazes podían lograrlo. Aunque esto pueda parecer extraño, hubo tantos voluntarios para que los militares, para ser equitativos, tuvieron que dejar que los que tenían mejores notas fueran más temprano. Debido al aura que cubrió al Japón, los jóvenes de 18 y 19 años estaban ansiosos por ir. Aquellos Cadetes Probatorios para Oficiales de Vuelos Especiales, que tenían sus propios pensamientos, como el Segundo Teniente Suzuki, Uehara y Anazawa, fueron capaces de separar sus vidas personales de los que para ellos era necesario hacer por la guerra. Ellos sintieron la responsabilidad de tener que ir.

Cómo se sintieron exactamente los pilotos acerca de los ataques no puede saberse, pero parece que ellos se sintieron felices por poder servir a su país, pero tenían otros pensamientos relacionados con la muerte. Debido a que el lavado de cerebro hecho a los pilotos entrenados en escuelas militares fue tan efectivo, cambió la prioridad de "la vida, después la patria" y no al revés. La vida fue hecha de acuerdo a la atmósfera y a la educación de esos tiempos. Si ellos creyeron que la felicidad, para siempre, seguiría a su misión, entonces no tenían nada que temer. Aquellos que no recibieron el lavado de cerebro (los estudiantes universitarios) pueden haber sentido temor. Si ellos fueron capaces de sentir un desprendimiento total por la vida, pueden haberse sentido mejor.

Pero, ¿es realmente posible sentirse desprendido de la vida?


http://www.temakel.com/histkamizakes.htm
http://www.exordio.com/1939-1945/codex/ ... nsayo.html
http://www.lanacion.com.ar/Archivo/nota ... _id=736008