Publicado: Dom May 12, 2019 11:03 pm
Pregunta 3383
-Así que capón asado con guarnición de verduras. Estos chicos de la Kaiserliche Marine saben como darse una alegría gastronómica. Dele las gracias al marinero de mi parte.
-Pero todavía queda lo mejor. Está acompañado de una bebida refrescante y, nada tan a la altura de tan opíparo plato como... ¡Esta botella de Mirinda Reserva Especial!
-Sacha...
-Diga.
-Esa Mirinda ya era antigua cuando se escribió el Código de Hammurabi.
-Es lo que tienen las grandes reservas, pero por ellas no pasa el tiempo.
-No.
-Verá, el índice de acidez...
-Niet.
-El bouquet...
-Nein, ni de coña, no en esta reencarnación. Si piensa que va a colocarme esa "cosa" que ha debido sacar de por debajo del límite K-T está apañado. Empiece a escanciar cerveza en jarras de pinta y haré como que no he oído ni visto nada.
-Usted se lo pierde.
-Se me parte el corazón. Que disgusto. Y, de paso, sirva también cerveza de mi parte al marinero de la mesa de la esquina.
-Llamarle marinero es rebajarle bastante el rango.
-Marinero una vez, marinero siempre, por mucho que suba en el escalafón. Y este subió de lo lindo, hasta lo más alto. Y no sólo eso, incluso ejerció de embajador de su país durante la SGM en un destino diplomático un tanto, como diría yo, peculiar. Comenzó su carrera sirviendo en un acorazado, en el que tuvo ocasión de participar por primera y última vez en su carrera en un combate naval.
-¿Y con sólo un combate en su hoja de servicios llegó tan alto?
-A veces no todo es añadir galones a base de sartenazos, Sacha, también cuentan otras cualidades, como en este caso. Así que, lo dicho, ponga de beber al caballero, y anote en la pizarra una invitación de mi parte a pisto manchego con bonito y huevo, regado con un buen Valdepeñas, al tirador que identifique al personaje.
-Oído barra.
-Y esconda la Mirianda. Últimamente no se ve con buenos ojos el uso de armas químicas y bacteriológicas.
Buena caza.
-Así que capón asado con guarnición de verduras. Estos chicos de la Kaiserliche Marine saben como darse una alegría gastronómica. Dele las gracias al marinero de mi parte.
-Pero todavía queda lo mejor. Está acompañado de una bebida refrescante y, nada tan a la altura de tan opíparo plato como... ¡Esta botella de Mirinda Reserva Especial!
-Sacha...
-Diga.
-Esa Mirinda ya era antigua cuando se escribió el Código de Hammurabi.
-Es lo que tienen las grandes reservas, pero por ellas no pasa el tiempo.
-No.
-Verá, el índice de acidez...
-Niet.
-El bouquet...
-Nein, ni de coña, no en esta reencarnación. Si piensa que va a colocarme esa "cosa" que ha debido sacar de por debajo del límite K-T está apañado. Empiece a escanciar cerveza en jarras de pinta y haré como que no he oído ni visto nada.
-Usted se lo pierde.
-Se me parte el corazón. Que disgusto. Y, de paso, sirva también cerveza de mi parte al marinero de la mesa de la esquina.
-Llamarle marinero es rebajarle bastante el rango.
-Marinero una vez, marinero siempre, por mucho que suba en el escalafón. Y este subió de lo lindo, hasta lo más alto. Y no sólo eso, incluso ejerció de embajador de su país durante la SGM en un destino diplomático un tanto, como diría yo, peculiar. Comenzó su carrera sirviendo en un acorazado, en el que tuvo ocasión de participar por primera y última vez en su carrera en un combate naval.
-¿Y con sólo un combate en su hoja de servicios llegó tan alto?
-A veces no todo es añadir galones a base de sartenazos, Sacha, también cuentan otras cualidades, como en este caso. Así que, lo dicho, ponga de beber al caballero, y anote en la pizarra una invitación de mi parte a pisto manchego con bonito y huevo, regado con un buen Valdepeñas, al tirador que identifique al personaje.
-Oído barra.
-Y esconda la Mirianda. Últimamente no se ve con buenos ojos el uso de armas químicas y bacteriológicas.
Buena caza.