Publicado: Dom Dic 02, 2018 9:26 pm
por Capitan Miller
Pregunta 3322

-Pues nada, vaya sirviendo la manduca, que hoy he malcomido.
-El servicio, ya se sabe...
-Nada de eso. Más bien la adquisición de ciertos elementos necesarios para la correcta operatividad de la unidad en un proveedor nórdico de cuyo nombre no quiero acordarme.
-No me diga más.
-Ya le digo. Un sumidero de almas, eso es lo que es. Allí sólo había dos tipos de personas; las que ya habían caído en la locura y las que iban a caer. Pero bueno, de todo se sale.
-¿Le pongo toda la guarnición?
-Por supuesto. Y hablando de guarniciones... Me viene a la memoria cierto enfrentamiento en el que el bando defensor era, en principio, una guarnición, y en el que los atacantes fueron por lana y salieron trasquilados como ovejas merinas. Bien es cierto que la fuerza defensora tuvo el apoyo de algunas unidades navales, de pequeño porte, eso sí, lo que igualaba un poco la balanza con el enemigo, que también disponía de dicho tipo de unidades. Las bajas de los atacantes fueron muy elevadas, llegando algunos a suicidarse antes de caer prisioneros. Y lo más curioso de todo es que los oficiales al mando de ambos mandos de esta, llamémosla, batalla, no llegaban al grado de comandante.
-Desde luego que es curioso.
-Pues al que descubra de que batalla estamos hablando me lo agasaja con un chuletón de ternera de Ávila y una botella de vino de Toro.
-Pero deje algún dato más, no sea rácano.
-Ya que estamos, le diré que el hecho tuvo lugar en el verano de 1941.
-Oído barra.

Buena caza. 8)