Publicado: Jue Sep 13, 2018 10:40 pm
Pregunta 3285
-Buenas noches, Sacha.
-Miller, bienvenido. Se me hacía raro no verle por aquí. ¿Qué tal las vacaciones?
-Bien, bien, de acá para allá, ya sabe, los rangers somos de movernos más que los precios. ¿Y las suyas?
-Estupendamente, por el Egeo, de crucero.
-Usted si que sabe. Artista, eso es usted, un artista. En fin... Escancie una Lowenbrau para no perder las buenas costumbres y tome nota de cierta historia.
-Usted dirá.
-Pues mire, se podría decir que esa frase que dice "de aquellos polvos vienen estos lodos" podría estar basada en el suceso en cuestión. Se trata cierto enfrentamiento donde los bandos implicados no sólo se emplearon con una violencia desmedida, sin diferenciar militares de civiles, si no que las represalias una vez finalizado fueron terribles. Cómo sería el asunto que no se supo nada de él, públicamente hablando, hasta entrados los años 70 del siglo pasado y sólo por medio de un artículo aparecido en un semanario. Y tampoco toda la información está disponible ya que a día de hoy se desconoce el número de bajas de ambos bandos.
-Empieza usted la temporada como la alegría de la huerta.
-Qué se le va a hacer, no todo van a ser historias fermosas de final más o menos feliz. La matanza, porque no se podría calificar de otra manera, sucedió en el último año de la guerra y en un país que no existía en aquel entonces. Al que identifique los hechos relatados me lo premia con una tila, para los nervios, que le hará falta después de informarse del asunto, y después con una jarra de cerveza y una generosa ración de torreznos.
-Tomo nota. Y podía contarse algo un poco menos estresante, digo yo.
-Claro, hombre. Decía usted de cruceros... Verá, no me pregunte cómo, pero Herr Grognard se apunto en cierta ocasión a uno de esos viajes acuáticos organizado por la Kraft durch Freude. Y no porque le gustaran esos saraos politizados, ni mucho menos, si no porque se enteró de que cierta concertista de piano bávara, tan conocida por su virtuosismo musical como por otro tipo de virtudes, ofrecería un concierto durante el crucero. Aprovechando la escala en Konigsberg, Herr Grognard...
Buena caza.
-Buenas noches, Sacha.
-Miller, bienvenido. Se me hacía raro no verle por aquí. ¿Qué tal las vacaciones?
-Bien, bien, de acá para allá, ya sabe, los rangers somos de movernos más que los precios. ¿Y las suyas?
-Estupendamente, por el Egeo, de crucero.
-Usted si que sabe. Artista, eso es usted, un artista. En fin... Escancie una Lowenbrau para no perder las buenas costumbres y tome nota de cierta historia.
-Usted dirá.
-Pues mire, se podría decir que esa frase que dice "de aquellos polvos vienen estos lodos" podría estar basada en el suceso en cuestión. Se trata cierto enfrentamiento donde los bandos implicados no sólo se emplearon con una violencia desmedida, sin diferenciar militares de civiles, si no que las represalias una vez finalizado fueron terribles. Cómo sería el asunto que no se supo nada de él, públicamente hablando, hasta entrados los años 70 del siglo pasado y sólo por medio de un artículo aparecido en un semanario. Y tampoco toda la información está disponible ya que a día de hoy se desconoce el número de bajas de ambos bandos.
-Empieza usted la temporada como la alegría de la huerta.
-Qué se le va a hacer, no todo van a ser historias fermosas de final más o menos feliz. La matanza, porque no se podría calificar de otra manera, sucedió en el último año de la guerra y en un país que no existía en aquel entonces. Al que identifique los hechos relatados me lo premia con una tila, para los nervios, que le hará falta después de informarse del asunto, y después con una jarra de cerveza y una generosa ración de torreznos.
-Tomo nota. Y podía contarse algo un poco menos estresante, digo yo.
-Claro, hombre. Decía usted de cruceros... Verá, no me pregunte cómo, pero Herr Grognard se apunto en cierta ocasión a uno de esos viajes acuáticos organizado por la Kraft durch Freude. Y no porque le gustaran esos saraos politizados, ni mucho menos, si no porque se enteró de que cierta concertista de piano bávara, tan conocida por su virtuosismo musical como por otro tipo de virtudes, ofrecería un concierto durante el crucero. Aprovechando la escala en Konigsberg, Herr Grognard...
Buena caza.