Publicado: Jue May 24, 2018 10:43 pm
Pregunta 3244
-¡Donner und blitzen!
-¿Qué le pasa, Miller?
-Eso, menuda tormenta está cayendo. Y menos mal que rapiñé un Schwimmwagen a unos chicos de la Panzer Lehr, por que si no tengo que acabar el camino a nado.
-Pues pase, pase hombre, que está calado.
-Muchas gracias, joven.
-Le voy a ir preparando un café cargadito con una bola de helado de vainilla.
-¡Que lujos, helado de vainilla!
-Cosas de Mr. Bradley. Ya sabe, los estrellados tienen acceso a víveres de primera.
-Ni media palabra más, proceda, y agradecido al general. Y entre tanto le voy a contar una historia de un tipo bastante corajudo y, en mi opinión, que padecía de neuropatía hereditaria sensitivo autonómica.
-¿Cómo dice?
-Verá... Se trata de cierto oficial que en mitad del combate, y siendo herido de gravedad, se negó a que le fuera aplicado determinado tratamiento, ya que, de ser así, no podría seguir desempeñando sus funciones. Y así estuvo, durante más de dos horas, hasta que ya una vez a salvo tanto él como sus compañeros de armas consintió en ser atendido debidamente.
-Que presencia de ánimo.
-Puede asegurarlo. Sin embargo, desgraciadamente falleció poco tiempo después y no vivió para ver como su acción de aquel día de finales de 1944 fue reconocida con una elevada condecoración. No es consuelo pero...
-Por supuesto...
-También valió para que fuera el único oficial de su especialidad que haya recibido la mencionada condecoración. Dicho lo cual, y aprovechando las existencias de helado de vainilla, al parroquiano que identifique al personaje me lo agasaja con un peach melba tamaño XXL, que ya estamos en temporada.
-Oído barra.
Buena caza.
-¡Donner und blitzen!
-¿Qué le pasa, Miller?
-Eso, menuda tormenta está cayendo. Y menos mal que rapiñé un Schwimmwagen a unos chicos de la Panzer Lehr, por que si no tengo que acabar el camino a nado.
-Pues pase, pase hombre, que está calado.
-Muchas gracias, joven.
-Le voy a ir preparando un café cargadito con una bola de helado de vainilla.
-¡Que lujos, helado de vainilla!
-Cosas de Mr. Bradley. Ya sabe, los estrellados tienen acceso a víveres de primera.
-Ni media palabra más, proceda, y agradecido al general. Y entre tanto le voy a contar una historia de un tipo bastante corajudo y, en mi opinión, que padecía de neuropatía hereditaria sensitivo autonómica.
-¿Cómo dice?
-Verá... Se trata de cierto oficial que en mitad del combate, y siendo herido de gravedad, se negó a que le fuera aplicado determinado tratamiento, ya que, de ser así, no podría seguir desempeñando sus funciones. Y así estuvo, durante más de dos horas, hasta que ya una vez a salvo tanto él como sus compañeros de armas consintió en ser atendido debidamente.
-Que presencia de ánimo.
-Puede asegurarlo. Sin embargo, desgraciadamente falleció poco tiempo después y no vivió para ver como su acción de aquel día de finales de 1944 fue reconocida con una elevada condecoración. No es consuelo pero...
-Por supuesto...
-También valió para que fuera el único oficial de su especialidad que haya recibido la mencionada condecoración. Dicho lo cual, y aprovechando las existencias de helado de vainilla, al parroquiano que identifique al personaje me lo agasaja con un peach melba tamaño XXL, que ya estamos en temporada.
-Oído barra.
Buena caza.