Publicado: Mar Ene 23, 2018 11:57 pm
por Capitan Miller
- Si me hace el favor de firmar aquí, en la línea de puntos.
- Como no. Pero esto de un certificado...
- A mi no me diga nada, yo sólo soy un enlace del 5º de Rangers. Y ponga también el rango y número.
- Soy civil.
- Entonces el número de cédula, pasaporte, algo tendrá usted.
- Está bien, está bien... Dichosa burocracia.
- Muchas gracias, y que tenga un buen día.
- Igualmente. A ver, que diantres dice este hombre...

Estimado Sacha:

Espero que al recibo de la presente esté usted bien. Por necesidades del servicio me veo en la obligación de retrasar hasta mañana la siguiente pregunta. Es más, si no estoy equivocado se trata de una Mega, y tanto la ocasión como los concursantes merecen un trato acorde con su importancia.

Por tanto, espero que mañana, a lo largo del día, tendré ocasión de pasar por su nunca suficientemente bien estimado local y dejar a disposición de su escogida clientela el postulado del siguiente enigma.

Entre tanto se despide atentamente, suyo afectísimo.

J. N. Miller.
5º Bon. de Rangers.
Cia. B.


Un denso y ominoso silencio, sólo roto por el inesperado canto de un chotacabras, que desde la oscuridad de la noche saludaba a algún dios innombrable, cubrió el hasta ese momento bullicioso Weltquiz Bar. El motivo no era otro que la mirada perdida y vidriosa del barman del local, clavada en el papel que sostenía su mano derecha, presa ésta a su vez de un incontenible temblor. Tan sólo un sargento de la 101ª, cuyas cicatrices y quincalla pectoral daban fe de su experiencia en el gremio desde Camp Claiborne, se dirigió hacia la barra con gesto preocupado.

- Sacha, maldita sea mi estampa, ¿qué demonios pasa? No veía a nadie con ese rictus desde que una Flak del 20 le hizo la raya enmedio a nuestro Dakota sobre Saint Mere Eglise.
- ¿Eh? Sí... Yo... La carta... Es Miller.
- ¿Miller? ¿Y qué le pasa a ese truhán? ¿A tenido que volver a salir por pies de algún garito de mala muerte entre Finisterre y los Urales?

Una ligera risa nerviosa por parte de la clientela respondió a la ocurrencia del sargento. Pero las siguientes palabras de Sacha borraron la sonrisa del rostro de los parroquianos con la misma contundencia que un proyectil del 88 borraría la pintura de un Sherman.

- No. Miller va a poner la siguiente Megapregunta.

Y, en ese preciso momento, una ráfaga de un viento helado, como salido de las distantes estrellas, abrió la puerta del local, en cuyo umbral se recortó una figura aún más oscura que las propias sombras que la acompañaban.

A partir de ese momento las versiones difieren según y qué testigo. El sargento R.B.S., de la 101ª Aerotransportada, asegura que no fue él quien abrió fuego en primer lugar, apuntando como responsable a un feldwebel de la 16ª Panzer. Sin embargo, éste, que atiende a las iniciales K.H.F., afirma que no fue él, si no un cabo de los Cameron Highlanders, un tal T.P.W., que a su vez no dudó en incriminar al alférez V.S.T., de la 13ª División de Guardias. En el lugar de los hechos se recogieron proyectiles de diversos calibres, 45 ACP, 455 Webley, 9mm Parabellum, 7,62 Tokarev, 7,92 Mauser, etc.

La investigación por parte de la Policia Militar, Feldgendarmerie y demás cuerpos de seguridad sigue su curso, pero hasta este momento sólo hay dos certezas en el asunto: que Miller pondrá la siguiente Megapregunta, y que el vendedor de servicios de telefonía y datos no volverá a pasar por el local sin avisar con antelación. Es más, se sospecha que nunca volverá a pasar por el local. Punto.

Saludos.