Publicado: Jue Ene 18, 2018 9:59 pm
por Capitan Miller
Pregunta 3178

-¿La dorada puede ir con patatitas panaderas?
-Claro que sí. Herr Kaiser dijo que guarnición al gusto.
-Perfecto, pues vengan las patatas de guarnición.
-De acuerdo. Lo pongo en el horno y a esperar.
-Mientras tanto, joven Sacha, póngame una cerveza y sírvase usted lo que guste, que voy a contarle una historia fermosa.
-Cuente, cuente.
-Verá... Se trata de la de un caballero que tuvo una vida interesante, digamos que incluso azarosa, una gran parte de la cual fue en el mar. Inició su carrera en la marina mercante, y con poco más de veinte años ya era todo un veterano con experiencia en travesías complicadas. Durante la PGM se incorporó a la Armada de su país, logrando ser condecorado por sus acciones en combate, pero durante el periodo de entreguerras abandonó la carrera de la mar y se dedicó a ocupaciones que no tenían nada que ver con ella.
-No me diga más, volvió al mar.
-Claro que volvió, y de qué manera, ya que sería en la SGM cuando lograría, al mando de su barco, la fama y el reconocimiento de sus compatriotas, participando con éxito en una operación de las difíciles de verdad.
-¿Cómo de difícil?
-A ver... Cómo le diría yo... Sobre el papel se podría calificar de imposible, pero los hechos demostraron lo contrario.
-Sí que era difícil, sí.
-Tal cual. Sin embargo, lamentablemente, no todo fueron alegrías. Sus cinco hijos también sirvieron en la SGM, cayendo en combate dos de ellos, uno al principio de la contienda y otro al final.
-Una tragedia.
-Sí, a fin de cuentas hablamos de una guerra... En fin, que el protagonista de la historia pasó a la historia, y su barco también, ya que a día de hoy está conservado como museo en su país.
-¿Ya? ¿No podría contar algo más?
-Claro que podría, pero entonces sería muy fácil para el personal dar con el personaje en cuestión y llevarse el botín en forma de paletilla de cordero al horno que dejaré pagado para el acertante.
-Oído cocina.
-Pues eso... ¿Cómo va la dorada?
-Dorándose.

Buena caza. 8)