Der zweite Weltkrieg

Efectivamente, se trata de Otto Kretschmer, el As de ases de los submarinistas. Fue el primer comandante de submarinos en emitir un último mensaje anunciando su hundimiento, así como sus logros en su último combate. El incidente al que me refería tuvo lugar cuando estaba preso en Canadá y lo trasladaban por tren, junto a su contramaestre. Los guardias canadienses les dijeron (por turnos) que se comportasen mientras se marchaban al vagón restaurante a tomarse ¡¡un té!! ¡¡y dejando sus armas allí mismo!!. Hicieron varias paradas. En una de ellas se subió un oficial canadiense que entró en el compartimento en el que estaba Kretschmer. Al poco notó algo raro en las condecoraciones de sus compañeros de viaje y les preguntó por su procedencia. Al enterarse de que eran alemanes (sin vigilancia y con armas cerca) el oficial salió corriendo. Se lo contaría a alguien por el camino y en la siguiente parada, un periodista entró en el compartimento y les preguntó por su origen, su historia, etc. a lo que le contestaron de manera genérica. Al día siguiente salió en un periódico canadiense un artículo que decía: "Amables prisioneros nazis custodian las armas de sus guardias", ya os podéis imaginar el resultado. Y según sus captores ingleses era todo un caballero, feroz y despiadado jugador de bridge.

En fin, que el Caballero de la Eterna Sonrisa pase por barra. Sasha le servirá zarzaparrilla al gusto y paidakia.