Publicado: Sab Mar 11, 2017 1:07 pm
Pregunta 3026
-¿Otra cerveza?
-Otra.
-Miller, usted verá, pero no son horas.
-Ya le diré yo cuando no son horas. Podría beberme la fábrica de Guinness con tal de olvidar.
-No será para tanto.
-Que no... Mire, los del Red Ball Express se torraron totalmente y la mitad de las cosas acabaron en la 101ª, la fontanería del nuevo CG del Batallón parecía haber sido rematada por un comando de Brandenburgers psicóticos y la instalación eléctrica por Werewolfs. Pero lo peor de todo, el acabose, el gotterdamerung combinado con el armagedon, fue que el bar estuvo cerrado durante toda una semana.
-Visto así...
-Visto así lo mejor habría sido haberme pegado un tiro en un pie o haberme pasado al enemigo con armas y bagajes. Pero bueno, así es la vida en la milicia. Espera lo mejor y estate preparado para lo peor.
-Gran verdad.
-Y hablando de lo peor... Un piloto de la 8ª me contó una historia que, puestos a comparar, lo de nuestra logística no pasa de ser un chiste malo.
-Cuente, cuente.
-Pues verá... Unos tipos se dedicaron a diseñar un avión. El cacharro, sobre el papel y en las pruebas previas, no pintaba nada mal, hasta el punto de dar un rendimiento bastante impresionante para la época. Algún lumbreras pensó que aquello podía ser el Santo Grial de la aviación militar y se pusieron a adaptarlo. Y ahí empezó el sainete. El alcance de la chapuza convertiría al MacLaren-Honda de Alonso en el Batmóvil. No sólo las prestaciones disminuyeron considerablemente al incorporar la carga útil, algo de blindaje y demás cosillas que toda aeronave militar debe llevar, si no que el bicho se volvió ingobernable. Hasta tal punto se llegó, que hubo algunos que fueron incapaces de realizar giros una vez en el aire y tuvieron que volar en línea recta hasta donde pudieron llegar, que no fue demasiado lejos ya que también su autonomía se había reducido. Otros, sencillamente, ni pudieron despegar.
-¿Pero que me está contando?
-Como lo oye. Para cuando se decidió olvidarse del asunto y gastar tiempo y dinero en otras cosas ya se habían producido más de cien ejemplares, y los que quedaban en servicio se utilizaron como señuelos para que el enemigo gastara munición disparando a aquellas chuflas con alas estacionadas en aeródromos.
-Espere, que el se va a poner ahora otra cerveza soy soy.
-Normal. Por eso habrá dosis generosas de bebida y comida a elegir para el parroquiano que identifique a esa broma pesada con alas.
-¿Algún dato más?
-Sí. No era británico ni japonés.
Buena caza.
-¿Otra cerveza?
-Otra.
-Miller, usted verá, pero no son horas.
-Ya le diré yo cuando no son horas. Podría beberme la fábrica de Guinness con tal de olvidar.
-No será para tanto.
-Que no... Mire, los del Red Ball Express se torraron totalmente y la mitad de las cosas acabaron en la 101ª, la fontanería del nuevo CG del Batallón parecía haber sido rematada por un comando de Brandenburgers psicóticos y la instalación eléctrica por Werewolfs. Pero lo peor de todo, el acabose, el gotterdamerung combinado con el armagedon, fue que el bar estuvo cerrado durante toda una semana.
-Visto así...
-Visto así lo mejor habría sido haberme pegado un tiro en un pie o haberme pasado al enemigo con armas y bagajes. Pero bueno, así es la vida en la milicia. Espera lo mejor y estate preparado para lo peor.
-Gran verdad.
-Y hablando de lo peor... Un piloto de la 8ª me contó una historia que, puestos a comparar, lo de nuestra logística no pasa de ser un chiste malo.
-Cuente, cuente.
-Pues verá... Unos tipos se dedicaron a diseñar un avión. El cacharro, sobre el papel y en las pruebas previas, no pintaba nada mal, hasta el punto de dar un rendimiento bastante impresionante para la época. Algún lumbreras pensó que aquello podía ser el Santo Grial de la aviación militar y se pusieron a adaptarlo. Y ahí empezó el sainete. El alcance de la chapuza convertiría al MacLaren-Honda de Alonso en el Batmóvil. No sólo las prestaciones disminuyeron considerablemente al incorporar la carga útil, algo de blindaje y demás cosillas que toda aeronave militar debe llevar, si no que el bicho se volvió ingobernable. Hasta tal punto se llegó, que hubo algunos que fueron incapaces de realizar giros una vez en el aire y tuvieron que volar en línea recta hasta donde pudieron llegar, que no fue demasiado lejos ya que también su autonomía se había reducido. Otros, sencillamente, ni pudieron despegar.
-¿Pero que me está contando?
-Como lo oye. Para cuando se decidió olvidarse del asunto y gastar tiempo y dinero en otras cosas ya se habían producido más de cien ejemplares, y los que quedaban en servicio se utilizaron como señuelos para que el enemigo gastara munición disparando a aquellas chuflas con alas estacionadas en aeródromos.
-Espere, que el se va a poner ahora otra cerveza soy soy.
-Normal. Por eso habrá dosis generosas de bebida y comida a elegir para el parroquiano que identifique a esa broma pesada con alas.
-¿Algún dato más?
-Sí. No era británico ni japonés.
Buena caza.