Publicado: Sab May 21, 2016 10:08 pm
Pregunta 2894
-Buenas tardes, joven.
-Muy buenas, Miller. Supongo que vendrá por lo suyo...
-Faltaría más. Beber gratis un sábado por la tarde no es algo que se dé todos los días.
-Pues usted dirá.
-Un gin-tonic de Gin Mare. Pero ni se le ocurra convertirlo en un jardín botánico. Tónica, ginebra, cáscara de limón y hielo. Si veo flotando, o sumergida, cualquier otra cosa, le pongo a desactivar Tellermines hasta que yo me canse.
-Que ortodoxia.
-Con ciertas cosas ni se imagina.
-Ya veo, ya... Pues vaya contándose algo mientras le preparo el combinado.
-Marchando. Verá... Le quedaban a la SGM cuatro días, metafóricamente hablando, cuando un grupo de miembros de cierta unidad montaron un cisma importante.
-¿Iban perdiendo?
-Más bien no. El motivo no era ese, sino que, a su juicio, se les estaba empleando en combates sin importancia contra posiciones enemigas sin importancia.
-Hombre, faltando poco para acabar la guerra será mejor eso que ordenarles cargar a la bayoneta contra la Línea Sigfrido.
-Sí, pero lo que parece baladí acaba también produciendo bajas y la moral se resiente. Vamos, que puestos a causar baja permanente en formación, mejor hacerlo por algo que merezca la pena que no por una tontería que no vale ni las balas que se disparan al peso.
-Eso sí.
-Pues bien, el ambiente se enrareció de tal manera que un grupo de oficiales de la unidad presentó una solicitud pidiendo se admitiera la renuncia a su puesto.
-Y la cosa sentó mal a la superioridad.
-Premio. Le costó el puesto al comandante de la unidad y los oficiales tuvieron que hacer frente a un consejo de guerra, en el que sin embargo se constató que su decisión fue un acto de buena fe y no un acto de cobardía, aunque, lógicamente, un oficial no puede presentar la renuncia a su puesto en tiempo de guerra.
-Pues demasiado bien librados salieron.
-No se crea, uno de ellos fue posteriormente degradado, pero por otro motivo que no tenía que ver con lo de la renuncia.
-¿Por qué?
-Digamos que por ciertas actividades mucho más prosaicas.
-Menuda historia.
-Ahí queda. Al parroquiano que identifique el suceso en cuestión lo invita a mi cuenta a lo que guste trasegar, líquido y/o sólido.
-Oído. Aquí tiene el gin-tonic. ¿Está a su gusto?
-¿Qué eso que flota junto al hielo?
-Juraría que es un pequeño trozo de pulpa de limón. Lo juraría por San Johnnie Walker.
-Mmmmm... Pues sí, va a tener razón. Gracias.
-Glubs... De nada.
Buena caza.
-Buenas tardes, joven.
-Muy buenas, Miller. Supongo que vendrá por lo suyo...
-Faltaría más. Beber gratis un sábado por la tarde no es algo que se dé todos los días.
-Pues usted dirá.
-Un gin-tonic de Gin Mare. Pero ni se le ocurra convertirlo en un jardín botánico. Tónica, ginebra, cáscara de limón y hielo. Si veo flotando, o sumergida, cualquier otra cosa, le pongo a desactivar Tellermines hasta que yo me canse.
-Que ortodoxia.
-Con ciertas cosas ni se imagina.
-Ya veo, ya... Pues vaya contándose algo mientras le preparo el combinado.
-Marchando. Verá... Le quedaban a la SGM cuatro días, metafóricamente hablando, cuando un grupo de miembros de cierta unidad montaron un cisma importante.
-¿Iban perdiendo?
-Más bien no. El motivo no era ese, sino que, a su juicio, se les estaba empleando en combates sin importancia contra posiciones enemigas sin importancia.
-Hombre, faltando poco para acabar la guerra será mejor eso que ordenarles cargar a la bayoneta contra la Línea Sigfrido.
-Sí, pero lo que parece baladí acaba también produciendo bajas y la moral se resiente. Vamos, que puestos a causar baja permanente en formación, mejor hacerlo por algo que merezca la pena que no por una tontería que no vale ni las balas que se disparan al peso.
-Eso sí.
-Pues bien, el ambiente se enrareció de tal manera que un grupo de oficiales de la unidad presentó una solicitud pidiendo se admitiera la renuncia a su puesto.
-Y la cosa sentó mal a la superioridad.
-Premio. Le costó el puesto al comandante de la unidad y los oficiales tuvieron que hacer frente a un consejo de guerra, en el que sin embargo se constató que su decisión fue un acto de buena fe y no un acto de cobardía, aunque, lógicamente, un oficial no puede presentar la renuncia a su puesto en tiempo de guerra.
-Pues demasiado bien librados salieron.
-No se crea, uno de ellos fue posteriormente degradado, pero por otro motivo que no tenía que ver con lo de la renuncia.
-¿Por qué?
-Digamos que por ciertas actividades mucho más prosaicas.
-Menuda historia.
-Ahí queda. Al parroquiano que identifique el suceso en cuestión lo invita a mi cuenta a lo que guste trasegar, líquido y/o sólido.
-Oído. Aquí tiene el gin-tonic. ¿Está a su gusto?
-¿Qué eso que flota junto al hielo?
-Juraría que es un pequeño trozo de pulpa de limón. Lo juraría por San Johnnie Walker.
-Mmmmm... Pues sí, va a tener razón. Gracias.
-Glubs... De nada.
Buena caza.