Publicado: Mar Jun 16, 2015 6:38 pm
Pregunta 2666
- Muy buenas tardes tenga usted, Sasha.
- Muy buenas, aquí tiene.
- .....
- Pone muy mala cara, no le gusta lo que le dice su camarada, ¿eh?
- No es eso, es que tenía el nombre de la batalla, cerré la pestaña del buscador y luego pues sólo me acordaba que era Monte C..., así que puse Castello, pero, menos mal que eso no era lo buscado.
- ¿Averiguó el porqué de la serpiente fumando?
- Un dicho de la prensa del país del personaje. Algo sobre que era más fácil que las serpientes fumasen en pipa a que Brasil se uniera a los aliados.
- Je, pues hizo méritos el del titular.
- Ya le digo. En fin, mientras le hago los honores a la invitación de mi compadre, invite a lo que desee a aquellos cuatro señores.
- Dos me suenan. Y mucho.
- Como debe ser. Verá dos de ellos fueron oficiales navales que se enfrentaron en combate naval, en el cual uno hundió a otro. El buque hundido tiene un historial que ya desearían tener muchos otros y fue mortalmente eficaz.
- De esos hay varios.
- Lo cierto es que lo hundieron por un detalle casi nimio, que a otro se le habría escapado, pero no al puntilloso rival de nuestro protagonista.
- ¿Y la otra pareja?
- No es preciso dar el nombre de ambos, pero sirve como pista adicional. Representaron en ese invento de los Lumiére las hazañas de ambos oficiales.
- Entendido.
- Al que acierte le invita usted a tinto de Toro (o zarzaparrilla) y un buen plato de callos.
- De acuerdo.
- Muy buenas tardes tenga usted, Sasha.
- Muy buenas, aquí tiene.
- .....
- Pone muy mala cara, no le gusta lo que le dice su camarada, ¿eh?
- No es eso, es que tenía el nombre de la batalla, cerré la pestaña del buscador y luego pues sólo me acordaba que era Monte C..., así que puse Castello, pero, menos mal que eso no era lo buscado.
- ¿Averiguó el porqué de la serpiente fumando?
- Un dicho de la prensa del país del personaje. Algo sobre que era más fácil que las serpientes fumasen en pipa a que Brasil se uniera a los aliados.
- Je, pues hizo méritos el del titular.
- Ya le digo. En fin, mientras le hago los honores a la invitación de mi compadre, invite a lo que desee a aquellos cuatro señores.
- Dos me suenan. Y mucho.
- Como debe ser. Verá dos de ellos fueron oficiales navales que se enfrentaron en combate naval, en el cual uno hundió a otro. El buque hundido tiene un historial que ya desearían tener muchos otros y fue mortalmente eficaz.
- De esos hay varios.
- Lo cierto es que lo hundieron por un detalle casi nimio, que a otro se le habría escapado, pero no al puntilloso rival de nuestro protagonista.
- ¿Y la otra pareja?
- No es preciso dar el nombre de ambos, pero sirve como pista adicional. Representaron en ese invento de los Lumiére las hazañas de ambos oficiales.
- Entendido.
- Al que acierte le invita usted a tinto de Toro (o zarzaparrilla) y un buen plato de callos.
- De acuerdo.