Publicado: Mar May 12, 2015 8:21 pm
Pregunta 2632
- Pues pese a lo que diga el Mariscal Sonrisas, le puedo asegurar que sí que he visto actuar a Charlie Rivel, ¡y en televisión en blanco y negro!
- No le hacía yo tantos años, Herr Grognard. Se conserva muy joven
- Eso es por el corrector de ojeras y las cremas antiarrugas...
- ...
- No me mire así, que a ciertas edades hay que empezar a cuidarse...
- ...
- Cierre la boca, que le cabe un B-17 de través, y sírvame un café con unas madalenitas para acompañar. Y de paso, le pone una copita de vodka al caballero del fondo de la barra
- Le vendrá bien, porque tiene una triste expresión en la cara
- No es para menos, pues ostenta el primer triste record de la Segunda Guerra Mundial
- ¡No me diga!
- Pues sí le digo. Y para más señas, combatió en una guerra anterior a la SGM, vivió 35 años, no sobrevivió al primer año de guerra y obtuvo la más alta condecoración de su país
- Déjeme adivinar. Minipunto, turno y consumición a quien acierte de quién se trata y cuál es ese record que alcanzó
- Sasha, cada día está usted más vivo... ¿Sabe? Me ha recordado al conserje de un hotelito muy coqueto en el barrio de la Plaka de Atenas. Verá, por aquellos días disfrutaba de un permiso en la capital helena y quise probar el famoso Souvlaki regado con retsina de "Casa Nikolao", y al llegar, ¿a quién cree que encontré allí?
- Déjeme adivinar...
- Nunca lo adivinaría. Nada más y nada menos que Herr Ramcke acompañado de Mr. Wyrm, que por aquellos días realizaba estudios arqueológicos en el cabo Sounion. El caso es que se nos unió...
- Señor, señor, señor...
- Pues pese a lo que diga el Mariscal Sonrisas, le puedo asegurar que sí que he visto actuar a Charlie Rivel, ¡y en televisión en blanco y negro!
- No le hacía yo tantos años, Herr Grognard. Se conserva muy joven
- Eso es por el corrector de ojeras y las cremas antiarrugas...
- ...
- No me mire así, que a ciertas edades hay que empezar a cuidarse...
- ...
- Cierre la boca, que le cabe un B-17 de través, y sírvame un café con unas madalenitas para acompañar. Y de paso, le pone una copita de vodka al caballero del fondo de la barra
- Le vendrá bien, porque tiene una triste expresión en la cara
- No es para menos, pues ostenta el primer triste record de la Segunda Guerra Mundial
- ¡No me diga!
- Pues sí le digo. Y para más señas, combatió en una guerra anterior a la SGM, vivió 35 años, no sobrevivió al primer año de guerra y obtuvo la más alta condecoración de su país
- Déjeme adivinar. Minipunto, turno y consumición a quien acierte de quién se trata y cuál es ese record que alcanzó
- Sasha, cada día está usted más vivo... ¿Sabe? Me ha recordado al conserje de un hotelito muy coqueto en el barrio de la Plaka de Atenas. Verá, por aquellos días disfrutaba de un permiso en la capital helena y quise probar el famoso Souvlaki regado con retsina de "Casa Nikolao", y al llegar, ¿a quién cree que encontré allí?
- Déjeme adivinar...
- Nunca lo adivinaría. Nada más y nada menos que Herr Ramcke acompañado de Mr. Wyrm, que por aquellos días realizaba estudios arqueológicos en el cabo Sounion. El caso es que se nos unió...
- Señor, señor, señor...