Publicado: Mié Jun 05, 2013 7:25 pm
por Anibal clar
- ¿lo ve?
- Pues tenía razón, Herr Clar.
- Ya le dije que no sería difícil. O tal vez fue que la inspiración guió a Herr Grognard y sólo le quedó ir tirando del hilo.
- Una respuesta inmaculada.
- No crea, Sascha. Tanto como inmaculada...
- Pero qué le falta.
- Le sobra. Más bien le sobra.
- ¿El qué?
- Lo de Murcia. Ha puesto Cartagena (Murcia), y lo cierto es que no se a qué quiso referirse con eso.
- ...
- No me mire así. Y le ha faltado a Herr Grognard poner también "de Cuba".
- ¿cómo?
- Sí, que ha puesto Monumento a los Héroes de Cavite y Santiago, y le ha faltado "de Cuba".
- Ah, bueno, pero eso no tiene importancia, ¿verdad?
- No, la verdad es que no. Todo está más que correcto.
- Le brillan los ojos al hablar del Monumento, Herr Clar. Me da que usted lo conoce...
- Pues sí. Muchas veces de niño jugué junto a él.
- No me diga.
- Y cuantas veces no alzaba la cabeza y me quedaba parado viendo las figuras que en él salen. Y leyendo "Honor a las escuadras de Cervera y Montojo"

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- Así que es usted cartagenero.
- Sí...
- ¿y es cierto que Montojo predijo lo que ocurriría?
- Pues sí. Muchas veces escribió al ministerio contando amargamente lo anticuado de sus navíos, la precariedad de los medios de que disponía, cosas y más cosas... Y que algún día ocurriría una catástrofe y no tendría remedio, pero no se le hizo caso.
Conviene leer el telegrama que escribió tras la batalla de Cavite, y que viene en su página wiki:
http://es.wikipedia.org/wiki/Patricio_M ... sar%C3%B3n

Como casi siempre ocurre en este país, se demonizó a Montojo (y no a los verdaderos culpables del desastre) y se le hizo pasar por chivo expiatorio, fue juzgado y encarcelado. Se le formó un consejo de guerra, pero no contaban con que Montojo tendría muchos defensores.
- Pobre hombre. Que injusticia.
- El gran golpe de efecto en el consejo de guerra contra él lo protagonizó el que fue su enemigo, el comodoro Dewey.
Éste dijo que Montojo se había comportado en todo momento conforme a la mejor tradición militar y marinera, y que, con los pocos medios de que disponía, se defendió de forma magnífica. El tribunal lo tuvo que absolver, pero fue injustamente dado de baja en la marina.
Después de esto Montojo y Dewey fueron buenos amigos, tradición que siguieron sus familias incluso en la actualidad.
- Menuda historia. De las que gustan a Mr. Miller.
- Eso es. De lo demás, poco más que decir. Cartagena, el Jaime I, etc, etc, perfectamente hilado por Herr Grognard, quien se lleva merecidamente los 5 minipuntos.
- ¿Le invito a algo?
- A lo que él quiera. Y que nos cuente cómo dio tan rápido con la respuesta.
- Perfecto.