Publicado: Vie Feb 25, 2011 8:36 pm
por Kurt_Steiner
Mientras tanto, los intentos de persuadir a von Kluge de que capitulara en el oeste fueron en vano, puesto que el mariscal creía que el frente occidental no tardaría en venirse abajo. Por su parte, el teniente coronel von Boeselager preparaba el traslado por vía aérea de sus batallones de caballería a Berlín el día del golpe de Estado, lo que comenzó a llevarse a cabo el 15 de julio. Los seis escuadrones de 31º Regimiento de caballería se trasladron a Brest y de ahí a un aeródromo polaco. Pero en la tarde del 20 de julio, tras recibir la notícia de que el atentado había fracasado, volvieron al frente.

El general Fromm, comandante del ejército de reemplazo, seguía sin comprometerse en firme con los conspiradores.

El 11 de juluio de 1944 se abortó un posible atentado contra Hitler porque ni Göring ni Himmler estaban presentes en una "confederencia matutina" celebrada en el Berghof. El capitán Karl Friederich Klausing, que, como ordenanza, acompañó a Stauffenberg al Bergohf ese día, culpó del fracaso a la renuencia de Stieff, que ya había vacilado en numerosas ocasiones anteriores. El 14 de julio Hitler se trasladó al cuartel general de Pruisia Orienta, a la Guarida del Lobo. El 15 de julio, Fromm, Stauffenberg y Klausing asisiteron a una reunión en la Wolfschanze. Todo estaba preparado para el atentado.

El método de asesinato estaba condicionado no sólo por las minusvalías físicas de Stauffenberg, sino para asegurar su superviviencia. Beck le había ordenado que no pusiera, en caso alguno, su vida en peligro, ay que era el único capaz de dirigir el golpe. Los acontecimientso del 15 y del 20 de julio demostraron que Beck tenía razón. Olbricht carecía del vigor necesario y Mertz de la autoridad que hacía falta para dirigir el golpe. Lo máximo que se podía esperar de Fromm era que tolerase el golpe. Si no lo hacía, debía ser arrestado.

De lso detonadores disponibles, los más idicados eran los explosivos ácido británicos, que eran silenciosos. Los minutos de retardo variaban en función de la temperatura, del grosor del alambre, del ácido y el algodón. El 20 de julio se usaron detonadores con un tiempo de retardo teórico de 30 minutos.