Publicado: Jue Feb 24, 2011 6:06 pm
por Kurt_Steiner
El 7 de junio Fromm y Stauffenberg viajaron al Berghof para exponer la situación militar a Hitler. Se hallaban presentes, además de Hitler, estaban Göring, Himmler y Speer, el único de ellos que no parecía un psicópata, según Stauffenberg. No existe ningún indicio que Stauffenberg intentar atentar contra Hitler ese día. Mertz estaba de permiso y no podía dirigir el golpe desde Berlín en ausencia de Stauffenberg. El que unos días después éste preguntara a Tresckow si todavía tenía sentido cometer el atentado después de la invasión aliada, muestra que no tenía intención de actuar el día 7. Además, no podía actuar por su cuenta sin consultar con los lideres de la conspriación.

La urgencia aumentaba día tras día. Tresckow quería que Stauffenberg fuera a Francia, visitara al tenitente general Speidel (jefe del estado mayor de Rommel) y lo convenciera para que dejara un agujero lo bastante grande en el frente occidental para que las potencias occidentales pudieran invadir Alemania. Entre tanto, había comenzado la gran ofensiva soviética contra el Grupo Centro, que había quedado practicamente aniquilado. El 22 de junio Reichwein y Leber se reunieron con dos líderes del Partido Comunista, Anton Saefkow y Franz Jacob. El 4 de julio, durante su segunda reunión, los dos comunistas y Reichwein fueron arrestados, siguiéndoles Leber al día siguiente. Esto supuso un gran golpe para Stauffenberg, que se sentía responsable por ello. Montó en colera al enterarse de ello y dijo que había que liberarlo y que se debía actuar de inmediato.

El golpe en Berlín parecía complicarse. Tras la marcha del general de división von Rost, nombrado por sorpresa a finales de maroz de 1944 comandante en jefe de una división de infantería, Berlín había dejado de ser el factor decisivo en la organización de la insurrección. El comandante militar de la plaza, el teniente general von Hase, era unafctor importante de la insurrección. Además del batallón de policía militar Gross Berlín, dirigido por el conjurado teniente coronel Heinz, Hase tenía bajo su mando al batallón de Guardia Grossdeutschland, la única unidad, a parte de las tropas acorazadas, capaz de trasladarse con rapidez al centro del a ciudad. El único problema era que no se podía contar seguramente con este batallón, mandado por, el comadannte Remer, un antiguo líder de las Juventudes Hitlerianas y condecorado con la Cruz de Caballero. Al parecer no se hizo intento alguno por ganarse su atención y se sabái de él que era partidario del régimen actual. Por ell ose pensó en trasladarlo a Italia, pero Hase rechazó la sugerencia. Era un oficial, y cumpliría con sus órdenes (siempre y cuando las considerara legítimas, se debería añadir). Pero Hase consideraba que la muerte de Hitler haría que su lealtad regresara al ejército, que contaría con la legitimidad.

También se contaba con las secciones Brandenburgo estacionadas cerca de Berlín. Estaban mandadas por el coronel Lahousen, que fue reemplazado por el coronel barón Alexander von Pfuhlstein, que simpatizaba con los conspiradores. El general Fellgiebel aislaría el cuartel genreal de Führer durante la insurrección, y el comandante von Hösslin, un veterano condecorado de África, aislaría la Guardia del Lobo. Von Oertzen y von der Lacken visitaron la brigada de infantería Grossdeutschland en Cottbus para comprobar su estado y la disponibilidad de la brigada. Mientras, se buscaba una personalidad enérgica para asumir el mando de las diversas fuerzas militares de Berlín. Von Tresckoww no podía abandonar su puesto en el frente oriental, pero preparó un destacamento para el día del golpe de estado, formado por varios batallones del regimiento de caballería incorporado al II Ejército, que, el 15 de marzo, se conviriteron en la 3ª Brigada de Caballería.