Publicado: Vie Ene 28, 2011 11:14 pm
por Kurt_Steiner
Ya en el verano de 1941 Stauffenberg le pidió a Bussman, el teniente de la reserva que desde abril trabajaba en el departamento de administración de guerra del Generalquartiermeister, que reuniera todo el material que inculpar a las SS. Según lo que cuenta Bussman, él mismo habría facilitado a Stauffenberg informes sobre los Eisentazgruppen de las SS y la policía que realizaban fusilamientos en la retaguardia del frente ruso. También Bussman explica los esfuerzos realizados para anular la orden de los comisarios de Hitler; en especial, Stauffenberg y el coronel de Estado Mayor Hueeinger, el jefe del deparatmento de operaciones, habrían realizado esos esfuerzos en el estado mayor general.

En una carta a su suegra, Stauffenberg dijo que la destitución de von Brauchtitsch no era tan grave como podía parecer; desde hace tiempo el Führer tomaba casi todas las decisiones que afectaban a la dirección de la guerra, debido a la "naturaleza de una personalidad tan sobresaliente y de voluntad tan fuerte". Asimismo, el mariscal había sufrido varios ataques cardíacos graves y se había retirado por vuluntad propia. El Estado Mayor estaba "mejor que antes" y gracias a la "nueva solución" se había hecho posible invertir todas las fuerzas de la nación "en la lucha decisiva". En dicha carta expresó su opinión. La guerra no estaba perdida, aunque era posible que ya no se pudiera ganar. El soldado auténtico no era un derrotista; el buen soldado luchaba ioncluso en las situaciones más difíciles.

Cäsar von Hofacker tampoco creía que la situación fuera tan desesperada: los sacrificios le dolían en el corazón, escribió a su mujer, "pero no hay motivo para preocuparnos seriamente por el destino de nuestra causa". Si los líderes aprendían a opbrar con mesura, entocnes quizá "recuperaremos las riendas de los acontecimientos mundiales y llevemos las cosas a un buen final".

A fin¡ales de marzo de 1942 la situación del ejército era todavía mucho peor de lo que se podía imaginar: de las 162 divisiones del ejército, sólo ocho estaban en situación de poder realizar un ataque. Las 16 divisiones panzer disponían entre todas de 140 carros de combate operativos, menos de la cantidad normal de una división acorazada. A finales de abril de 1942, las bajas sufridas en la campaña del este ya sumaban un tercio de la fuerza total de que disponía el 22 de julio de 1941: 1.167.835 oficiales y soldados.