Publicado: Mar Ene 25, 2011 3:16 pm
por Kurt_Steiner
Stauffenberg no revelaba sus pensamientos íntimos a cualquiera. Además fue siempre proclive a adoptar puntos de vista opuestos a los defendidos por sus interlocutores. Por un lado, reconocía el talento de Hitler como estratega, pero criticaba que no hubiera perseguido a los ingleses. Parece ser que en ésta época no pensaba que Hitler debiera ser derrocado. No habría sido propio de él ctuar en contra de lo que le dictaba su conciencia.

Su hermano Berthold también oscilaba entre el escepticismo lúcido y el reconocimiento reácio. En 1939 solía decir que los necios almirante siempre decían que el Führer conseguiría todo lo que se propusiera. Tras la victoria de Francia tuvo que reconocer que tenían razón.

No existen indicos de que Stauffenberg tuyviera conocimiento de las ordenes de Hitler para exterminar a judíos, los intelectuales polacos y a los comisarios del ejército rojo hasta principios de 1942. Un colaborador suyo en el departamento de organización dijo que Stauffenberg quedó conmocionado al conocer los crímenes de las SS en Polonia y la URSS. Sus compañeros afirman que desde junio de 1940 cada vez estuvo más indignado ante la brutalidad del nazismo en las zonas ocupadas.

Su primo, Cäsar von Hofacker, que trabajaba en el gobierno militar en Francia, se quejaba tanto de forma oficial como privada de que en los más altos niveles no se reconociera "la aportación decisiva que Francia podría hacer", por ejemplo, contra "Torch" en 1942. Pero no era posible contar con la confianza de los franceses por los excesos del nazismo. Al igual que su primo, Hofacker defendía entonces la posición de que la guerra, si no se podía ganar, debía llevarse hasta un final propicio para Alemania, nolens volens con Hitler. La brutal represión realizada por el nazismo le hizo ver que el gobierno de Hitler aplicaba a la política exterior "el mismo fanatismo totalitario que hemos ejercidos en el interior durante los últimos ocho años".

Antes de 1942 sólo un hombre, George Elser, había intentado matar a Hitler [Nota: también lo había intentado, con mucho menos éxito si cabe, Maurice Bauvaud]. Desde entocnes las meiddas en torno al führer se habían intensificado. Incluso oponentes tan decididos como Hoster y Bonhoffer no se decidían a seguir el ejemplo de Elser. En 1939, cuando la ofensiva occidental amenazaba en convertirse en una catástrofe, Erich Kordt y Hasso von Etzdorf, del minisgterio de exteriores, estuvieron dispuestos, por breves momentos, a pasar a la acción, con la única condición de que existiera una organización capaz de asumir el poder tras el atentado.