Publicado: Mié Ene 19, 2011 8:07 pm
por Kurt_Steiner
Cuando los Sudetes fueron incorporados a Alemania, Stauffenberg era oficial de intendencia (Ib) en la 1ª División Ligera. Fueron días de extrema tensión. El 26 de septiembre Helmuth James von Moltke escribió desde Londres que se habían cavado trincheras en el Hyde Park y en St. James, se estaban preparando los refugios antiaéreos, se repartían mascaras antigás y se reunía munición los cañones AA. La atmosfera de guerra fue disuelta por los Acuerdos de Munich. El cabo bohemio había triunfado otra vez. La división de Stauffenberg cruzó la frontera y ocupó el sector que le fue asignado, dentro de la operación militar con la que Hitler se anexionó los Sudetes.

Como Ib Stauffenbeg no sólo se ocupó del mantenimiento de la división, sino también de ayudar a los miles de refugiados, de colaborar con las autoridades locales para conitnuar con el orden y la normalidad en su zona, confiscando lignito de la administración para entregarla a las panaderías de Stribro, entregó gasolina a precio de coste para ayudar a los habitantes y la economía de la zona.

Al retornar a Alemania Stauffenberg se encontró con las persecuciones de los judíos, que a lo largo de todo 1938 habían ido en aumento y que culminarían en la infame Noche de los Cristales Rotos (9-10 de noviembre). Aunque Stauffenberg aprobaba limitar la influencia judíos en los teatros, la música y el periodismo, pero rechazaba por completo aquellos atropellso del derecho, la decencia y la moral. El progromo de noviembre lo indignó profundamente. Ahora, las leyes de Nürember de 1935 amenazaban incluso a su propia cuñada, Melita, esposa de su hermano Alexander.

Stauffenberg no tuvo parte en la conspiración contra Hitler de otoño de 1939. No supo nada del plan, en el que formaba parte el comandante de su división, el general Hoeppner, pese a que se planeaba usar a la 1ª División Ligera para neutralizar a la escolta de la LSSAH.

Fue durante una conversación, en enero de 1939, con Rudolf Fahrner, sobre los hechos de la Kristalnacht, cuando Stauffenberg habló por primera vez de una posibilidad de subversión; dijo que el general Beck era el foco de la oposición antihitleriana, pero advirtió que no se podía confiar en otros altos mandos o, ni mucho menos, confiar en que la totalidad del ejército se rebelara, en especial al ver como muchos habían doblado el espinazo tras las crisis de Rohem y Blomberg-Fritsch. Stauffenberg se limitó a mencionar proyectos, pero no dijo nada en concreto.

(continuará...)