Publicado: Sab Oct 04, 2008 6:03 pm
por Domper
El mariscal von Manstein es una de esas figuras que me hacen ser ambivalente. Por una parte está su indudable genio militar. Por otra, su implicación con los crímenes nazis.

Sorbe su responsabilidad en los crímenes nazis, el mariscal cerró los ojos ante el trato sufrido por los prisioneros y la población civil rusa, y toleró medidas salvajes contra los partisanos. Al parecer también recibió informes sobre el trato criminal a los judíos, que ignoró. Puede consultarse el artículo de Wikipedia al respecto:

http://en.wikipedia.org/wiki/Erich_von_Manstein#Trial

Claro que la condena a Manstein debería hacerse extensiva a la mayoría de los altos jefes nazis. Es absurdo que Manstein sea condenado y que Halder, que al estar en un puesto superior tendría que haber sido condenado, no fue ni investigado.

Pero recordemos que von Manstein tenía un interés personal en el régimen nazi, y que recibió un enorme "premio de consolación" tras su destitución. Una fortuna que empleó, con dudoso criterio, en la adquisición de propiedades en Prusia Oriental.

Por otra parte, hay que leer sus escritos con pinzas, especialmente en lo referido en al evacuación al Dnieper. Describe su táctica de tierra quemada como una medida militar lógica, tomada sin afectar a la población civil. Como si quemar las viviendas de los campesinos cuatro días antes del comienzo del invierno fuese algo sin importancia y sin repercusiones.

Respecto a su genio militar, en ello pocas dudas hay, fue uno de los generales más eficaces (y geniales) de la SGM, consiguiendo victorias asombrosas. Citaré algunas por encima.

En Francia fue el autor del plan que pretendía en lugar del ataque frontal (la repetición de plan Schlieffen pero con tanques) un envolvimiento por el ala derecha. Hay que señalar que no se siguió su plan lo que privó a Alemania de una victoria aún mayor. Según lo planeado, tras la ruptura conseguida por las unidades mecanizadas las unidades de infantería se desplegarían a ambos lados del pasillo. Pero en lugar de defenderlo estáticamente (como se hizo en la realidad) esas unidades deberían actuar ofensivamente, atacando al enemigo, al que no se le dejaría recuperarse. Obviamente estos ataques, efectuados con relativamente poco apoyo, resultarían costosos, pero la presión constante impediría al enemigo reagruparse, romper el contacto, establecer líneas de defensa o contraatacar.

De hecho en la segunda fase de la Campaña de Francia las unidades de infantería bajo su mando hicieron precisamente eso, consiguiendo avances casi similares a los de las unidades mecanizadas y con un coste pequeño. Lo importante es que de haberse seguido sus recomendaciones las fuerzas aisladas al norte de la ruptura (la masa de maniobra móvil aliada) no hubiesen podido ni lanzar el contraataque de Arrás (causa del ataque de agorafobia de Hitler y el OKW, y del parón ante Dunkerque) ni retirarse hacia el puerto.

En su avance hacia Leningrado en 1941 consiguió una importante victoria ante n contraataque en el río Dvina, aunque se le ha acusado de retrasar su avance para asegurar los flancos, lo que le llevó a la victoria citada (del Dvina) pero a cambio le impidió llegar a tiempo a Leningrado.

Cuando heredó el mando del 11ú Ejército (tras la muerte del general Ritter von Schobert) la situación era peligrosa, enfrentándose a un potente contraataque enemigo con fuerzas escasas. A pesar de ello consiguió derrotar y embolsar al enemigo, y atravesar las líneas soviéticas de istmo de Perekop, aunque no consiguió tomar Leningrado. Durante el invierno rechazó repetidos contraataques rusos, la mayoría anfibios, y en Mayo de 1942 consiguió una de las dos últimas grandes bolsas: contraatacó en la península de Kerch rompiendo las líneas soviéticas por el lugar menos esperado. Sus fuerzas barrieron la península sin detenerse (con la táctica recomendada para Francia en 1940) y sin dejar que se reorganizasen las fuerzas rusas. Atrapadas con el mar detrás no do tiempo a evacuarlas, y las pérdidas rusas ascendieron a 160.000 hombres.

Poco después fue trasladado, con parte de sus fuerzas, a Leningrado, en uno de los típicos cambios de objetivo de Hitler. Cuando llegó no pudo hacer sino detener una ofensiva rusa, y las fuerzas que no estaban presentes fueron críticas en el fracaso de Stalingrado. Sobre su papel en esa batalla, hay otro hilo abierto que recomiendo seguir.

Tras la derrota de Stalingrado consiguió la última gran victoria alemana, y la más inesperada, al ser capaz de embolsar las vanguardias de Golikov y Vatunin. Es interesante que Manstein recomendaba para 1943 una repetición de dicha estrategia: permitir una gran ofensiva soviética para luego contraatacar y atrapar a los atacantes contra la costa norte del Mar Negro. Hitler prefirió una ofensiva por razones de prestigio (no sé de quien). En ese caso Manstein recomendaba un ataque inmediato, pero por insistencia y por vacilaciones hitlerianas se retrasó con el efecto conocido.

Para dicha ofensiva Manstein recomendaba desguarnecer parcialmente otros frentes,a costa de derrotas locales. No sólo no se siguió su consejo, sino que el ala sur de "Ciudadela" (la dirigida por Manstein), que era la única en conseguir algo, fue detenida para enviar fuerzas a Italia. Posteriormente von Manstein sólo pudo mantenerse a la defensiva, lastrado por estrictas directrices que impedían casi cualquier movimiento. A principios de 1944 parte de sus fuerzas fueron cercadas en Korsun, pero esta vez desobedeció las órdenes de Hitler y consiguió rescatar a los cercados. Tras esto, Hitler lo destituyó.

Manstein siempre apoyaba la constitución de un mando único para la URSS, lo que impediría que mientras un ala era derrotada (en Stalingrado) las otras estuviesen tan panchas. Pero esta medida era vista como intentar socavar a Hitler, que sospechó de él, y lo que fue causa de su retiro: a Mamstein (al contrario que a Runstedt) no se le ofreció ningún otro mando.

Fue contactado por los conspiradores contra Hitler, pero Manstein rechazó el unirse a ellos. Parte por lealtad (me niego a hablar de honor en relaciones con la Bestia), pero también, creo, porque sabía que un magnicidio crearía un caos que aceleraría la derrota.

Saludos