Publicado: Sab Jun 10, 2023 2:53 pm
Tercera batalla de Jarkov
El 18 de febrero Hoth pasó el mando de sus tropas, para entonces parte del frente de Mius, a Karl-Adolf Hollidt. Luego se reunió con von Manstein en Dnipropetrovsk, donde se le informó que el 4° Ejército Panzer estaba siendo reorganizad con dos cuerpos de tanques, dos divisiones acorazadas, dos de infantería y unidades de las Waffen-SS, incluido el II Cuerpo Panzer SS, las divisiones Das Reich y Totenkopf. Bajo su mando, se ordenó a esta fuerza que detuviera al 1º de Guardia y al 6º Ejército soviéticos al este de Dnipropetrovsk y los hiciera retroceder a través del río Samara. Esta operación fue parte de la Tercera Batalla de Kharkov, una contraofensiva contra las fuerzas soviéticas que avanzaban en la región de Donbass.
El 4º Ejército Panzer lanzó su ataque el 21 de febrero. Las fuerzas alemanas cortaron las puntas de lanza móviles soviéticas y continuaron su avance hacia el norte, con la fuerza de Hoth iniciando su ataque en Kharkov el 28 de febrero. Sin embargo, a principios de marzo, un deshielo temprano amenazó el avance alemán; Hoth y von Manstein decidieron que el 4º Ejército Panzer debería seguir adelante a pesar de todo. Kharkov fue retomada por los alemanes el 15 de marzo y Belgorod el 18. El agotamiento tanto de ambos bandos, junto con la pérdida de movilidad debido al inicio de la primavera, resultó en el cese de las operaciones a mediados de marzo. La contraofensiva dejó un saliente que se extendía hacia el área de control alemana, centrado alrededor de la ciudad de Kursk, y que conducía a la Operación Ciudadela.
Para esta operación el Grupo de Ejércitos Sur usó al 4º Ejército Panzer de Hoth, junto con el Armeeabteilung Kempf. Por entonces Hoth era considerado uno de los comandantes de tanques de alto nivel más experimentados de la Wehrmacht, pero su liderazgo fue menos efectivo en comparación con períodos anteriores de la guerra. Forczyk argumentó que Hoth mostró signos de agotamiento. Como la ofensiva en Kursk se retrasó repetidamente, Hoth se volvió cada vez más pesimista sobre sus posibilidades de éxito debido al aumento de las defensas soviéticas. A pesar de esto, tanto Hoth como Werner Kempf, comandante del destacamento del ejército del mismo nombre, decidió no prepararse para la ruptura de obstáculos en Kursk, asumiendo que los ingenieros alemanes eliminarían los campos de minas soviéticos sin mucha dificultad. Tampoco se dieron cuenta de la profundidad y fuerza de las líneas de defensa de Nikolai Vatutin. Como resultado de los errores alemanes en la planificación, la coordinación entre Hoth y Kempf sería deficiente durante la ofensiva, y cada uno planificó la batalla por separado.
Cuando comenzó Ciudadela, las divisiones de Hoth, reforzadas por el II Cuerpo Panzer SS al mando de Paul Hausser, penetraron varias líneas defensivas soviéticas antes de detenerse en la batalla de Prokhorovka. Esto fue en parte el resultado de que Hoth vaciló en seguir avanzando mientras sus flancos estaban amenazados por los contraataques soviéticos, mientras que Kempf no había podido seguir el ritmo. Por otro lado, Forczyk argumentó que Hoth eligió "correctamente" ignorar las órdenes de von Manstein para reforzar los ataques fallidos de Hermann Breith. En general, la batalla de Kursk fue una importante victoria soviética.
Después de Kursk, el Ejército Rojo montó una serie de ofensivas exitosas que cruzaron el Dnieper. Hoth no pudo destruir las cabezas de puente soviéticas al otro lado del río. En septiembre de 1943 el ejército de Hoth no pudo mantener una línea de frente continua incluso en retirada. El ejército cruzó el Dnieper al sur y al norte de Kiev con grandes pérdidas. A pesar de esto, Hoth recibió la Cruz de Caballero con Hojas de Roble y Espadas por esta retirada estratégica y su defensa en el Dniéper. En noviembre, el Ejército Rojo rompió las defensas de Hoth en una ofensiva sorpresa que retomó Kiev y finalmente expulsó a los alemanes del este de Ucrania. La rápida pérdida de Kiev "humilló" a Hoth, a quien Hitler culpó de esta derrota. El historiador Earl F. Ziemke también afirmó que, en este punto, Hitler "quería generales que resistieran sin ceder un ápice", mientras que Hoth era un experto en defensa móvil. En noviembre de 1943 Hoth recibió un permiso "para relajarse", y fue relevado del mando el 10 de diciembre de 1943. Forczyk argumentó que los fracasos alemanes en el Dnieper se debieron tanto a las interferencias de Hitler en asuntos tácticos como a la incapacidad de los comandantes alemanes, incluido Hoth, para anticipar las acciones soviéticas. Según él, no habían reconocido la rápida mejora del Ejército Rojo.
Después de ser destituido de su cargo, Hoth fue denunciado por Hitler como "un pájaro de mal agüero" y "un instigador del derrotismo del peor tipo". Hoth pasó a la reserva del Führer. Aunque fue nombrado comandante de los Montes Metálicos en abril de 1944, este puesto "no tenía ningún sentido". Hoth regresó al servicio activo en abril de 1945 como comandante del Saale, y se le ordenó defender el área de Halle-Leipzig hasta que el 12º Ejército estuviera listo para el combate nuevamente. Organizó una línea defensiva en Mulde y Elba y ofreció cierta resistencia al avance de las fuerzas estadounidenses antes de que sus fuerzas se hundieran. Luego fue comandante de los Montes Metálicos nuevamente antes de rendirse a las tropas estadounidenses el 7 de mayo de 1945.
El 18 de febrero Hoth pasó el mando de sus tropas, para entonces parte del frente de Mius, a Karl-Adolf Hollidt. Luego se reunió con von Manstein en Dnipropetrovsk, donde se le informó que el 4° Ejército Panzer estaba siendo reorganizad con dos cuerpos de tanques, dos divisiones acorazadas, dos de infantería y unidades de las Waffen-SS, incluido el II Cuerpo Panzer SS, las divisiones Das Reich y Totenkopf. Bajo su mando, se ordenó a esta fuerza que detuviera al 1º de Guardia y al 6º Ejército soviéticos al este de Dnipropetrovsk y los hiciera retroceder a través del río Samara. Esta operación fue parte de la Tercera Batalla de Kharkov, una contraofensiva contra las fuerzas soviéticas que avanzaban en la región de Donbass.
El 4º Ejército Panzer lanzó su ataque el 21 de febrero. Las fuerzas alemanas cortaron las puntas de lanza móviles soviéticas y continuaron su avance hacia el norte, con la fuerza de Hoth iniciando su ataque en Kharkov el 28 de febrero. Sin embargo, a principios de marzo, un deshielo temprano amenazó el avance alemán; Hoth y von Manstein decidieron que el 4º Ejército Panzer debería seguir adelante a pesar de todo. Kharkov fue retomada por los alemanes el 15 de marzo y Belgorod el 18. El agotamiento tanto de ambos bandos, junto con la pérdida de movilidad debido al inicio de la primavera, resultó en el cese de las operaciones a mediados de marzo. La contraofensiva dejó un saliente que se extendía hacia el área de control alemana, centrado alrededor de la ciudad de Kursk, y que conducía a la Operación Ciudadela.
Para esta operación el Grupo de Ejércitos Sur usó al 4º Ejército Panzer de Hoth, junto con el Armeeabteilung Kempf. Por entonces Hoth era considerado uno de los comandantes de tanques de alto nivel más experimentados de la Wehrmacht, pero su liderazgo fue menos efectivo en comparación con períodos anteriores de la guerra. Forczyk argumentó que Hoth mostró signos de agotamiento. Como la ofensiva en Kursk se retrasó repetidamente, Hoth se volvió cada vez más pesimista sobre sus posibilidades de éxito debido al aumento de las defensas soviéticas. A pesar de esto, tanto Hoth como Werner Kempf, comandante del destacamento del ejército del mismo nombre, decidió no prepararse para la ruptura de obstáculos en Kursk, asumiendo que los ingenieros alemanes eliminarían los campos de minas soviéticos sin mucha dificultad. Tampoco se dieron cuenta de la profundidad y fuerza de las líneas de defensa de Nikolai Vatutin. Como resultado de los errores alemanes en la planificación, la coordinación entre Hoth y Kempf sería deficiente durante la ofensiva, y cada uno planificó la batalla por separado.
Cuando comenzó Ciudadela, las divisiones de Hoth, reforzadas por el II Cuerpo Panzer SS al mando de Paul Hausser, penetraron varias líneas defensivas soviéticas antes de detenerse en la batalla de Prokhorovka. Esto fue en parte el resultado de que Hoth vaciló en seguir avanzando mientras sus flancos estaban amenazados por los contraataques soviéticos, mientras que Kempf no había podido seguir el ritmo. Por otro lado, Forczyk argumentó que Hoth eligió "correctamente" ignorar las órdenes de von Manstein para reforzar los ataques fallidos de Hermann Breith. En general, la batalla de Kursk fue una importante victoria soviética.
Después de Kursk, el Ejército Rojo montó una serie de ofensivas exitosas que cruzaron el Dnieper. Hoth no pudo destruir las cabezas de puente soviéticas al otro lado del río. En septiembre de 1943 el ejército de Hoth no pudo mantener una línea de frente continua incluso en retirada. El ejército cruzó el Dnieper al sur y al norte de Kiev con grandes pérdidas. A pesar de esto, Hoth recibió la Cruz de Caballero con Hojas de Roble y Espadas por esta retirada estratégica y su defensa en el Dniéper. En noviembre, el Ejército Rojo rompió las defensas de Hoth en una ofensiva sorpresa que retomó Kiev y finalmente expulsó a los alemanes del este de Ucrania. La rápida pérdida de Kiev "humilló" a Hoth, a quien Hitler culpó de esta derrota. El historiador Earl F. Ziemke también afirmó que, en este punto, Hitler "quería generales que resistieran sin ceder un ápice", mientras que Hoth era un experto en defensa móvil. En noviembre de 1943 Hoth recibió un permiso "para relajarse", y fue relevado del mando el 10 de diciembre de 1943. Forczyk argumentó que los fracasos alemanes en el Dnieper se debieron tanto a las interferencias de Hitler en asuntos tácticos como a la incapacidad de los comandantes alemanes, incluido Hoth, para anticipar las acciones soviéticas. Según él, no habían reconocido la rápida mejora del Ejército Rojo.
Después de ser destituido de su cargo, Hoth fue denunciado por Hitler como "un pájaro de mal agüero" y "un instigador del derrotismo del peor tipo". Hoth pasó a la reserva del Führer. Aunque fue nombrado comandante de los Montes Metálicos en abril de 1944, este puesto "no tenía ningún sentido". Hoth regresó al servicio activo en abril de 1945 como comandante del Saale, y se le ordenó defender el área de Halle-Leipzig hasta que el 12º Ejército estuviera listo para el combate nuevamente. Organizó una línea defensiva en Mulde y Elba y ofreció cierta resistencia al avance de las fuerzas estadounidenses antes de que sus fuerzas se hundieran. Luego fue comandante de los Montes Metálicos nuevamente antes de rendirse a las tropas estadounidenses el 7 de mayo de 1945.