Publicado: Mar Ene 10, 2023 4:01 pm
El 16 de enero de 1939 Fleischer fue ascendido a general de división y puesto al mando de la 6ª División noruega, lo que lo llevaría a convertirse en el primer general aliado en derrotar a la Wehrmacht en un enfrentamiento frontal terrestre. En enero de 1940, Fleischer fue designado por resolución real como comandante en jefe del norte de Noruega en caso de guerra.
Después de que estalló la Guerra de Invierno entre Finlandia y Rusia en noviembre de 1939, se movilizó la 6ª División y Fleischer tomó repetidamente la iniciativa para alentar al gobierno noruego a aumentar la preparación militar del país en el norte del país. Entre estas iniciativas se incluyeron medidas de gran alcance contra los comunistas de la región. La desconfianza de Fleischer hacia la URSS continuó mostrándose a lo largo de la siguiente campaña noruega, cuando mantuvo fuerzas sustanciales en la frontera soviética en el este de Finnmark a pesar de la desesperada necesidad de refuerzos en la línea del frente en Narvik contra las fuerzas del general Dietl.
En 1940, tras la invasión alemana, el general Fleischer fue nombrado comandante en jefe de las fuerzas armadas noruegas en el norte del país. En el momento del ataque del 9 de abril Fleischer se encontraba en Vadsø, en Finnmark, en un viaje de inspección junto con su jefe de estado mayor, el comandante Odd Lindbäck-Larsen. Cuando le llegó el aviso de la invasión, el área sufría una feroz ventisca. Debido al clima extremo, Fleischer no pudo salir de Vadsø ni en un barco ni en un avión,, y tuvo que pasar allí la noche. El gobernador del condado de Finnmark, Hans Gabrielsen, invitó a Fleischer a quedarse en la mansión del gobernador. Después de discutir la situación con Gabrielsen, Fleischer logró partir hacia Tromsø al día siguiente, y llegó allí en un avión naval MF11 después de volar en condiciones terribles. Desde Tromsø emitió órdenes para una total movilización civil y militar y declaró el norte de Noruega teatro de guerra. Entregó la mayoría de los poderes civiles a los respectivos gobernadores de condado en Troms y Finnmark, y Hans Gabrielsen tomó todo el poder civil en el norte de Noruega después de la muerte del gobernador de condado de Troms unos días después de la invasión. El plan estratégico de Fleischer era primero acabar con las fuerzas alemanas en Narvik y luego transferir su división a Nordland para enfrentarse a un avance alemán desde Trøndelag. Fleischer valoraba las acciones ofensivas contra las fuerzas enemigas, utilizando la naturaleza única del terreno noruego para llevar a cabo ataques contra los flancos y la retaguardia del enemigo. El general Fleischer ya se había opuesto en 1934 al concepto de luchar contra acciones dilatorias mientras se esperaban refuerzos aliados, una táctica en la que se basó el general Otto Ruge durante su defensa de la vital región del este de Noruega.
Como comandante de la 6ª División, el general Fleischer coordinó las fuerzas noruegas, francesas, polacas y británicas en la reconquista de Narvik el 28 de mayo a la 3ª División de Montaña austro-alemana del general Dietl. La victoria se logró a pesar de cambiar las estrategias y el mando de los aliados. Tras la evacuación del sur de Noruega, Fleischer se vio envuelto en conflictos con los líderes políticos y militares que llegaban de las zonas abandonadas del sur del país. El estilo testarudo e intransigente del general no ayudó en este sentido.
Narvik fue la primera gran victoria de la infantería aliada en la Segunda Guerra Mundial. Desafortunadamente para los noruegos, tras la invasión de Francia el 10 de mayo de 1940, las fuerzas aliadas se retiraron a principios de junio. Sin el apoyo aliado, el ejército noruego por sí solo no pudo mantener sus posiciones y se firmó un acuerdo de capitulación para la parte continental de Noruega. Los alemanes volvieron a ocupar Narvik el 9 de junio.
Cuando las fuerzas noruegas en Noruega continental estaban a punto de rendirse, se ordenó al general Fleischer que siguiera a Haakon VII y al gobierno al exilio en el Reino Unido, habiendo sido nombrado comandante del ejército noruego en el exilio el 7 de junio de 1940. En compañía de su esposa salió de Noruega el 8 de junio, a bordo del patrullero Fridtjof Nansen,
Después de que estalló la Guerra de Invierno entre Finlandia y Rusia en noviembre de 1939, se movilizó la 6ª División y Fleischer tomó repetidamente la iniciativa para alentar al gobierno noruego a aumentar la preparación militar del país en el norte del país. Entre estas iniciativas se incluyeron medidas de gran alcance contra los comunistas de la región. La desconfianza de Fleischer hacia la URSS continuó mostrándose a lo largo de la siguiente campaña noruega, cuando mantuvo fuerzas sustanciales en la frontera soviética en el este de Finnmark a pesar de la desesperada necesidad de refuerzos en la línea del frente en Narvik contra las fuerzas del general Dietl.
En 1940, tras la invasión alemana, el general Fleischer fue nombrado comandante en jefe de las fuerzas armadas noruegas en el norte del país. En el momento del ataque del 9 de abril Fleischer se encontraba en Vadsø, en Finnmark, en un viaje de inspección junto con su jefe de estado mayor, el comandante Odd Lindbäck-Larsen. Cuando le llegó el aviso de la invasión, el área sufría una feroz ventisca. Debido al clima extremo, Fleischer no pudo salir de Vadsø ni en un barco ni en un avión,, y tuvo que pasar allí la noche. El gobernador del condado de Finnmark, Hans Gabrielsen, invitó a Fleischer a quedarse en la mansión del gobernador. Después de discutir la situación con Gabrielsen, Fleischer logró partir hacia Tromsø al día siguiente, y llegó allí en un avión naval MF11 después de volar en condiciones terribles. Desde Tromsø emitió órdenes para una total movilización civil y militar y declaró el norte de Noruega teatro de guerra. Entregó la mayoría de los poderes civiles a los respectivos gobernadores de condado en Troms y Finnmark, y Hans Gabrielsen tomó todo el poder civil en el norte de Noruega después de la muerte del gobernador de condado de Troms unos días después de la invasión. El plan estratégico de Fleischer era primero acabar con las fuerzas alemanas en Narvik y luego transferir su división a Nordland para enfrentarse a un avance alemán desde Trøndelag. Fleischer valoraba las acciones ofensivas contra las fuerzas enemigas, utilizando la naturaleza única del terreno noruego para llevar a cabo ataques contra los flancos y la retaguardia del enemigo. El general Fleischer ya se había opuesto en 1934 al concepto de luchar contra acciones dilatorias mientras se esperaban refuerzos aliados, una táctica en la que se basó el general Otto Ruge durante su defensa de la vital región del este de Noruega.
Como comandante de la 6ª División, el general Fleischer coordinó las fuerzas noruegas, francesas, polacas y británicas en la reconquista de Narvik el 28 de mayo a la 3ª División de Montaña austro-alemana del general Dietl. La victoria se logró a pesar de cambiar las estrategias y el mando de los aliados. Tras la evacuación del sur de Noruega, Fleischer se vio envuelto en conflictos con los líderes políticos y militares que llegaban de las zonas abandonadas del sur del país. El estilo testarudo e intransigente del general no ayudó en este sentido.
Narvik fue la primera gran victoria de la infantería aliada en la Segunda Guerra Mundial. Desafortunadamente para los noruegos, tras la invasión de Francia el 10 de mayo de 1940, las fuerzas aliadas se retiraron a principios de junio. Sin el apoyo aliado, el ejército noruego por sí solo no pudo mantener sus posiciones y se firmó un acuerdo de capitulación para la parte continental de Noruega. Los alemanes volvieron a ocupar Narvik el 9 de junio.
Cuando las fuerzas noruegas en Noruega continental estaban a punto de rendirse, se ordenó al general Fleischer que siguiera a Haakon VII y al gobierno al exilio en el Reino Unido, habiendo sido nombrado comandante del ejército noruego en el exilio el 7 de junio de 1940. En compañía de su esposa salió de Noruega el 8 de junio, a bordo del patrullero Fridtjof Nansen,