Publicado: Lun Abr 16, 2007 3:00 pm
por Domper
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Chain en su laboratorio

Ernst Boris Chain había nacido en 1906 en Berlín, en el seno de una familia judía. Era hijo de madre berlinesa y de padre ruso, un químico que había emigrado a Alemania para complementar sus estudios. Siguió los pasos de su padre, y en 1930 se doctoró en Química en la Universidad Friedrich Wilhelm. Queda poca documentación sobre su vida en Alemania, pues se acercaba el Mal.

Tras la llegada de los nazis Chain supuso (acertadamente) que peligraba su carrera e incluso su vida, por lo que emigró a Inglaterra en 1933. Se estableció en la Universidad de Cambridge y luego en la de Oxford, estudiando los fosfolípidos (componentes básicos de la membrana celular), venenos de serpiente, la Lisozima, los mecanismos de los tumores, etcétera, y aprendiendo sobre el aislamiento e identificación de moléculas.

En 1938 se unió al australiano Howard Florey y al inglés Normal Heatley, entre otros.

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Howard Florey]

http://www.tonbridge-school.co.uk/images/pastfuture/notableots/index1.jpg
[i]Norman Heatley (no he encontrado imágenes libres del científico)


Tras el descubrimiento de Domagk del Prontosil Florey se propuso encontrar un nuevo agente antimicrobiano más efectivo. Se unió para ello a dos bioquímicos, Chain y Heatley. Florey se encargaría de la parte biológica de la investigación( y de recaudar fondos), Heatley sería el responsable de producir y aislar el agente, Chain estudiaría su estructura.

No partieron de la nada, sino que revisaron la bibliografía existente buscando ejemplos de "interferencia bacteriana", es decir, de casos en los que un microorganismo impedía el crecimiento de otro microorganismo. Revisaron varios casos, entre ellos la Lisozima de Fleming. Pero Chain descubrió que la Lisozima era una proteína, muy difícil de producir, y cuyo valor terapéutico era muy dudoso (como así ha ocurrido). Entonces Florey leyó otra nota de Fleming en la que se citaba el efecto antibacteriano de los filtrados de un hongo, el Penicillium notatum. Es importante tener en cuenta que el equipo de Florey había iniciado una investigación sistemática de esos casos de interferencia. Entre los casos a investigar estaba otro que llevaría al descubrimiento en 1943 del primer antibiótico efectivo contra la tuberculosis, la estreptomicina, por Walksman y Schatz.

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Selman Waksman

http://www.unipublic.unizh.ch/campus/uni-news/2001/0342/schatz.jpg
Albert Schatz (no he encontrado imágenes libres)

Es decir, que fue el equipo de Florey el que abrió la puerta, el que aplicó un trabajo multidisciplinar que convirtió una curiosidad en el arma terapéutica más potente hasta la fecha, y que dio la pista para el descubrimiento de decenas de nuevos antibióticos en el decenio siguiente. Los ingleses así lo apreciaron. Aunque Fleming ha recibido un reconocimiento mundial, Florey recibió mayores honores (Lord Howard Florey, Barón Florey, OM, FRS, miembro de la cámara de los lores…).

Pero volviendo. Habíamos dejado a Florey, Chain y Heatley revisando el artículo de Fleming. Y se pusieron manos a la obra. Consiguieron una muestra del hongo Penicillium notatum, e iniciaron la difícil tarea de cultivarlo en suficiente cantidad y aislar la Penicilina. Todo ello con un presupuesto minúsculo y mientras el horizonte se ensombrecía.

Tras grandes dificultades, Chain consiguió aislar la sustancia activa (había varias sustancias muy similares), y Heatley cultivó suficiente cantidad del hongo y aisló una minúscula cantidad. En 1940, en pleno "blitz", Heatley hizo las primeras pruebas: infectó ocho ratones con una cepa especialmente virulenta de estreptococo, y a cuatro les inyectó Penicilina. Horas después, los ratones que no habían sido tratados habían muerto, y los tratados estaban completamente sanos. Cuando Florey supo los resultados, dijo "parece prometedor", pero poco después, en un ambiente más informal, el comentario fue "es un milagro". El 24 de Agosto publicaron en Lancet el descubrimiento, lo que motivó una airada réplica de Fleming "¿qué están haciendo con mi Penicilina?" (esta fue la única contribución de Fleming al desarrollo de la Penicilina durante la guerra).

Pero una persona pesa 3.000 veces más que un ratón, y requiere más Penicilina. Las compañías farmacéuticas, en plena crisis de 1940, no podían suministrar equipo: por ejemplo, la compañía Pyrex sólo podía suministrar placas de cultivo si se les adelantaban 500 libras de la época (unos 40.000€ de hoy) porque era preciso un molde especial. Heatley se apañó con recipientes de porcelana. También hubo dificultades con el aislamiento del producto, etcétera.

Finalmente, en 1941 se tenía una pequeña cantidad de Penicilina. La esposa de Florey, Ethel, era enfermera, y dijo que había un policía, Albert Alexander, que estaba desesperadamente enfermo tras haberse pinchado con la espina de una rosa y sufrir una infección por estafilococo y estreptococo. El 12 de Febrero de 1941 Florey administró al enfermo toda la Penicilina disponible: 200 mg (la dosis habitual hoy día es 500 mg o 1 g, tres veces al día, durante 10 días). Y el enfermo mejoró rápidamente. Pero no quedaba suficiente medicamento. Se tuvo que recoger la orina del paciente, para recuperar la Penicilina que excretaba y reinyectársela, pero aun así el policía recayó y murió el 15 de Marzo de 1941. Florey decidió tratar sólo a niños a partir de entonces, pues necesitaban menos cantidad. El 14 de Marzo de 1941 un adolescente de 15 años, Arthur Jones, recibió el antibiótico y se curó. En los siguientes meses, de diez pacientes tratados (todos casos desesperados) ocho se recuperaron, y dos murieron, pero por complicaciones de otro tipo y no por fracaso del medicamento. Era un milagro. En Agosto de 1941 Lancet publicó un artículo "Más observaciones sobre la Penicilina".

Pero persistía la gran dificultad ¿la asediada Inglaterra podría fabricar suficiente Penicilina?

Seguirá