Publicado: Vie Mar 30, 2007 3:55 pm
por Kurt_Steiner
Cuando la URSS recupera sus territorios ocupados, inmediatamente vuelven a exhumar los cadáveres y emiten informes probatorios de los "verdaderos autores de la masacre", es decir, los alemanes. Para entonces, como se supo más tarde, no había un político británico que creyera remotamente en la culpabilidad alemana, aunque públicamente manifestaran el descargo de culpa del aliado soviético. El tema Katyn no fue olvidado, sin embargo. Uno de los impulsores de investigar (Sikorski) tuvo un final trágico el 4 de julio de 1943 cuando regresaba de inspeccionar las tropas polacas en Medio Oriente y su avión cayó al Mediterráneo por causas desconocidas.

En 1945 se abre una nueva investigación promovida por el ministro de justicia Swiatlovski, dirigida por el procurador general de Cracovia, Román Martini, que, durante la investigación, descubre la relación de oficiales rusos que dirigían los campos de Kozielsk y Starobielsk, además de algo desconcertante: en las fosas habían sido encontrados cartuchos de proyectiles de fabricación alemana, de la empresa Gustav Genschow, ubicada en las proximidades de Kalsruhe, cartuchos con la marca de la fabrica GECO 7,65. Martini se preguntaba como era posible que si los alemanes quisieran atribuir la matanza a los rusos hubieran empleado proyectiles propios en vez de soviéticos de los cuales tenían abundante provisión después de la derrota del ejercito ruso. Martini continuó la investigación y descubrió que en 1924 Genschow había sido autorizado a exportar municiones a la URSS en grandes cantidades pero también recibieron esa munición los países bálticos y Polonia.

Martini acabó la investigación en febrero de 1946, volvió a Polonia y envió un memorial con sus conclusiones al Ministro de Justicia, tras depositar previamente una copia en un notario en Suecia, para "abrir en caso de muerte ó desaparición". En la noche del 12 al 13 de marzo Martini resultó muerto en su casa de Cracovia por disparos de ametralladora por dos jóvenes, era una pareja de 19 y 17 años, miembros del comité para la amistad soviético-polaca. Detenidos al día siguiente y encerrados en la cárcel de San Miguel de Cracovia, una de las más rigurosamente custodiadas, a los tres días se fugan de la prisión durante la noche. Nunca más se sabrá de ellos. Nada sale de lo descubierto por Martini.

Durante el juicio de Nuremberg se intentó, bajo presión soviética y la indiferencia británica, de investigar y acusar a los "culpables" alemanes del crimen en masa de Katyn. Incluso se pretendió incriminar a oficiales superiores incluso generales, que no habían sido incriminados en otros supuestos actos criminales. Por los archivos del juicio, en virtud de los Estatutos de Nuremberg según los cuales los informes de las comisiones de encuestas aliadas tenían el valor de prueba, el informe soviético sobre Katyn, acusando a los alemanes de la matanza de 11.000 militares y civiles polacos fue aceptado por los vencedores como prueba auténtica, indiscutible, el 8 de agosto de 1945. Finalmente, no hubo pruebas suficientes y la causa fue desestimada. Sostienen que una comisión especial organizada por la URSS investigó los crímenes formaban parte de dicha comisión entre otros la hija del embajador de EEUU en Moscú y el escritor Alexis Tolstoi.

Imagen
Capa a capa. Amontonados, los cadávares se acumulan unos junto a otros, unos sobre otros. Cuando se hizo esta fotografía se habían retirado ya dos capas de restos. Los trabajos de excavación dejaron la descubierto otras tres.

Dicha comisión se puso a trabajar inmediatamente después de la liberación de Smolensko, interrogando a los habitantes de la zona y exhumando los cadáveres. La comisión llegó a las siguientes conclusiones
-Los prisioneros de guerra polacos recluidos en tres campos por los rusos al oeste de Smolensko y ocupados en diferentes trabajos siguieron allí tras la ocupación alemana de Smolensko en julio del 41.
-Los alemanes exterminaron a los prisioneros polacos en otoño del 41.
-Los fusilamientos en masa fueron hechos por unidades alemanas preparadas específicamente para esa misión, camufladas con el nombre convencional de comando 537, un batallón de ingenieros a las órdenes del teniente Arnes y los subtenientes Rocht y Hotte.
-En 1943 los alemanes trataron de atribuir los asesinatos a los soviéticos y se procuraron con torturas y amenazas algunos testigos falsos entre los habitantes de Smolensko y alrededores. Se llama a declarar al alcalde de Smolensko durante la ocupación alemana y dice que un interprete le había comunicado que los alemanes tenían intención de fusilar a los soldados polacos. Otro testigo es uno de los médicos que formaron parte de la investigación llevada a cabo por los alemanes, el doctor Markov, de la universidad de Sofía y comenta que la investigación fue muy breve y que cuando llegaron las fosas estaban abiertas y que las autopsias fueron realizadas a solo 8 cadáveres. Además no se les permito a los miembros de la comisión ver los objetos encontrados.

Posteriormente a preguntas sobre porqué había firmado el acta de la investigación el doctor Markov declaró que de regreso a Bulgaria y en un aeropuerto en el que hicieron escala les presentaron el acta a firmar. Viendo que estaban rodeados de soldados alemanes firmó, ya que estaban en una situación delicada, pero que al llegar a Bulgaria presentó una protesta y el asunto no llegó a más. El veredicto fue de absolución contra 22 jefes alemanes por la matanza de Katyn.

Posteriormente a los tres años, un periodista americano investigó el asunto y supo de la carta de y la recuperó. Hubo una última investigación del congreso de EE.UU presidida por el senador Maiden, celebrada en Francfort y fueron invitados soviéticos y polacos, interrogándose a numerosos testigos. Entre dichos testigos se encontraba un coronel americano, que comentó que aunque odiaba a los nazis tuvo que reconocer que la matanza había sido cosa de los rusos y otro teniente coronel afirmó que dejó Katyn convencido que habían sido los rusos autores de la matanza. Todos los médicos de la comisión, a excepción de Markov, afirmaron no haber sufrido presiones para firmar el acta El médico suizo Neville dijo que estaba claro que Markov había recibido amenazas lo que no quedaba claro era si habían sido los soviéticos ó los alemanes los autores de ellas.