Der zweite Weltkrieg

Compañera de fatigas, de tantas charlas y discusiones sobre la guerra, la estrategía, la justicia, la injusticia, el honor, la ignominía... qué te te voy a contar después de tanto tiempo, corazón.
Puedo entender que llegado el caso, ese en que todo se limita a ser más rápido, o más certero o más insensible y despachar al de enfrente para poder seguir fumando y luego poder contarlo -si se tienen las fuerzas y la presencia de ánimo suficientes-, esta especie se siga masacrando cada vez de forma más efectiva y siempre para terminar preguntandose por qué empezo todo y quién lo empezo y para qué.
Pero lo que se me escapa y se me seguirá escapando es que esa irracional carnicería se regocije en la violación, el saqueo, el genocidio, la limpieza étnica y tantas y tantas maneras para continuar el horror más allá de las trincheras inventando vías que se han ido ampliando y mejorando desde la caida de Troya.
Cualquier cosa, hasta incluso pedir perdón por la parte masculina que me toca, me sonaría trivial. Así que, sencillamente, me limitaré a una mirada y a un asentimiento de esos que tan bien conoces.
Va por ti y por todas ellas, como perfectamente ha dicho Sparrow, camarada.