Publicado: Lun May 05, 2008 3:34 am
por Roul Wallenberg
Para personas privadas de libertad el tener algo productivo que hacer es muy importante, está comprendido en los programas de rahabilitación carcelaria en todo el mundo, también es un ecape personal cuando se embotan en una diaria rutina que los hace olvidar por momentos su desgraciada condición.

En algunos casos de los trabajadores forzados del III Reich esto se debe haber dado. Hubo muchos fábricas (como la de Shindler, a Oskar me refiero, en la que el trabajo en sí no era inhumano, primero esmaltados y luego granadas) y así en muchas más, pero en los campos por lo general la situación era completamente diferente, ya que la carga laboral era abrumadora y calculada para llevar a la extenuación al individuo y que asociada a la pésima alimentación, consumirlo hasta que era separado del "trabajo" para su eliminación definitiva.

Lo del "Arbeit macht Frei" es un amargo sarcasmo de encubrimiento, así como las "salas de duchas", "higienización", "transporte hacia el Este" etc. En sí es una verdad, indudablemente; todos alguna vez empezamos nuestro primer trabajo y recibimos una paga la que nos dió cierta independencia frente a la tutela paterna, y cuando alguien sufre la tremenda contrariedad de estar sin trabajo queda sujeto a una serie de condiciones impuestas por la cesantía y quienes acuden en su ayuda, pierde algo o bastante de su libertad personal.

En 1972, el escritor nacionalista alemán Lorenz Diefenbach usó la expresión "Arbeit macht Frei" como título para una de sus novelas, y la frase fué adoptada y bien conocida en los círculos nacionalistas de la época. En 1928 fué adoptada a su vez por la República de Weimar como slogan en sus programas de empleo masivo para enfrentar la cesantía generalizada, haciendo un recuerdo del medieval "Stadtluft macht Frei" (El aire de la ciudad libera).

El autor y ejecutor de la idea de utilizar esta sentencia, escribirla en acero y plantarla a la entrada de los campos para dar la impresión de que éstos eran lo que no fueron, fué el General de las SS Theodor Eicke, Inspector General de los campos de concentración y segundo comandante de Dachau. Al idear esta cruel patraña ignoraba que la frase iba a entrar a la historia como emblema del más tremendo de los crímenes que ha sufriido la humanidad y de la abismal maldad e ironía macabra de la que sólo las SS de la Alemania nacionalsocialista han podido ser capaces.


<center> El Obergruppenführer SS Theodor Eicke

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Este sujeto era un sádico criminal que había tenido problemas con un gauleiter de Renania y, en castigo en 1933 Himmler lo envió a la cílinica psiquiátrica de la Universidad de Würzburg donde trabajaba el doctor Werner Heyde. Ambos, médico y paciente, de tendencias homosexuales trabaron una estrecha amistad. Ante los ruegos de Eicke, cuatro meses más tarde se reintegró a las SS con su grado de Oberführer. En 1934 prticipó directamente en la "Noche de los Cuchillos Largos" al dirigirse con otros dos SS a la cárcel de Stadelheim y con su ayudante, el Oberstumbanführer SS Michael Lippert mataron a tiros de pistola a Ernst Roehm. En retribución se le asignó la responsabilidad sobre los campos de concentración. Años después asumió el mando de la División SS Totenkopf y murió en el Frente Oriental en 1943.


<center>Hablándole a sus presos en Dachau, 1933

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Su amigo íntimo, el psiquiatra Werner Heyde, prestó servicios como SS Standartenführer (coronel) en una misteriosa unidad médica de las SS de la Totenkopfverbande bajo control de Eicke, convirtiéndose más tarde en uno de los directores principales del plan de Hitler para exterminar a los enfermos mentales, llamado "Programa T-4 de Acción Eutanásica". Junto con esas tareas se desempeñó en forma permanente como siquiatra en la Gestapo. Luego de finalizada la guerra siguió ejerciendo la siquiatría bajo un nombre supuesto hasta que fué descubierto y encarcelado en 1959. Murió en prisión en 1964, en Frankfurt.




<center>La visión de un artista, Aaron Morgan:

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Pero no fué ésta la única canallada al respecto de los nazis alemanes; en su programa de eutanasia estaba incorporado el Hospital de la Universidad de Groningen (*) en la Holanda ocupada y cuyo slogan era "Sterbehilfe macht Frei" (Sterbe=muerte, Hilfe= ayuda, es decir eutanasia), o sea que para los nazis no sólo se llegaba a la por ellos entendida libertad por el trabajo, sino había también otras vías alternativas.



<center>Ingreso a la Sección Eutanasia del Hospital de la Universidad de Groningen.


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(*) El Hospital Universitario de la ciudad de Groningen no ha cesado en su actividad eutanásica; recientemente en su importante "Protocolo de Groningen" ha autorizado la eutanasia a niños menores de 12 años, bajo una serie de condiciones humanitarias.


Fuentes de consulta:

- Noticia Cristiana.com

- www.condignidad.org

- www.puag.info

- www.bioeticaweb.com/content/view/4544/833/lang,es/

- University of Groningen , www1.universia.net

- Fotografía: http://devmike.com/blog/archives/2004-12.html., imágenes de Google

- Acerca de Theodor Eicke y Werner Heyde: "Soldiers of Destruction: The SS Death’s Head Division, 1933-1945" de Charles Sydnor, 1997, Princeton University Press. ("Soldados y Destrucción, la División SS Totenkopf...") Traducción y resumen R.W.





Salu2