Publicado: Lun May 05, 2008 1:39 am
por Shindler
El trabajo os hará libres

Arbeit Macht Frei

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Hoy en día la gente ve dificultades en creer que tal horror irónico de estas palabras fueron realidad. El trabajo os hará libres, una frase que tiene mucho contenido oscuro y cruel. ¿Trabajar como? Para un régimen que la única libertad que daría en este caso era la partida de este mundo. Millones de personas murieron si, trabajando a la fuerza por éste régimen, para ser liberados solo Dios sabía como, Dios y los que se creían dioses. No habían reglas en NINGUN campo de concentración para al menos dar la esperanza de que si se cumplian no serían castigados.

Pensemos un poco en eso, no mirar a los ojos del oficial, no hablar, no llorar, no reir, no descanzar, no temblar, no orinarse, no comer, no repetir, no dormir, no cantar, no bostezar, no protestar, no reclamar, no rendirse, no luchar, no amar, no recordar, y por sobre todas las cosas no tener esperanzas.

No había una regla fundamental que si era obedecida salvara las vidas de quienes la seguían, dependía del buen humor del oficial de turno o del encargado en el momento de despertarse de su sueño nocturno entre cobijas y el cálido abrazo de los leños en la estufa, lujos que contrastaban con el frío seco de los barracones. Saber que al otro día en la mañana no sería un día más sino un día menos de libertad, y ¿trabajar para que? ¿Para ser libres de que?, ridículo e inhumano.

Todos los días levantarse y ver el mismo cartel, la misma frase taladrando los ojos, perforando la mente de aquellos que fueron privados de su libertad y sobre todo de su derecho a vivir como dignamente merecieron, vivir una vida junto a los suyos. Cuantos de nosotros no han pasado por situaciones extremas, un mal sueldo, pérdida de dinero, un familiar, hambre por falta de trabajo que nos diera el sustento diario, sin embargo en nuestra mente pensamos trabajar para subsistir, nunca pensaríamos en que el trabajo nos hará libres, porque gozamos de la libertad. Ese infierno a muchos nos es lejano y a cada año que pasa esa realidad parece alejarse de nosotros.

El trabajo os hará libres es una frase que no nos da esperanzas directas y menos a aquellos inocentes, niños, ancianos, hombres y mujeres. "¿Trabajar para ser libres? si hemos nacido libres ¿porque ésto?". Trabajaban no por su libertad, trabajaban obligados con la unica recompensa posible y admisible para ellos "el exterminio", para muchos la única libertad fué la muerte, morir antes de aguantar un día más y no por ser débiles sino por ser fieles a sus principios. Perder la libertad no es recompensa y conseguirla con el trabajo no es gratificante no con ese precio.

Leer testimonios de quienes recobraron la libertad gracias a que no todo dura para siempre nos dan una idea de lo cruel y duro que eran esos tiempos. He leído cientos de testimonios y en todos he observado lo mismo, odio por parte de los captores, azotes, castigos, masacres, fusilamientos, experimentos, abusos y todos con la cicatriz latente de la crueldad de los ejecutores. Mucho se debate si esto debe ser enseñado en las escuelas y colegios, ¿debemos pasar estos testimonios a las generaciones futuras? ¿Pedagógicamente hablando es viable? Yo pienso que si, que hay que integrar la memoria del holocausto para crear una generación mas sensible y alerta esperando claro que esto nunca más ocurra.

Es necesario establecer un subconsciente en la memoria de las futuras generaciones de que algo horrible ocurrió y de que millones de personas muerieron por el simple hecho de ser "diferentes" ante los ojos de unos pocos.


El trabajo os hará libres no escapa a la mentalidad más oscura del individuo, por ejemplo en que parte de la mente de Rudolf Höss se encontraba esta frase cuando por ejemplo debía inspeccionar en Auschwitz que los "trabajos" fueran efectivos por parte de los guardias y encargados de realizar tales macabras tareas. Observar por ejemplo las filas interminables hacia las cámaras de gas, mujeres y niños, jovenes y ancianos. Controlar por ejemplo que los cuerpos fueran cremados constantemente, hora tras hora, día tras día, ¿Donde puede estar esa frase? ¿Liberar a quien? ¿Como?

Cito según [Kommandant in Auschwitz. Autobiographische Aufzeichnungen des Rudolf Höss],Munich 1989, pág. 132 ;


"...Debía observar todos los procesos. De día y de noche, debía observar cómo se quemaban los cuerpos, se extraían los dientes, se cortaba el cabello, observar todo ese terror hora tras hora. Incluso debía estar parado durante horas mirando cómo se excavaban las fosas comunes que propagaban un hedor horrible, lúgubre y cómo se arrastraban los cuerpos al lugar de la incineración.


También debía mirar la muerte por la mirilla de la cámara de gas, porque los médicos me llamaron la atención sobre ese aspecto. Debía hacer todo eso porque yo era la persona a la que todos miraban. Debía mostrarles a todos que no sólo emitía las órdenes y daba las instrucciones, sino que también estaba dispuesto a presenciarlo todo, tal cual lo exigía de aquellos a quienes comandaba."

De la obra de Olga Lengyel "Los hornos de Hitler" Título Original: HITLER’S OVENS
Su 31a. impresión fue en Junio de 1991 la primera en Noviembre de 1961
ISBN 968-13-1010-1 Editorial DIANA


La ingrata tarea de tratar a los que pronto iban a ser cadáveres, y más tarde cenizas,estaba confiada a grupos llamados "kommandos". Lo único que tenía que hacer, el personal encargado de Birkenau era camuflar la verdadera razón de aquel campo, a saber, la exterminación. Cuando ya no eran considerados útiles los internados de Auschwitz, o de otros campos de concentración situados en aquella región, eran mandados a Birkenau para morir en los hornos. Ni más ni menos: así era de sencillo y así estaba planeado con perfecta sangre fría.

Fui descubriendo poco a poco estos detalles a medida que iban transcurriendo las semanas. Durante nuestros primeros días en el campo de concentración seguíamos creyendo que se nos iba a destinar a trabajar. ¿No habíamos visto por ventura letreros que proclamaban Arbeit macht freí (El trabajo crea la libertad)? Pero aquello no era más que un señuelo para las pobres víctimas de los alemanes. Siempre jugaron con nosotras, como el gato juega con el ratón al que terminará por matar...



...Fueron liquidados e incinerados el mismo día que llegaron. Yo perdí a
mi familia de la misma manera; y otro tanto les ha pasado a todas las internas antiguas que hay aquí.

Me quedé petrificada al escucharla.

—No, no, eso es imposible —murmuré.
Aquella tímida protesta sacó de quicio a la jefa de bloque.
—¡Puesto que no me crees, míralo con tus propios ojos! —me gritó, llevándome casi a rastras a la puerta, con ademán de energúmena—. ¿Ves esas llamaradas? Es el horno del crematorio. Pero te advierto que no lo vas a pasar bien si dejas trascender que lo sabes. Será mejor que lo llames por el nombre que le hemos dado: la panadería. Cada vez que llega un tren nuevo, los hornos no dan abasto en su trabajo, y los muertos tienen que esperar un día o dos a ser quemados. ¡Acaso sea tu misma familia a la que están incinerando en este momento! Cuando vio que no era yo capaz de pronunciar una sola palabra, tan muda había quedado en mi desesperación, una tristeza voluptuosa asomó a su voz:
—Primero queman a los que no pueden utilizar: a los niños y a los viejos. Todos los que mandan colocar al lado izquierdo en la estación son enviados directamente al crematorio...



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