Publicado: Lun Abr 06, 2020 10:48 pm
por Kurt_Steiner
A partir de 1942, los niños procedentes de todas las zonas ocupadas fueron deportados a Auschwitz. Los niños pequeños eran asesinados inmediatamente por ser demasiado productivos. Si durante la selección una madre llevaba a su hijo en brazos, los dos eran enviados a la cámara de gas, porque en estos casos se calificaba a la madre de no capacitada para trabajar. Si era la abuela la que llevaba al niño, era ella la asesinada junto al niño.

La madre, -en caso de ser considerada capacitada para trabajar- era ingresada en el campo. Sólo en el campo de los gitanos y en el campo de familias de Theresienstadt, a las familias les estaba permitido permanecer juntas.

Los niños a los que los SS perdonaban la vida, se convertían primero en aprendices de albañil en la construcción de los crematorios en Birkenau. Ya que la alimentación no era suficiente para realizar estos trabajos tan duros, sufrían de desnutrición. En 1943, concluidos los trabajos en Birkenau, los muchachos de la “escuela de albañilería” fueron trasladados a Auschwitz I para ser asesinado, junto a otros niños inyectándoles fenol. Algunos niños se encontraban de continuo en el campo, en los bloques y en los comandos de trabajo, donde tenían que ejercer de peones. Algunos kapos alemanes abusaban de los muchachos para satisfacer sus instintos más perversos, agravados por su larga estancia en el campo.

La situación era especialmente grave para las mujeres embarazadas. Al principio eran enviadas directamente a las cámaras de gas. Sin embargo, también había partos clandestinos en el campo. En la mayoría de los casos las mujeres morían de septicemia. En cualquier caso, el recién nacido no tenía casi ninguna posibilidad de sobrevivir. Los médicos de la SS y sus ayudantes le arrebataban el niño a la madre, y lo asesinaban. A principios de 1943, a las embarazadas registradas en el campo, se les permitía dar a luz. Sin embargo, los recién nacidos eran ahogados en un cubo lleno de agua por las ayudantes de la SS. A lo largo de 1943, los recién nacidos de “descendencia aria” no eran asesinados, sino apuntados en el registro del campo. Al igual que a los adultos les era tatuado un número. Puesto que su antebrazo izquierdo era demasiado pequeño, el número les era tatuado en el muslo o en el trasero. Debido a las condiciones de vida en el campo, los recién nacidos no tenían casi ninguna posibilidad de sobrevivir. Si un niño lograba sobrevivir las primeras seis a ocho semanas, la madre tenía que entregarlo a la SS. Si se negaba, los dos eran enviados a la cámara de gas.

Algunos niños, cuando eran rubios y de ojos azules, eran arrebatados a sus madres por las SS. para “germanizarlos”, mientras que a los niños judíos se les seguía tratando con una increíble crueldad y finalmente se les asesinaba. Las madres totalmente debilitadas por el hambre, el frío y las enfermedades, muy a menudo no podían ni siquiera evitar que las ratas mordieran, royeran o incluso se comieran a sus hijos. Para los recién nacidos no había ni medicamentos, ni pañales, ni alimentación adicional.

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