Publicado: Vie Abr 03, 2020 1:25 pm
por Kurt_Steiner
Antes de la llegada de los Nazis al poder, en Alemania se había creado un movimiento que reivindicaba los derechos de los homosexuales. A la cabeza de dicho movimiento estaba Magnus Hirschfeld (1868-1935), famoso médico y sexólogo alemán. Magnus Hirschfeld desarrolló una teoría intermedia entre el hombre y la mujer y la denominó el tercer sexo, interesándose en el estudio de una amplia variedad de necesidades sexuales y eróticas. En 1919, fundó el Institut für Sexualwissenschaft (Instituto para el estudio de la sexualidad) en Berlín, donde había una gran biblioteca y un museo sobre el sexo. El instituto fue frecuentado por gente de diversas ideologías de toda Europa.

Hirschfeld y su organización intentaron educar a los ciudadanos y provocar la derogación del Párrafo 175. Al finalizar la Primera Guerra Mundial hubo un clima algo más liberal con la República de Weimar; aunque no se revocó la ley existente, no se hizo respetar con tanto celo como en el Primer Reich. Hubo una proliferación de puntos de encuentro para homosexuales, libros, artículos y películas y la homosexualidad se hizo más abierta y había más libertad para hablar de ella. A la mitad de 1920 el gobierno reaccionó a estos cambios intentando imponer las leyes de forma más vigorosa y aprobar una legislación más restrictiva. En 1929, después de un par de años de debate y deliberaciones, el intento falló por una pequeña mayoría en el Reichstag. Los homosexuales sintieron que habían alcanzado una importante victoria. Sin embargo, en todo el debate, se oyó una clara voz de los diputados nazis en la Asamblea, que expresaron la convicción de que eran los judíos los que lideraban este movimiento en un intento de minar la moralidad del pueblo alemán. También surgió el tema racial en su posición con el argumento de que la homosexualidad tenía un impacto perjudicial en el tamaño de la deseada familia aria y el incremento de la población. Por lo tanto, la homosexualidad era incompatible con la pureza racial. Esa voz tomó fuerza y claridad cuando el Partido Nazi obtuvo el control en 1933.

El 6 de mayo de 1933 se destruyó el instituto de Hirschfeld y quemó todo su contenido, más de 20.000 libros y diarios fueron destruidos. También se apropiaron de la base de datos del instituto, nombres de homosexuales, sus direcciones…Como consecuencia de ese acto Hirschfels, que estaba de gira por Europa, no volvió a Alemania. El partido Nazi dejó clara su posición: "Cualquiera que crea en el amor homosexual es enemigo nuestro. Rechazamos cualquier cosa que castre a nuestro pueblo y lo convierta en un juego para nuestros enemigos...El pueblo alemán debe aprender de nuevo a ejercer la disciplina. Por eso rechazamos cualquier forma de lascivia, especialmente la homosexualidad, porque nos roba la última oportunidad de liberar a nuestro pueblo del yugo que le esclaviza".

El liderazgo del Partido Nazi incluía al menos un homosexual declarado, Ernst Roehm. Era miembro de la Liga Hirschfeld por los Derechos Humanos e iba de forma abierta a puntos de encuentro de homosexuales. Entre los años 1933 y 1934, Roehm fue líder de la SA y rival potencial de la supremacía de Hitler. Con la subida al poder de los nazis llegó el ataque de la izquierda política de Alemania. Se intentó desprestigiar a Hitler y a los nazis. Uno de sus argumentos fue la carga de homosexualidad en las filas nazis. El viejo amigo de Hitler, Roehm, era una de sus principales dianas.

Curiosamente, uno de los principales defensores de Roehm era Heinrich Himmler. Él articuló la creencia de que las acusaciones contra Roehm eran artimañas de los judíos que temían a la SS y estaban intentando desacreditar el movimiento. El estado de ánimo del partido y de Himmler cambió sin embargo cuando Hitler decidió en 1934 que Roehm era una amenaza para su autoridad, pues temía que Roehm intentara convertir a la SA en una milicia y pensaba que estaba planeando una revolución. Ya que no había pruebas de que existiera tal plan, Hitler ordenó una purga. El 30 de junio de 1934, Roehm, muchos de sus partidarios y numerosos enemigos políticos y personales de Hitler fueron asesinados en la famosa “Noche de los Largos Cuchillos”. Mientras que la purga fue motivada políticamente, la justificación que se dio fue la homosexualidad de Roehm y varios de sus colegas en el comando SS. Himmler, que una vez defendió a Roehm, asumió el liderazgo de la SS y, en el proceso, también asumió el papel de librar al movimiento y a Alemania de homosexuales. Tras la ejecución de Roehm, Hitler ordenó el registro de homosexuales y la GESTAPO se encargó de crear expedientes de los homosexuales y otros “asociales” en el Tercer Reich.