Publicado: Vie Abr 03, 2020 1:15 pm
por Kurt_Steiner
Los nazis perseguían a los homosexuales, los hacían hacer trabajos forzosos y, a veces, hasta los castraban. Para hacerlo, los alemanes se basaban en el Párrafo 175 del código criminal alemán que, desde 1871, prohibía "la indecencia anormal" entre hombres. Los nazis ampliaron la ley y persiguieron a los homosexuales por sólo mirarse o tocarse. Decenas de miles de homosexuales fueron encarcelados y muchos de ellos asesinados. La ley fue abolida en 1994 y en mayo de 2004 estos "convictos del Párrafo 175" fueron perdonados por el gobierno alemán.

En un país donde los vínculos entre grupos de jóvenes varones comenzaban a temprana edad, los nazis hicieron una campaña pública que condenaba los actos "indecentes". Sin embargo, "se detectó un considerable número de casos de actividad homosexual en todos los sectores del aparato nazi, desde los milicianos hasta la Juventud Hitleriana", comenta el historiador Geoffrey Giles. Los nazis sostenían que debía corregirse este comportamiento, porque la homosexualidad amenazaba a las futuras generaciones alemanas ya que nacerían menos niños. Las lesbianas, en cambio, muchas veces eran perdonadas, porque podían ser reeducadas para asumir roles de esposas y madres.

Para 1936 la Gestapo había establecido la Oficina Central para Combatir la Homosexualidad y el Aborto y se legalizó la vigilancia de los gays. En total, fueron arrestados unos 100.000 hombres, acusados de actos homosexuales. Aproximadamente la mitad fueron condenados y enviados a la cárcel. Alrededor de 15.000 fueron enviados a campos de concentración, donde se les cosían triángulos de color rosa en los uniformes. Sin embargo, ninguna ley impedía que los homosexuales formaran parte del ejército alemán. El Partido Nazi temía que una excepción "pudiera excluir a unos 3 millones de hombres", según Giles. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, los homosexuales pudieron incorporarse a las filas de manera legal. Unos 7.000 hombres condenados ingresaron al servicio militar, donde eran utilizados en misiones suicidas en el frente de batalla.

Los nazis hacían una distinción entre los sentenciados que habían "aprendido" su comportamiento de otros y los "incorregibles", que buscaban pareja de manera activa. Los llamados incorregibles eran enviados a campos de concentración y, en 1943, los comandantes de los campos recibieron autorización de castrarlos.