Publicado: Mar Nov 03, 2015 8:01 pm
por Kurt_Steiner
Una práctica habitual de la Royal Navy era la de requisar buques mercantes para usos militares. Uno de los últimos ejemplos fue el del Queen Elizabeth II, usado durante la guerra de las Malvinas (1982) para transportar tropas al archipiélago.

Uno de esos buques fue el SS Laurentic, de la Cunard White Star Line, requisado por el Almirantazgo una semana antes de la invasión de Polonia para su conversión en crucero auxiliar, tarea que fue realizada en un espacio de tiempo bastante corto, pues el H.M.S. Laurentic F51 (18,000 toneladas) estuvo listo para servicio el 15 de octubre de 1939. Como parte de su conversión recibió 7 piezas de 140 mm y tres de 102 mm, además de cargas de profundidad. Fue destinado a misiones de escolta.

Tuvo un servicio muy tranquilo hasta la tarde del 3 de noviembre de 1940. A eso de las 21:40 el oficial al mando, el capitán E.P. Vivian, RN, recibió via radio la llamada de socorro de un mercante, el S.S. Casanare (6000 toneladas), que había sido atacado por un submarino. Junto a otro mercante armado, el HMS Patroclus, el Laurentic se dirigió hacia el lugar del ataque, denominado Bloody Foreland.

El atacante era el U-99 de Otto Kretschmer, que estaba patrullando esta área a profundidad de periscopio cuando detectó al Casanere. Tras alcanzar al Casanare, éste comenzó a hundirse rapidamente. Interceptando los mensajes que emitía el Casanare, el operador de radio del U-99 descubrió que el Laurentic y una tercera nave, que se identificó como el Patroclus, estaban en camino. Kretschmer decidió esperarlo.

Al parecer, el Patroclus había estado escoltando al Casanare desde la mañana del día 3 de noviembre, protegiendo al vapor de ataques alemanes. Cuando el mensaje del Casanare se recibió en el puente del Patroclus, su comandantel, capitán William Wynter, decidió apresurarse a la escena para recoger a los sobrevivientes. Sus oficiales superiores se opusieron a semejante curso de acción debido a que un submarino podría rondando el área. Pero la decisión de Wynter era inapelable.

A las 22.50, y desde una distancia de un kilómetro y medio Kretschmer disparó un torpedo hacia el Laurentic, que recibió el impacto justo en el centro, cerca de la sala de calderas, pero, cuando el humo y llamas de la explosión se disiparon, el Laurentic no dio ninguna señal de hundirse, a pesar de la enorme brecha abierta en su costado.

Pese al daño, no se hundió, de manera que el U -99 disparó otro torpedo al Laurentic a las 23:20 y un tercero a alas 23:30 desde una distancia de 250 metros. Pero el barco continuó a flote, pese a los impactos recibidos. La tripulación del Laurentic divisió al submarino y abrió fuego contra él, de manera que el U-99 se vio obligado a rerirarse. Además, el Patroclus que se acercaba rápidamente.

Cuando el Patroclus llegó, comenzó a recoger a los supevivientes del Casanare y lanzó dos cargas de profundidad reguladas, creyendo que el U-99 estaba sumergido. Cuando la nave localizó al Laurentic comenzó de inmediato el lento proceso de arrastrar a los botes salvavidas. El U-99 regresó y a las 00:22 el Patroculus fue alcanzando por un torpedo, que estalló cerca de la popa, bajo un bote salvavidas cargado que estaba subiéndose a bordo. El bote, junto con sus tripulantes y una sección del casco del Patroclus volaron en pedazos. Kretschmer, perplejo, vio que el Patroclus no se hundía y a las 00:44 disparó de nuevo, aunque el torpedo falló y no alcanzó su objetivo. No pudiendo creer su mala suerte, el as alemán ordenó disparar un tercer torpedo . El U-99 disparo otro torpedo a las 01:18 pero a la vez un vigía divisió al submarino y el Patroclus abrió fuego con su artillería conta el U-99 que, una vez más, se tuvo que retirar a toda maquina.